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Eterno Bob Dylan (6) / Music kills me (14) Dylan, la vida y la carretera

Alfonso Rodríguez, dylanita de corazón y buen amigo del Juez Roy Bean, nos ha escrito este lúcido artículo sobre la vida y obra musical desde finales del siglo XX de ese extraordinario y complejísimo ser humano planetariamente conocido como Bob Dylan. Abarca su análisis las dos últimas décadas, desde el magistral 'Time Out Of Mind' publicado en 1997 hasta 'Triplicate', lanzado a finales de marzo de este mismo año. Completamos su artículo con la decimocuarta playlist de nuestra serie 'Music kills me' con 30 de sus mejores canciones en esta última etapa y de propina dos conciertos enteros, uno del 98 y otro de 2009, de su Never Ending Tour. ¿Alguien da más y mejor? Puro disfrute, puro Dylan. 


Bob Dylan, la vida y la carretera 

Cuando uno se dispone a abordar unas líneas sobre Bob Dylan ha de hacerlo con un enorme respeto. Bob Dylan a sus 76 años, sigue siendo una de las figuras de la música popular más importantes del siglo XX y de lo que llevamos del siglo XXI.

Se han escrito miles de páginas a fin de descifrar su vida y su obra, pero la naturaleza y dimensión del personaje es de tal envergadura y misterio, que solo la historia y el paso del tiempo podrán calibrar la verdadera importancia de este gigante de la cultura moderna. ¿Quién es Bob Dylan?

En todo caso, con los datos que tenemos, si que podríamos afirmar dos aspectos de forma nítida. Uno es que Bob Dylan cambió el curso de la historia de la música moderna y otro es que es un personaje enormemente enigmático y lleno de complejidad.

Abordar a Dylan significa abordarlo desde la actualidad, desde su obra contemporánea y más reciente. Es mito y leyenda de la música moderna, pero es a la vez un artista con plena vigencia que desarrolla una actividad incansable y de una calidad incontestable. Una actividad centrada sobre todo en la publicación de discos nuevos y en las actuaciones en directo.

Desde mediados de los años noventa, momento en el cual su carrera después de unos años de cierta opacidad creativa emerge de nuevo con fuerza, Dylan ha publicado varios discos soberbios: Time Out of Mind (1997), Love And Theft (2001), Modern Times (2006), Together Through Life (2009), Tempest (2012), Shadows in the Night (2014), Fallen Angels (2015) y Triplicate (2017).

Time Out of Mind es oscuro, siniestro, cercano a la muerte; baladas sombrías y envolventes; quizás las más oscuras baladas que haya compuesto e interpretado nunca. Piezas, según ha declarado el autor, que fueron fundamentales para poder continuar en la carretera y seguir ofreciendo conciertos, pues insuflaron a los shows de una nueva vitalidad y carácter. Por esta obra le fueron otorgaron tres premios Grammy, y supuso sin duda un relanzamiento importante de su carrera. El disco ha de ser escuchado de principio a fin, pues todas las canciones son verdaderas perlas.

'Love and Theft', 'Modern Times' y 'Together through Life' se desarrollan sobre unas bases y patrones similares. Estos discos son una inmejorable revisión de lo que es, ha sido y será siempre la música tradicional norteamericana en todas sus expresiones. El oyente, a lo largo de estos tres discos se sumergirá, sin quererlo, en las profundas aguas del blues, el rock and roll, el swing, el jazz, el folk, el folk rock, el country. Es decir, en buena parte de los estilos musicales de la música de los EE.UU en el siglo XX. A la vez que nos conduce por esos románticos territorios con una originalidad y una elegancia a la altura de su grandeza, el genio, se saca de la chistera tres joyas para enmarcar, y que son, para quien suscribe,: “Misissippi”, “Working Man Blues” y “I Feel A Change Comin' On


Tempest” es una vuelta al rock de siempre, sin perder las raíces, puesto que en el disco sigue habiendo buenos blues de carretera y folk – rock, los dos estilos centrales y que definen a Bob Dylan. Como siempre ocurre con todos sus discos, enormes canciones y alguna perla, en este caso hay dos: “Long And Wasted Years” y “Soon After Midnight”.

