Un mundo mejor es posible (43) 'I am not your negro': la lucha de los afroamericanos por los derechos civiles


"No hay un país en la historia mundial en el que el racismo haya tenido un papel tan importante y durante tanto tiempo como en los Estados Unidos. El problema de la «barrera racial» o «color line» todavía existe… ¿Cómo empezó? […] En las colonias inglesas la esclavitud pasó a ser rápidamente una institución estable, la relación laboral normal entre negros y blancos. Junto a ellas se desarrolló ese sentimiento racial especial –sea odio, menosprecio, piedad o paternalismo– que acompañaría la posición inferior de los negros en América durante los 350 años siguientes –esa combinación de rango inferior y pensamiento peyorativo que llamamos 'racismo' (...) La comprensión de esta relación entre lo estructural –'relación laboral', 'rango inferior'– y lo ideológico –'odio, menosprecio, piedad, paternalismo'– es imprescindible para entender por qué EEUU tiene el triste privilegio de encabezar el ranking de racismo en la historia mundial." Howard Zinn, historiador estadounidense.

Con la irrupción electoral de Donald Trump y tras los múltiples atropellos policiales en los últimos años principalmente sobre negros y latinos, en Estados Unidos ha salido a flote una terrible situación que se extiende a lo largo y ancho del país: el odio racial. Un odio que se ampara en la asimetría del sistema, en la falta de oportunidades de los más pobres y vulnerables, que suelen ser las comunidades afroamericanas.

Lo cierto es que las diferencias de clase y de raza siguen siendo enormes aunque la elección presidencial por dos veces de Barack Obama pudiera habernos hecho creer que Estados Unidos podría vencer esta lacra que arrastra desde su fundación como nación. De hecho, el racismo fue probablemente el conflicto interno más serio al que se enfrentó la Administración Obama en sus años ocho años de gobierno. Un presidente afroamericano que llegó al poder e hizo visible la lucha de sus pares, una lucha que con la llegada de Trump parece arreciar.

Es esta pues una realidad que, a pesar de los indudables avances conseguidos, sigue cruelmente vigente como relata de manera contundente el documental que hoy presentamos, 'I am not your negro'. Un film que nos muestra la lucha de los afroamericanos en la conquista de los derechos civiles con toda su crudeza y en el que lo más terrible es, precisamente, comprobar que la situación de los afroamericanos sigue irresuelta, que la desigualdad y violencia policial sigue cobrándose víctimas entre ellos todos los días.

'I Am Not Your Negro' parte de 'Remember This House', un libro inacabado del escritor, poeta y pensador estadounidense James Baldwin (1924-1987), un acérrimo defensor de los derechos civiles. Extractos de este manuscrito y las cartas que envió a su editor, Jay Acton, articulan el pensamiento de Baldwin (entonado por la voz de Samuel L. Jackson) que es el eje central de este documental dirigido por el director haitiano Raoul Peck en 2016, aunque el filme también recupera varias de las intervenciones del autor en directo en la televisión o en todo tipo de foros públicos.

Baldwin mantuvo amistad y correspondencia con los principales líderes del movimiento y Peck utiliza su documental para relatar estas memorias inconclusas que recuerdan a tres de ellos, asesinados todos antes de cumplir los 40 años: Medgar Evers, Malcolm X y Martin Luther KingBaldwin se sentía como una suerte de testigo de estos acontecimientos que estaban marcando la historia y así reivindica a los tres personajes, aunque también muestre las diferencias dialécticas entre ellos. 

En 'I Am Not Your Negro' Baldwin descarga toda su razón, toda su ira, para denunciar la persistencia de la discriminación racial en el sistema a pesar de la abolición de la esclavitud. Incluso el papel que han tenido el cine y la publicidad en la perpetuación de estereotipos y prejuicios en la sociedad estadounidense mientras nos invita a hacer un repaso por la más doliente historia de los afroamericanos, que aunque a algunos moleste, también es la de Estados Unidos.



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Una guerra en marcha

El País - Jordi Costa

El rostro maquillado, blanco y sublimado en refulgente Eastman Color de Doris Day se encadena con la imagen de una mujer afroamericana ahorcada en una de las decisiones formales más agresivas de I Am Not Your Negro, documental del haitiano Raoul Peck que revive las palabras del escritor James Baldwin, creando constantes puentes entre la carga de culpa del pasado americano y un crispado presente de cuestiones no resueltas. Siguiendo los preceptos del montaje dialéctico, la unión de esas dos imágenes –Doris Day + esa víctima anónima- se convierte en conciso diagnóstico del estado de la cuestión (racial) en una nación americana que acaba de dar legitimidad electoral a inéditas inflexiones de la intolerancia: la América blanca es un rostro edulcorado y elevado a la condición de icono (icono de una religión donde el credo es el mercado y la supremacía racial, su correspondiente deriva integrista); la América negra es un cuerpo sin nombre colgado de una soga. El documental tiene espíritu de grito urgente y la dinamo que lo propulsa es el mismo imperativo de supervivencia que, en nuestro entorno inmediato, mueve la lucha feminista contra la violencia de género: algo tan básico y tremendo como ese “¡Nos matan!” que nada tiene de metafórico.

