Aquí en el Juzgado nos solidarizamos bastante con las declaraciones que el pasado 20 de marzo hacía la eurodiputada de Izquierda Unida Marina Albiol respecto al vergonzante pacto de la Unión Europea (nuestro país incluido) para deportar a Turquía (con un gobierno escasamente democrático, directo represor de libertades y de muchos otros perseguidos y desde luego escaso garante de los Derechos Humanos) a decenas de miles de seres humanos que, huyendo de guerras, persecuciones y otros mil hechos traumatizantes se agolpan en nuestras fronteras. 6000 millones euros nos va a costar el lavado de conciencia. En junio de 2015 La UE prometió acoger a 22.500 refugiados. De ellos 4555 han llegado a su destino, ninguno a nuestro país. Canadá ha concluido en tres meses el asilo de los 25.000 refugiados a los que se comprometió su gobierno. Como Marina Albiol dice, "nosotros pagamos la factura y Turquía se encarga del trabajo sucio, (...) este acuerdo entierra para siempre la Convención de Ginebra". En los últimos cuatro meses las tropas fronterizas turcas ya han matado a tiros a 16 refugiados, varios de ellos, niños. Y como dice Esteban Beltrán, de Amnistía Internacional, "no es sólo es que Turquía sea un país inseguro para los refugiados, es que cada vez lo es más".
¿Puede el arte cambiar la vida de unos niños condenados a la miseria y el olvido? Ganadora del Oscar 2004 a la mejor película documental, "Los niños del barrio Rojo" es una crónica de cómo la fotógrafa Zana Briski intentó ofrecer una oportunidad a los hijos de las prostitutas del barrio Rojo de Calcuta enseñándoles a manejar una cámara de fotos. Conmovedor y sincero, aunque desprovisto de sentimentalismo, el documental es un tributo a la resistencia de la infancia y al poder restaurador del arte.
En 1998, la fotoperiodista neoyorquina Zana Briski se encontraba en Calcuta documentando la vida de las más de 7.000 prostitutas del barrio Rojo. Tras pasar varios meses en los burdeles, conviviendo con las mujeres y sus hijos, Briski se dio cuenta de que eran estos últimos los verdaderos protagonistas de aquel mundo sin aparente escapatoria: los niños del barrio Rojo.
La fascinación que Briski comenzó a sentir por los chicos era la misma que ellos tenían por su cámara de fotos, y pensó que sería maravilloso ver el mundo a través de los ojos de aquellos pequeños desheredados. En ese momento concibió la idea de enseñar fotografía a los hijos de las prostitutas: "Cuando llegué al barrio Rojo de Calcuta, no tenía ninguna intención de enseñar a los niños, yo había ido allí para hacer mi propio trabajo: fotografiar la vida de las mujeres. Sin embargo, tras pasar tiempo con ellos, sentí que debía ayudarlos de alguna manera" -explica Briski. "Compré varias cámaras y me puse a trabajar en lo único que sé hacer: fotografías. Al final, los chicos eran capaces de hacer sus propias fotos y de sentirse orgullosos de su obra".
Durante su aprendizaje, los niños tuvieron acceso a un mundo más allá de los muros del barrio Rojo y pudieron hacer fotos de escenas de la calle, del zoo, la playa... Inspirada por el talento de sus jóvenes discípulos, y preocupada por su futuro, Briski quiso dar un paso más e intentar sacar a los chicos de los prostíbulos, para darles la oportunidad de una vida mejor.
Muchos de ellos no acudían a clase regularmente y sus opciones tampoco eran muy buenas si se escolarizaban en las deficientes instituciones públicas indias. Briski buscó colegios internos que quisiesen hacerse cargo de ellos y preparó una exposición con las fotos de los niños -primero en Nueva York y después en Calcuta- con el fin de recaudar dinero para su educación: el orgullo de los niños al ver expuesto su propio trabajo es una de las secuencias más poderosas de "Los niños del barrio Rojo".
Pero conseguir que los chicos traspasasen el mundo en el que habían crecido no era nada fácil, ya que debían enfrentarse con el caos y los peligros del prostíbulo: clientes agresivos, abuso de drogas y alcohol, robos y asesinatos, además de correr el riesgo de ser obligados a prostituirse. De hecho, algunos no lo han conseguido. Aún así, como afirma el codirector del documental, Ross Kauffman: "Presenciar la transformación de esos chicos ha sido extraordinario".