Shadows in the Night” y “Fallen Angels” son dos discos en donde Bob Dylan no es autor de ninguna canción, algo insólito en su carrera, sin duda. Son interpretaciones de canciones “standards” clásicas americanas interpretadas entre otros artistas por Frank Sinatra. Es un homenaje al cancionero americano de mitad del siglo pasado. Canciones qué escuchó en su niñez, en la radio, y que ahora rescata.

Al editar estos dos discos Dylan nos hace un inmenso regalo. Nos pone sobre la mesa canciones que estaban ya olvidadas y que son de una belleza única. Lo hace sin estridencias, sin magnificarlas y sobre todo respetando su esencia y su alma. Con una instrumentación muy básica y una voz triste y susurrante, Dylan nos desnuda estas canciones y nos las presenta tal cual son. Creo que si Frank Sinatra levantase la cabeza estaría orgulloso al escuchar las grabaciones revisadas.

Recientemente ha salido a luz el álbum “Triplicate”, un triple CD que continua en la estela de los discos anteriores. Nada más y nada menos que treinta nuevas interpretaciones de canciones americanas antiguas e interpretadas de manera sencilla y cuidadosa. “Triplicate” continúa exactamente en la estela de “Shadows in the Night” y “Fallen Angels”. Sin alardes de ningún tipo, y sin arriesgar lo más mínimo, Dylan y su banda nos introducen en el universo americano de los años 40 y 50. A propósito de “Triplicate”, en una reciente entrevista Dylan declaró:

"Estas canciones son para el hombre de la calle, la gente común, estas canciones no están escondidas tras un muro o en el fondo del mar, están ahí afuera, cualquiera puede encontrarlas. Son verdaderas. Son liberadoras". 

Resulta realmente conmovedor escuchar estas canciones en el crepúsculo del día, o al anochecer… Estas canciones son un reencuentro con los tiempos pasados, de la mano de un personaje que ha querido rendir un sincero y sentido homenaje a la gran música, a la música que nunca deberíamos olvidar.

Bob Dylan vive en la carretera desde 1988 y hasta la actualidad. Fue en aquellos años de finales de la década de los ochenta cuando decidió que dedicaría su vida a interpretar su música por todos los rincones del planeta. Desde entonces viene ofreciendo más de un centenar de conciertos al año a lo largo de todo el mundo, lo que equivale a decir que está de gira unos nueve meses al año, algo inédito en un músico que podría vivir de las rentas, como hacen muchos otros semejantes de su generación. De este modo, su figura queda engrandecida enormemente.

Una noche tras otra sale al escenario y ofrece su obra para el mundo entero. Toca con la banda y se va hacia el siguiente punto en su autobús de gira, así un día tras otro, sin fin. 'The Never Ending Tour' (La Gira Interminable), así la ha denominado.

Casi se podría afirmar que vive como un nómada, alejado totalmente de los lujos, de la fama y de las estridencias de las que se rodea cualquier estrella del rock. Bob, aún siendo una de las personas más conocidas del mundo vive en permanente huida hacia delante y alejado de los focos de atención.

Sus shows son sobrios y minimalistas, el escenario elegante y bien decorado, sin luces llamativas ni por supuesto pantallas gigantes; su actitud y relación con el público es fría, distante y carente de la más mínima concesión en cuanto a la interacción con la audiencia se refiere. Con esta manera de proceder tan políticamente incorrecta, y que tantas críticas le origina, Dylan consigue una cosa que es fundamental para un verdadero músico: poner el foco de atención exclusivamente en su obra, no en su persona. ¿Hay algo más digno y noble en ello?

Este estilo de vida nómada, cubriendo millas y kilómetros sin cesar y ejerciendo incansablemente su oficio de músico itinerante, podría ser una herencia de Kerouac y de los beatniks. Bob Dylan parece en realidad un beatnik, podríamos estar en realidad ante el último beatnik vivo. Es un heredero directo de Kerouac, Ginsberg, Corso. Es heredero de los trenes de carga, de las autopistas, de los autostopistas que recorrían EE UU de costa a costa, de los vagabundos sin rumbo, de los moteles en mitad de la noche, de Nueva York. Es un heredero de toda esa iconografía americana que tan bien presenta Jack Kerouc en su soberbia obra “En el camino”.

A menudo se asocia a Dylan con el movimiento folk del Greenwich Village de Nueva York de principios de los años sesenta, y obviamente allí estaba él, y formó parte de aquel movimiento y se benefició de ello, pero su espíritu, probablemente por encima de todo sea el espíritu de un beatnik, quién sabe.