Mataron a Medgar Evers, Malcolm X y Martin Luther King… y, a día de hoy, la violencia policial sigue cobrándose víctimas. Peck, que fue ministro de Cultura en Haití y lleva años volcando su pensamiento activista en una obra cinematográfica acentuadamente politizada –su último trabajo de ficción aborda la juventud de Karl Marx-, parte del manuscrito inacabado de Remember this House, la obra que James Baldwin quiso consagrar a la memoria de sus amigos asesinados –Evers, Malcolm X y Luther King- en el contexto de la lucha por los derechos civiles de la comunidad afroamericana.


La voz de Samuel L. Jackson rescata las furiosas palabras de Baldwin, mientras el implacable trabajo de montaje de Alexandra Strauss abole toda distancia temporal entre el entonces y el ahora. Los informes del FBI sobre Baldwin dejan claro el subtexto del asunto: esto no es un pulso, es una guerra.

Globalización, capitalismo y otros resortes de poder (64) Cuando dos mundos chocan


El cinco de junio de 2009 el sereno aire de Bagua, una región en la selva norte del Perú, se tiñó de tragedia. Allí, en medio de aquel paradisiaco escenario el choque entre policías y manifestantes de pueblos amazónicos dejó como saldo 33 muertos y un policía desaparecido. Pero también dejó a la nación peruana dividida por las manipulaciones del poder político y empresarial, por los efectos nocivos de la utilización de los recursos de la Amazonía y la afectación de los derechos colectivos de los pueblos indígenas que la habitan. Otra lucha de poder con la Naturaleza como excusa, otro desastre ecológico producido por la búsqueda de petróleo en los bosques, otra manifestación más de la célebre 'maldición de los recursos'.

En ese año, en el segundo mandato de Alan García y en el marco del Tratado de Libre Comercio entre Perú y Estados Unidos, el gobierno peruano había aprobado decretos que permitieron el ingreso de empresas transnacionales en la región para realizar prospecciones en busca de petróleo, como era de prever, que causaron graves destrozos en las tierras de los indígenas de las etnias awajún y wampi. Todo esto se hizo sin haberlos consultado como rezaba (aún lo hace) la Constitución peruana. 

Alan García y su ministra del Interior Mercedes Cabanillas azuzaron a la opinión pública peruana contra los indígenas y sus políticas sobre los territorios y recursos amazónicos desembocaron en un largo conflicto con los pueblos indígenas en el que perdieron la vida al menos 33 personas, entre nativos y policías.

La mala gestión gubernamental y la incapacidad del congreso para enfrentar ese conflicto llevaron a una violenta intervención policial en algunos lugares de la Amazonia peruana que fue contestada por los indígenas con la muerte de algunos policías y el secuestro (y posterior asesinato) de un mediador gubernamental. Una situación límite que convirtió aquellos días en un icono de la violencia y la apropiación de los recursos naturales de la zona y que a su vez colocó en una nueva visibilidad a las organizaciones de los pueblos indígenas y sus dirigentes, como Alberto Pizango, uno de los principales protagonistas en toda esta historia.

El Choque de Dos Mundos

El documental que hoy presentamos, 'Cuando Dos Mundos chocan' (When two worlds collide) muestra desde dentro el inicio, desarrollo y desenlace del conflicto. En 2007 los documentalistas Heidi Brandenburg y Mathew Orzel comenzaron a investigar sobre las consecuencias del Tratado de Libre Comercio entre Perú y Estados Unidos, los pueblos indígenas de la Amazonía y sus territorios. Conocieron a quien era entonces el presidente de la principal organización que agrupa a la población de la selva, Alberto Pizango.

Con Pizango establecieron un vínculo de confianza que les permitió filmarlo junto a su familia a lo largo de la crisis socio-política desatada cuando el gobierno de García aprobó los decretos legislativos inconstitucionales que no fueron consultados con los indígenas de acuerdo al Convenio 169 de la OIT (Organización Internacional del Trabajo). 