Comenzamos, estremecidos aún por este fragmento de amor lupino del inolvidable Félix Rodríguez de la Fuente (gentileza de Carlos de Hita), un nuevo post sobre los lobos, esta vez para recordar que este próximo domingo 13 de marzo se va a producir en Madrid una manifestación histórica por la inmediata y estricta protección del lobo ibérico en toda España, tal y como ocurre en Portugal, donde también habita, completamente protegido por ley, nuestro querido Canis Lupus Signatus. Actualmente el lobo ibérico está siendo perseguido y cazado en nuestro país por orden de las Administraciones en distintas regiones, que priorizan los intereses de los ganaderos frente a la protección de la fauna salvaje, falseando los datos sobre el censo de lobos (no hay ninguno desde 1988) y los daños que este animal provoca. Hay un dato muy significativo que ayuda a dimensionar estos daños, ya que las predaciones del lobo sobre la cabaña ganadera de toda España no alcanzan ni el 0,7% de la misma, o sea, una cantidad completamente anecdótica. Daños mínimos que podrían reducirse más aún si los ganaderos tomaran mínimas y tradicionales medidas de protección como, entre otras, guardar sus animales por la noche, usaran mastines (y burros) para vigilar sus rebaños o técnicas tan sencillas como los 'fladrys' etc y si aún se produjeran daños a las reses, estos deberían ser cubiertas por el pago de compensaciones económicas por parte de las Administraciones. Es de destacar cómo en la zamorana Sierra de la Culebra, donde existe la mayor densidad de lobos de toda Europa Occidental es donde menos daños ha causado el lobo, simplemente porque los pastores y ganaderos de la zona toman algunas de estas medidas, tan sencillo como eso. Sin embargo se insiste en culpar al lobo de los males que aquejan a la ganadería de nuestro país y por ello, es perseguido, envenenado, cazado sin piedad por miserables que disfrutan matándolos desde 'casetas de la muerte' atrayéndolos con carroñas, bajo la complacencia de autoridades irresponsables y el neocaciquismo clientelar de los políticos.
Así que lo que íbamos, la manifestación, convocada por Lobo Marley, Equo, PACMA, los Verdes Europeos y la European Alliance for Wolf Conservation y a la que se han adherido más de 200 organizaciones y ONG's partirá este domingo, partirá de la Calle Alcalá 24 a las 12 de la mañana y culminará en la Puerta del Sol. Allí estará el Juez Roy Bean, al lado de Luis Miguel Domínguez y toda la buena gente que se congregará por la protección absoluta de este animal señero y maravilloso, auténtico patrimonio nacional que debe ser protegido como tal. Allí os esperaremos miles de personas llegados desde toda España, por los lobos de Félix, por los de Marcos Rodríguez Pantoja, por los de Luismi Dominguez y Carlos de Hita, por los lobos de todos, ni un solo lobo muerto más, ¡¡¡LOBO VIVO, LOBO PROTEGIDO!!!
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P.D. El domingo 13 de marzo, todos juntos conseguimos lo que parecía imposible, y desde Lobo Marley queremos trasladaros nuestra alegría por la confluencia, física y en la distancia, de tantos defensores del lobo. Es imposible plasmar en palabras las emociones vividas al sentir esas más de 20.000 voces aullando y reafirmando aún más nuestra determinación en la defensa del lobo. Ayer, en el aniversario del fallecimiento de Felix Rodríguez de la Fuente, nos sentimos con más fuerza que nunca para llevar el testigo de su gran labor.
El lobo no conoce de fronteras ni de banderas; es un ser indómito, icono de libertad, esencial en nuestro planeta y ecosistemas, como bien saben en Ecologistas en Acción, WWF y las más de 230 entidades que apoyaron este acto olvidando divergencias, con un objetivo común; marcar el pulso actual de nuestra sociedad.
Estamos satisfechos de que, junto a tantas entidades conservacionistas de nuestro país también acudiesen agrupaciones extranjeras, como Ferus (Francia) y Zoological (Portugal), que además de a sus respectivos países, también representaban, junto a Lobo Marley, a nuestra “Alianza Europea para la Conservación del Lobo”. Y nos alegra enormemente que también encabezasen esta marcha dos fuerzas políticas: Pacma y Equo, que han sido claro ejemplo de captación del sentir de los ciudadanos, de ese pulso social.
Y es que la defensa del lobo ya no es una opción, sino que es un deber. Confiamos en que pronto junto a Equo y Pacma se aúnen más esfuerzos para que el lobo tenga la consideración y protección que por ley natural le pertenece, porque por él fuimos multitud el domingo 13, pero mañana seremos legión.
¡¡Lobo Vivo, Lobo Protegido!! El equipo de Lobo Marley 15 de marzo de 2016.
Hace dos años nos hacíamos eco en uno de nuestros posts sobre las infancias en guerra de una campaña de Save The Children, hoy esta misma ONG continúa mostrándonos qué le ocurriría a la niña protagonista, dos años después, en su búsqueda infructuosa de refugio, de empatía. Como tantos otros que esperan que nosotros la tengamos con ellos.
Oh when I look to the shape of my heart, It's separated only by scars That cut in and cut out Oh and leave me without Oh a heart that functions at all. And when I look to the shape of the sky, I give thanks for this hollow chest of mine; That I no longer feel The great weight of ordeals That can make this life so unkind Oh and if there's any love in me, Don't let it show. Oh and if there's any love in me, Don't let it grow. Oh when the wild was all covered by snow, I forgot the colours that the grass tend to grow. Oh the trees were all leafless, And lifeless and black, And I wondered if the leaves could grow back For your heart is like a flower as it grows, And its the rain, not just the sun that helps it bloom, And you don't know how it feels to be alive, Until you know how it feels to die Oh and if there's any love in me, Don't let it show. Oh and if there's any love in me, Don't let it grow. Oh and if there's any love in me, Don't let it show. oh and if there's any love in me, Don't let it grow. Oh and if there's any love in me, Don't let it show. oh and if there's any love in me, Don't let it grow