Bob Dylan y su banda de gira, han presentado habitualmente un repertorio basado, de una parte en sus clásicos y de otra de canciones de los nuevos discos, algunos de los cuales son absolutamente soberbios, como se ha dicho antes.

Durante aproximadamente los 15 primeros años de esta eterna gira (es decir de 1988 a 2002) se acompañó, al cantar, y durante todas las noches, de la guitarra. Unas veces eléctrica y otras acústica. Como guitarrista acústico es bastante clásico y acertado y como guitarrista eléctrico toca de manera algo desigual, pero con estilo muy autentico y peculiar.

Durante ese periodo de tiempo empezó a tocar frecuentemente la guitarra solista, a menudo perdiéndose en interminables solos eléctricos, generalmente de blues. Siempre ha tenido fama de mal guitarrista, pero cuando uno se pone grabaciones de esos años verá que para nada es así. En esos años la banda llegó a tener durante muchas noches hasta tres guitarristas eléctricos con el propio Dylan, creando una atmósfera fuerte y atronadora, puro rock.

A partir del año 2003 la guitarra pasa a un segundo plano, hasta casi desaparecer. Dylan comenzó a utilizar, para acompañarse, primero un órgano, y después, como ocurre en la actualidad un piano de cola. Hay que decir que Dylan fue antes que nada un pianista de rock and roll. Antes de ser un guitarrista y cantante folk era un pianista que tocaba en las bandas de su escuela.

Así pues, cuarenta años después, el rockero recupera el teclado como instrumento principal y con ello la sonoridad de las canciones y de la banda cambia por completo, ganando en claridad y limpieza. Sentado al piano, sus blues nunca han sonado mejor que en la actualidad.

Tanto con la guitarra eléctrica como con en el piano toca básicamente siguiendo líneas melódicas basadas en tresillos, lo cual insufla a las canciones de una dinámica muy poco ortodoxa, provocando el que las piezas queden algo alejadas de su esencia original, causando muchas veces perplejidad entre la audiencia.

El público más ortodoxo y nostálgico y que va a un concierto del bardo pensando en que escuchará las canciones tal cual figuran en los discos, muchas veces sale decepcionado de los shows, porque las canciones a veces son difícilmente reconocibles. Para un músico que gira permanentemente es importante alterar las piezas e incorporar nuevos elementos armónicos que las renueven. He ahí la virtud del propio músico.

En la actualidad Dylan está haciendo más que nunca una fervorosa defensa de su obra actual. Su repertorio se está centrando, en la interpretación de las canciones clásicas americanas de sus dos últimos discos con algún que otro guiño hacia al pasado, y su figura está adquiriendo tintes de "crooner". El set – list suele ser siempre repetitivo y compuesto de los mismos temas (algo novedoso pues seña suya de identidad siempre había sido alterar noche a noche los repertorios), quizá por ésta razón los conciertos que ofrece en la actualidad son los más impecables que haya ofrecido nunca.

El 13 de octubre de 2016 tuvo lugar un hecho histórico y es que Bob Dylan fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura. Que el premio Nobel de Literatura 2016 se otorgara, por primera vez, a un rockero, levantó una gran controversia en todo el mundo de la cultura. Un verdadero terremoto, para asombro de muchos. Grandes literatos han puesto en tela de juicio esta decisión, mostrando en algunos casos un absoluto y sorprendente desconocimiento acerca de la obra de autor de “Like a rolling stone”.

La realidad es que una parte central en la creación artística de Dylan gira en torno a las letras de las canciones, que son verdaderos y bellos poemas, poemas como los que en su tiempo hicieron Homero, Rimbaud o Garcia Lorca, pero con un valor añadido, esto es, su adaptación y encuadre en una cultura y entorno musical. 



El encajar un poema dentro de una melodía y conseguir resultado armonioso es una disciplina denominada “composición de canciones” y es un arte absolutamente sublime, y que se reconoce por primera vez nada más y nada menos que por el Premio Nobel de Literatura, otorgándose al más importante compositor de canciones del mundo, Bob Dylan.


“La noticia sobre el Premio Nobel me dejó sin palabras”, “¿Quién podría soñar con algo así?”, señaló. Es el triunfo del rock, la vida y la carretera.