Ante esa situación, estalló el conflicto y las organizaciones convocaron a un paro para exigir la derogatoria de las normas que atentaban contra la propiedad colectiva de la tierra y facilitaban la inversión privada en los bosques y el agua.

El film nos presenta una narración cronológica de los hechos que nos permite ser testigos de la situación y conocer los sitios amazónicos amenazados, las posturas de los dirigentes indígenas y las respuestas del gobierno de García. En él se intercalan entrevistas, reportes periodísticos de la época e incluso filmaciones propias sobre momentos cruciales del conflicto.

El documental, de 103 minutos, abarca ocho años de acontecimientos e incluye el desarrollo del juicio contra Pizango y otros 52 ciudadanos, indígenas amazónicos en su gran mayoría, algunos sin dominio del español. Un recorrido por la lucha en defensa de los recursos naturales que nos invita a preguntarnos ¿A quién beneficia la explotación de estos recursos? ¿A todos o a solo unos pocos?

Ocho años después

Hoy el problema está lejos de haberse solucionado. El Estado y las empresas no cesan en dirigir sus miradas al petróleo, la madera y el oro que hay en la Amazonía y la precaria situación de los pueblos indígenas que la habitan no ha cambiado. 

El contenido de los decretos legislativos que se dieron durante el gobierno de Alan García y que generaron el ‘Baguazo’ fueron siendo aprobados paulatinamente a través de sucesivos decretos y leyes en la gestión del ex presidente Ollanta Humala y ha continuado en la actual administración de Pedro Pablo Kuczynski. Mientras, y como siempre sucede, los familiares de los muertos de ambos bandos siguen reclamando justicia y llorando a sus muertos.

Vocabulario Fundamental. Odio (8) La Internacional del odio




La Internacional del odio

InfoLibre - Ramón Lobo 20.08.2017


Los ataques de Las Ramblas y Cambrils impactan y conmueven especialmente, más allá de la empatía con las víctimas, porque consiguen que todos nos sintamos vulnerables. El terror low cost emplea herramientas difíciles de detectar, como el alquiler de vehículos, que reducen casi a cero los espacios de seguridad mental. ¿Quién no ha caminado por un bulevar, la acera de un puente o una calle peatonal?

La mayoría de los atentados yihadistas en Europa los han cometido ciudadanos europeos. Las propuestas de cerrar las fronteras son inútiles. Es un hagamos algo porque no sabemos qué hacer. Son inútiles porque los terroristas no vienen de fuera, están dentro, han nacido aquí. Son belgas, franceses, británicos, españoles. No viajan en patera ni saltan vallas, porque entran por los aeropuertos con su pasaporte, como usted y como yo.


Cuesta manejar la idea de la existencia de un enemigo invisible como los miembros de la célula de Ripoll porque multiplica nuestra vulnerabilidad. Para manejar ese sentimiento, tendemos a acotarlo en una raza, una religión, una nacionalidad. De ahí nacen la islamofobia y el racismo. El objetivo del terror es aterrorizar, generar un pánico indiscriminado que anule la capacidad colectiva de pensar. Toda reacción desde las tripas representa una victoria porque nos iguala. Logra que todos, víctimas y verdugos, estemos juntos en un mismo espacio emocional. De ahí la importancia del No tinc por. No solo es una declaración –no tenemos miedo–, es un grito que refuerza la pertenencia, nos ayuda a sentir que no estamos solos. Somos parte de una comunidad que no se rinde, que está dispuesta a la resistencia.

Antes de seguir, una pregunta: ¿qué es terrorismo?



Despreciar al enemigo, considerarlo bárbaro o tonto, es el camino más fácil hacia la derrota. Para vencer es necesario aceptar que nos enfrentamos a personas inteligentes que tienen un plan y unas razones. Atacan a nuestros civiles porque sienten que nosotros bombardeamos a los suyos. Atentan porque sienten que atentamos contra sus países. Es necesario enfrentar su narrativa con otra narrativa. No bastan las declaraciones pomposas, por lo general, huecas. Nos movemos en una guerra de percepciones. La de la seguridad, la del miedo. La percepción de que todos somos objetivo. Es un campo propenso para la manipulación política.

Les recomiendo el artículo “As Vehicle Attacks Rise, an Ordinary Object Becomes an Instrument of Fear”, de Amanda Taub en The New York Times. Cita el trabajo de Marc Hetherington y Elizabeth Suhay, dos expertos en Ciencia Política. Sostienen que cuando las personas más propensas a confiar en el otro se sienten en riesgo de sufrir un ataque, suelen ser las más dispuestas a sacrificar parte de sus libertades a cambio de seguridad. Recuerdan que en EEUU mueren entre 30.000 y 40.000 personas al año en accidentes de automóvil, muchos más que los muertos por terrorismo en todo el mundo. Pero nadie se siente amenazado al subirse a un coche. No percibimos el accidente de tráfico como un riesgo inminente. Pero nuestra cabeza no funciona igual con los atentados.



