Desde la semana pasada asisto a un interesantísimo curso en La Casa Encendida de Introducción a la Realidad Africana. El primer día nos pusieron esta charla TED en la que la escritora nigeriana Chimamanda Adichie nos habla de su historia personal, de cómo su temprana pulsión de leer libros anglosajones le iba inoculando la dulce ponzoña del racismo sobre sí misma, sobre su propia raza. Sobre por qué el poder no es sólo la capacidad de contar una historia sobre alguien sino también la de hacer que esa historia sea la definitiva. Algo que por cierto rige para todos los prejuicios e ignorancias humanas. Sólo el descubrimiento, años después, de la literatura africana le liberaría de ese peso para poder construir su propia historia como escritora, para crear historias sobre gente como ella misma.
La consecuencia de la historia única es robarle a la persona su dignidad. Nuestras vidas, nuestras culturas, están hechas de muchas historias interrelacionadas. La novelista Chimamanda Adichie cuenta cómo encontró su voz cultural auténtica y advierte que si solo escuchamos una historia sobre una persona o un país, corremos el riesgo de caer en una incomprensión grave.
La consecuencia de la historia única es robarle a la persona su dignidad. Nuestras vidas, nuestras culturas, están hechas de muchas historias interrelacionadas. La novelista Chimamanda Adichie cuenta cómo encontró su voz cultural auténtica y advierte que si solo escuchamos una historia sobre una persona o un país, corremos el riesgo de caer en una incomprensión grave.
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