Music kills me (14) Dylan, la vida y la carretera

1. Mississippi (Love and Theft, 2001)
2. Workingman's blues #2 (Modern times, 2006)
3. I feel a change comin' on (Together through life, 2009)
4. Not dark yet (Time out of mind, 1997)
5. Long and wasted years (Tempest, 2012)
6. If you ever go to Houston (Together through life, 2009)
7. Love sick (Time out of mind, 1997)
8. That lucky old sun (Shadows in the night, 2015)
9. Beyond here lies nothin' (Together through life, 2009)
10. Standing in the doorway (Time out of mind, 1997)
11. High water (for Charley Patton) (Love and Theft, 2001)
12. Spirit on the water (Modern times, 2006)
13. These foolish things (Triplicate, 2017)
14. Million miles (Time out of mind, 1997)
15. Soon after midnight (Tempest, 2012)
16. Trying to get heaven (Time out of mind, 1997)
17. Forgetful heart (Together through life, 2009)
18. The night we called it a day (Shadows in the night, 2015)
19. Make you feel my love (Time out of mind, 1997)
20. Life is hard (Together through life, 2009)
21. I could have told you (Triplicate, 2017)
22. Rollin' and Tumblin' (Modern times, 2006)
23. This dream of you (Together through life, 2009)
24. Duquesne whistle (Tempest, 2012)
25. Lonesome day (Love and Theft, 2001)
26. Pay in blood (Tempest, 2012)
27. Once upon a time (Triplicate, 2017)
28. Nettie Moore (Modern times, 2006)
29. Stay with me (Shadows in the night, 2015)
30. My one and only love (Triplicate, 2017)





Eterno Bob Dylan (5) Llegó el Nobel para Dylan

Importamos una publicación en el FB de un estimado amigo del Juez Roy Bean, Alfonso Rodríguez, para celebrar el Nobel de Literatura 2016 concedido a nuestro admirado Dylan, aunque para todos los dylanitas ya lo era hace mucho tiempo. 

Un  vagabundo enigmático tras un piano de cola, una voz rota y desgarrada, una balada dolorosa, él es el rock. Un blues eléctrico, unos tresillos al teclado, entre estrofa y estrofa, de un poema lleno de luz. Una historia siempre que contar, noche a noche, por todos los escenarios del mundo..... El poeta del rock es hoy Premio Nobel de Literatura. Gracias Bob Dylan!!!

Eterno Bob Dylan (4) Tributando a Dylan 1 'Las huellas de Dylan'



El impacto que la obra de Bob Dylan ha tenido en la música del último medio siglo va mucho allá de su vasta y conspicua obra, alcanzando su influencia a los centenares de grandes artistas, escritores, poetas o músicos que han reinterpretado muchos de los grandes temas dylanianos o han impregnado su propia música con el benéfico influjo del genio de Duluth. En posteriores entradas de esta etiqueta publicaremos listas de reproducción con las mejores versiones de sus temas y ampliaremos el alcance de nuestros tributarios con la magnífica película 'I'm not there' dirigida por Todd Haynes. Es de recordar también su pequeño papel en 'Patt Garret and Billy the Kid', una gran película de Sam Peckinpah que ya ofrecimos en este blog

Hoy comenzamos pues nuestro propio tributo con el documental 'Las huellas de Dylan' dirigido por Fernando Merinero en 2006, realizado con un equipo de rodaje que sigue a Dylan en la gira que realizó en 2005 por España, recogiendo las impresiones de críticos musicales y de sus propios fans, algunos anónimos pero otros tan conocidos como Javier Rioyo, Leonor Watling, Loquillo, Pablo Carbonell, el recientemente difunto Moncho Alpuente, Luis Eduardo Aute o Benjamin Prado (que lee en el docu su poema 'mi vida se llama Bob Dylan', que va debajo), entre otros. También Joaquín Sabina declara su devoción por Dylan y cómo ha influenciado, de forma evidente, su propia música. Un documental que apreciará por supuesto, cualquier dylanita confeso (como Alfonso, a quien dedicamos este post) pero también cualquier aficionado a la buena música, la creación artística o la literatura. 


'Mi vida se llama Bob Dylan', por Benjamín Prado.