El miedo nos empuja a dividir el mundo entre "ellos" y "nosotros", a levantar muros físicos y muros de prejuicios. La primera victoria de los terroristas es que no sepamos diferenciar entre asesinos y víctimas. Un estudio del think thank Chatham House, citado por Taub, revela que más de un 50% de los europeos están de acuerdo con prohibir la inmigración procedente de países musulmanes. Igual que Donald Trump. El virus de la intolerancia también está entre nosotros, no solo afecta a los yihadistas.

Por qué nos atacan

Para el universo salafista, del que surgen Al Qaeda y Estado Islámico, España pertenece a la coalición que libra una guerra contra el islam. José María Aznar nos puso en el mapa con su foto en las Azores. Es increíble que el hombrecillo insufrible tenga la indecencia de seguir dando consejos en lugar de pedir perdón e irse de una vez a su casa. España ha tenido tropas en Irak y en Afganistán, y mantiene instructores en Irak. Somos parte de "los cruzados", como nos llaman.

Las empresas europeas del sector vendieron en 2016 armas por valor de 80.000 millones de euros. De esa cantidad, 25.000 millones proceden de ventas a Arabia Saudí, que apenas tiene 30 millones de habitantes. España vendió a Riad por valor de 116 millones de euros, de los que 34,7 fueron en municiones. Arabia Saudí es uno de nuestros grandes socios no importa quién esté en la Moncloa. Gran parte de esas armas y municiones sirven para matar personas en Yemen y Siria. No somos inocentes.

Francia y Reino Unido participan, junto a EEUU, en misiones de bombardeo en Siria. Por muy inteligentes que sean las bombas que lanzan, mueren civiles. Tan civiles como los nuestros.

Nuestros aliados en Oriente Próximo

Nuestro principal aliado en la zona es nuestro principal problema: Arabia Saudí. Le compramos petróleo y le vendemos armas sin preguntar demasiado. Parece un buen negocio. Arabia Saudí gasta miles de millones en extender por el mundo su versión rigorista del islam, el wahabismo, que empezó como una corriente herética dentro del islam suní, pero si tienes mucho dinero te puedes comprar que deje de serlo. El año que el ISIS conquistó Raqqa, su ‘capital’ en Siria, utilizó libros de texto saudíes para las escuelas. Están en la misma frecuencia ideológica.





Riad financia a miles de asociaciones políticas y organizaciones religiosas. De ese universo surgen los grupos armados y gran parte del terrorismo actual. Esa red tenía dos objetivos, extender el wahabismo y la hegemonía saudí en la región frente a Irán, el país de referencia de la otra gran corriente del islam, el chiísmo, y alejar lo más posible a los grupos más radicales. No funciona porque la monarquía saudí también es un objetivo de los más radicales.

Durante el mandato de Barack Obama se produjo un importante cambio estratégico. Tras la firma del pacto nuclear con Irán, este país obtuvo de Occidente el reconocimiento indirecto de aliado potencial. No puede ser automático porque aún pesan décadas de odio y animosidad. Pero la tendencia era reconocer que Irán es el país que mejor defiende nuestros intereses en la zona. Es la vanguardia, junto a los kurdos, de la lucha contra el ISIS en Irak y Siria. Irán y Arabia Saudí son enemigos mortales. Si nos acercamos a uno, nos alejamos del otro. Nadie trabaja los puentes.


La llegada de Trump a la Casa Blanca ha devuelto el protagonismo a los saudíes. Y la confianza como para lanzarse contra Qatar, al que ha impuesto sanciones y un embargo. Qatar tampoco es inocente en la financiación del salafismo y de grupos armados en Siria y Libia. El problema no es ese, sino que Doha apoya a los Hermanos Musulmanes, rivales del wahabismo. Además, Qatar comparte una gran reserva de gas con Irán y también algunas ideas sobre el mapa de la región, algo que irrita a Riad. En la partida por la hegemonía en el mundo árabe suní, Doha se mueve según sus propios intereses.

La Internacional del Odio

No es una guerra contra nuestro estilo de vida y nuestras libertades, como dicen algunos políticos especializados en el disparate. De los 72.000 muertos en atentados yihadistas entre los años 2000 y 2014, más 63.000 son musulmanes. Un tercio de los 86 muertos en el atentado de Niza eran musulmanes. Entre las víctimas de Barcelona, muertos o heridos, hay musulmanes. ¿Contra qué tipo de valores atentan los yihadistas cuando matan musulmanes?