Hay senderos que son una respuesta al bosque / hay palomas que mueven los mares de la luna / hay palabras que corren por la piel como ríos / porque existe Bob Dylan. / Hay huellas donde pueden leerse los desiertos / hay mujeres que sueñan con pirámides rojas / hay canciones que tallan dioses en nuestro oído / porque existe Bob Dylan. / Hay jinetes que huyen con el sol en los ojos / hay corazones tristes donde muere un océano / hay caballos que agitan un polvo de otro mundo / porque existe Bob Dylan. / Hay hombres que transforman los sueños en dianas / hay demonios ocultos en la hoja del cuchillo / hay versos subterráneos en los papeles rotos / porque existe Bob Dylan. / Hay mañanas y noches / porque existe Bob Dylan. Hay planetas y oxígeno / porque existe Bob Dylan / Hay veranos e inviernos / porque existe Bob Dylan. / Porque existe Bob Dylan / hay fruta y hay leones. / Porque existe Bob Dylan / hay silencio y mercurio. / Porque existe Bob Dylan/ hay antes y hay después. / Yo nunca he estado solo / porque existe Bob Dylan.

Eterno Bob Dylan (3) ‘Like a Rolling Stone’: 50 años de una canción prodigiosa

"Una baqueta cae con fuerza sobre una caja y al mismo tiempo un pie golpea el bombo. Es la detonación. Al instante, se abre todo un universo, creado por una absorbente atmósfera eléctrica y con un órgano estelar de fondo. Son unos segundos hasta que una voz circense dice cuatro palabras mágicas, las cuatro primeras de un relato de una verborrea divina: “Once upon a time…” Como en los cuentos. “Había una vez…”.

"Ese golpe de tambor sonaba como si alguien hubiera abierto de una patada la puerta de tu mente" Bruce Springsteen

El 20 de julio de 1965 Bob Dylan publicaba 'Like a rolling stone' así que ya que esta noche y, por primera vez en mi vida, voy a ver a Dylan en directo, no quería que se me escapara la efemérides. 50 años pues de este tema seminal, cínico y desafiante, con el que Dylan, con apenas 24 años, transformaría para siempre el lenguaje del pop-rock y la música americana, de la misma forma que antes había transformado a su voluntad las barreras y las formas del folk. La fuerza, el contenido narrativo y la ambición de esta conspicua creación musical encabezaba su album de aquel año, 'Highway 61 Revisited', una de las cumbres discográficas más influyentes del siglo XX. 

Respecto a sus orígenes, en el documental 'Don't look back' (que pronto publicaremos) se recogen diversas escenas de su gira británica de mayo de 1965Entre ellas su director, D.A. Pennebaker, capturaba el momento en que Dylan empezaba a escribir un largo texto en verso que era, “una pieza rítmica a vueltas con mi odio constante”. En 1966, Dylan describía los orígenes del tema al periodista Jules Siegel:

"Tenía diez páginas. No tenía título, [consistía en] unas rimas en un papel, todo sobre mi odio estable dirigido hacia algún punto que era honesto. Al final, no era odio, era decirle a alguien algo que no sabía, decirle que tenía suerte. Venganza, esa es una palabra mejor. Nunca había pensado en esto como una canción, hasta que un día estaba en el piano con el papel y cantando How does it feel? ("¿Cómo se siente?") a cámara lenta, extremadamente lenta."

En fin, aquí les dejamos con la versión del album 'Highway 61 Revisited', la del histórico concierto en el Free Trade Hall dE Manchester el 17 de mayo de 1966 (que también evocábamos en aquella primera entrada), y para finalizar, uno de las numerosos covers que sobre este tema se han realizadoen este caso a cargo -¿cómo no?- de los británicos The Rolling Stones y su videoclip, dirigido por Michel Gondry y protagonizado por Patricia Arquette. Tres interpretaciones soberbias de una canción inmortal. Y me voy al concierto, que te tengo unas ganas Bob...





Like A Rolling Stone (Bob Dylan, 1965)

Once upon a time you dressed so fine You threw the bums a dime in your prime, didn't you? People'd call, say, "Beware doll, you're bound to fall" You thought they were all kiddin' you You used to laugh about Everybody that was hangin' out Now you don't talk so loud Now you don't seem so proud About having to be scrounging for your next meal.



Hubo un tiempo en que vestías tan bien, lanzabas una moneda a los vagabundos desde tu pedestal, ¿no? La gente te avisaba, “Cuidado nena, te vas a caer” Pensabas que todos bromeaban. Te acostumbraste a reírte de todos los que estaban hundidos, ahora ya no hablas tan alto, ahora ya no pareces tan orgullosa de tener que gorronear tu próxima comida. 

How does it feel How does it feel To be without a home Like a complete unknown Like a rolling stone?. ¿Qué se siente, qué se siente, al estar sin un hogar como una completa desconocida como un canto rodante?. 

You've gone to the finest school all right, Miss Lonely But you know you only used to get juiced in it And nobody has ever taught you how to live on the street And now you find out you're gonna have to get used to it You said you'd never compromise With the mystery tramp, but now you realize He's not selling any alibis As you stare into the vacuum of his eyes And ask him do you want to make a deal?.



Has ido al mejor colegio, muy bien, Señorita Solitaria pero sabes que sólo lo usaste para aprovecharte nunca nadie te enseñó cómo vivir en la calle y ahora te das cuenta que vas a tener que acostumbraste. Decías que nunca te comprometerías con el misterioso vagabundo, pero ahora te das cuenta de que no vende ninguna coartada mientras miras fijamente en el vacío de sus ojos y le dices, ¿quieres hacer un trato?.


How does it feel How does it feel To be on your own With no direction home Like a complete unknown Like a rolling stone?. ¿Qué se siente, qué se siente, al estar contigo misma al estar sin un hogar como una completa desconocida como un canto rodante?. 

You never turned around to see the frowns on the jugglers and the clowns When they all come down and did tricks for you You never understood that it ain't no good You shouldn't let other people get your kicks for you You used to ride on the chrome horse with your diplomat Who carried on his shoulder a Siamese cat Ain't it hard when you discover that He really wasn't where it's at After he took from you everything he could steal.


Nunca te volviste para ver los ceños fruncidos de los malabaristas y los payasos que hacían sus trucos para ti, nunca comprendiste que eso no estaba bien, Permitiste que otras personas se divirtieran por tí. Solías cabalgar sobre el caballo cromado con tu diplomático, que llevaba en su hombro un gato siamés. ¿No fue duro cuando descubriste que desapareció después de robarte todo lo que pudo?. 

How does it feel How does it feel To be on your own With no direction home Like a complete unknown Like a rolling stone?. ¿Qué se siente, qué se siente, al estar contigo misma, al estar sin un hogar como una completa desconocida como un canto rodante?. 



Princess on the steeple and all the pretty people They're drinkin', thinkin' that they got it made Exchanging all kinds of precious gifts and things But you'd better lift your diamond ring, you'd better pawn it babe You used to be so amused At Napoleon in rags and the language that he used Go to him now, he calls you, you can't refuse When you got nothing, you got nothing to lose You're invisible now, you got no secrets to conceal.

La princesa en la torre y toda la gente guapa bebiendo, pensando que han triunfado, todos cambiando preciosos regalos pero será mejor que te quites tu anillo, será mejor que lo empeñes, nena. Tú que solías divertirte tanto con el haraposo Napoleón y con el lenguaje que usaba, vete con él ahora que te llama, no puedes negarte, cuando no tienes nada, no tienes nada que perder, ahora eres invisible, no tienes secretos que guardar. 

How does it feel How does it feel To be on your own With no direction home Like a complete unknown Like a rolling stone?. ¿Qué se siente, qué se siente, al estar contigo misma al estar sin un hogar como una completa desconocida como un canto rodante?

Eterno Bob Dylan (2) Un correcaminos llamado Bob Dylan

Un correcaminos llamado Bob Dylan


Diego A. Manrique Madrid 5 jul 2015

Sin novedad en el frente musical. Caen las discográficas históricas, las grandes empresas pelean por el hipotético negocio del streaming, los patrocinadores copan los festivales pero hay cosas que no varían: como siempre, Bob Dylan está en la carretera. Este mes ofrece seis conciertos en España, como parte de su Never Ending Tour.


Bob Dylan, en un concierto en el Festival de Benicàssim en julio de 2012. / Ángel Sánchez

La Gira Interminable no es ninguna broma. Cada año, Dylan ofrece alrededor de cien conciertos por todo el mundo; lo hizo incluso en 1997, cuando estuvo “a punto de reunirse con Elvis” tras sufrir una histoplasmosis. Con 74 años recién cumplidos, sigue siendo uno de los artistas más laboriosos del mundo del rock. Urge señalar que, a diferencia de tantos veteranos, no lo hace impelido por necesidades económicas. Con su impresionante catálogo de canciones y discos, Bob Dylan ingresa anualmente millones de dólares en royalties y derechos de autor, suficientes para garantizar el bienestar del artista, de sus seis hijos y de las siguientes generaciones.

Respecto a la Gira, Bob lo explicó en su libro Crónicas (Global Rhythm, 2005). Pensaba en dejar el directo cuando tuvo una revelación transcendental en Locarno (Suiza). Actuaba al aire libre con Tom Petty & the Heartbreakers y se quedó sin voz: “estás ante treinta mil personas que te miran y no sale nada. Pensando que no tenía nada que perder y sin tomar ningún tipo de precaución, eché mano de otro tipo de mecanismos para arrancar los resortes que no funcionaban. Lo hice automáticamente, a partir de la nada; lancé mi conjuro para expulsar al demonio. Fue como si un pura sangre hubiera cargado contra el vallado. Todo volvió a su sitio y en forma multidimensional. Inmediatamente, despegué a las alturas. Puede que la gente percibiera cierto cambio de energía, pero eso fue todo. Era como si me hubiera convertido en otro músico.”Así que no mencionen la codicia como motivación. Entre paréntesis, eso es perfectamente compatible con el hecho de que el actual managerde Dylan, Jeff Rosen, haya transformado su leyenda en una máquina de generar ingresos, mediante ediciones de material de archivo y licencias de uso. A diferencia de lo que ocurre con los Beatles, cualquier película o serie televisiva con presupuesto puede acceder a temas clásicos de Dylan. Lo mismo con la publicidad: hasta el propio cantante está disponible para anunciar lencería o vehículos de motor.

La grabación de ese concierto (5 de octubre de 1987) no muestra ningún cambio tan dramático. Pero lo cierto es que, a continuación, Dylan contrató una banda fija que ha ido renovando y le ha acompañado hasta ahora. Músicos adaptables que conocen en profundidad la obra de Dylan y que cada noche tocan unas veinte piezas, sin grandes variaciones. Se trata, atención, de canciones que suenan irreconocibles hasta que llega el estribillo. Algo que irrita a muchos de sus seguidores, aunque estamos ante un gusto adquirido que ha conquistado a un público que adora las peculiaridades del personaje, incluyendo su voz decreciente.

Por lo demás, Dylan hace todo lo posible por pasar desapercibido. Evita cualquier tipo de compromiso institucional: nada de meet and greet con las autoridades locales; tampoco trata con los representantes de su discográfica. Su propia organización se ocupa de alquilar los hoteles y buscar los restaurantes que pueda requerir. El contacto con los promotores que le contratan es mínimo. Ni siquiera necesita camerino: llega directamente con su asistente en un autobús particular (músicos y técnicos viajan aparte) hasta la parte de atrás del escenario y se marcha de igual manera tras los bises obligados. En el mejor de los casos, saluda brevemente a los músicos que le sirven de teloneros.Entre los profesionales de la música que han tratado a Dylan y que este periodista ha podido entrevistar durante los últimos años, domina la idea de que el autor de Like a rolling stone ha encontrado su vocación en la vida del músico ambulante. En su país, el compromiso con el directo le lleva a tocar incluso en ferias del condado, casinos, recintos universitarios medio vacíos. Por el contrario, fuera de Estados Unidos, sus visitas tienen consideración de eventos culturales y suelen registrar buenas entradas.

La distancia entre una ciudad y otra está estudiada: prefiere no desplazarse más de 200 millas al día. Para los viajes europeos, recurre a Beat the Street, empresa de autobuses austríaca especializada en transportar a gente del show business.Ocasionalmente, sale de su burbuja: en México DF, visitó un gimnasio de boxeo. En New Jersey fue parado por una policía que le consideró un vagabundo sospechoso: aparentemente, pretendía localizar la casa en la que creció Bruce Springsteen (se trata de una obsesión personal: en Canadá, visitó el primer hogar de Neil Young). En algún momento de sus locos años sesenta, Dylan decidió convertirse en un artista impenetrable y veleidoso. Lo ha conseguido.