Los delitos no los cometen las religiones, las razas, los sexos o las nacionalidades. Los delitos los cometen las personas. El motor del yihadismo es el odio, como lo es en los supremacistas blancos de EEUU, los neonazis y toda esa caterva de movimientos fascistas que agitan el rechazo del otro.

Lo llamo la Internacional del Odio porque están en la misma frecuencia ideológica y moral. Como lo están muchos de los tuiteros, políticos y periodistas que han tuiteado basura en las redes sociales. ¿Cómo vencer al odio con más odio? Muchos han quedado retratados.

Buscan mezclar terroristas con refugiados sirios, a los que hemos cerrado la puerta. Estos refugiados huyen de atentados como el de Barcelona o los del 11M. Solo existe una diferencia: los suyos son diarios. Más de la mitad de la población siria se ha visto forzada a dejar sus casas por la violencia de una guerra en la que tenemos mucha responsabilidad.

Tres lecturas necesarias:

- Siria, el país de las almas rotas, de Mónica García Prieto y Javier Espinosa. 

- La semilla de odio, de la invasión de Irak al surgimiento del ISIS, de los mismos autores.

Oriente Medio, Oriente roto, de Mikel Ayestaran.

Cuál puede ser la respuesta

No existen las soluciones mágicas. No existe una solución militar. Haber derrotado al ISIS en Mosul, y estar más o menos cerca de conseguirlo en Raqqa, no garantiza nada. Se trasladará a otra zona de Siria. Por si toda falla han activado el plan B: el ISIS busca la manera de asentarse en Afganistán en competencia con los talibanes.

Detenciones de yihadistas en EspañaUna hipotética pérdida total del territorio les dejaría sin una pieza esencial en la construcción de la narrativa del Califato, que es el principal atractivo del ISIS, y la principal diferencia con Al Qaeda. Su alternativa sería potenciar la vía del terrorismo masivo, como el que ya practicó en sus orígenes en Irak.



Puede dar la impresión de que el ISIS está más débil, pero no es lo que dicen los datos. En 2017 llevamos 3.950 muertos en atentados yihadistas: Afganistán (849), Irak (647), Siria (602). A cola de la lista, la Unión Europea (50), sin contar los de Barcelona y Cambrils. No somos el objetivo por mucho que se empeñen los supremacistas españoles.

Es necesaria una respuesta policial, anticiparse como se ha hecho en España desde 2004. Ha tenido éxito hasta el jueves. La seguridad total no existe.


Detenciones de yihadistas en España


Es necesario buscar la implicación de las comunidades musulmanas europeas. Los atentados de París y Bruselas pusieron de manifiesto la paupérrima cooperación entre las policías de un mismo país y entre las del resto de la UE. Esa cooperación y la de los servicios secretos es clave. Debería haber una especie de FBI europeo. No puede ser que la gran mayoría de los imanes que predican en Europa estén formados en países extranjeros no democráticos


¿Qué tipo de valores de tolerancia pueden predicar los que han sido educados en la intolerancia? Arabia Saudí es el principal controlador de esas mezquitas legales, como la de la M30. Hay que pactar con las comunidades musulmanas que los imanes se eduquen en Europa, en nuestros valores, para que puedan enseñar convivencia. La investigación de Ripoll ya tiene su imán salafista en el centro de la radicalización. Estos son los que vienen de fuera. Y están las mezquitas clandestinas.

¿Perseguimos a todos los imanes que predican el odio? ¿Haríamos los mismo con el arzobispo de Alcalá y otros que atacan derechos, leyes y personas?



Hay que trabajar en la educación y en el apoyo de los jóvenes sin empleo ni esperanza de tenerlo. Si nuestro gobierno no se preocupa de los jóvenes blancos, católicos o excatólicos.¿cómo pedir ayudas específicas para vivienda y empleo en las comunidades magrebíes?

Es necesaria un política de integración mutua, que las dos partes recorran la mitad del puente para que el encuentro sea posible. Los minutos de silencio ayudan a vencer el miedo, a sentir la pertenencia de la que hablaba al principio. Pero ayudan más cinco minutos de acción política más allá del postureo, la propaganda y los prejuicios.

Vocabulario Fundamental. Cambio Climático (8) Realidades extremas

'Realidades extremas' (Extreme Realities) es un documental dirigido en 2014 por los realizadores estadounidenses Marilyn y Hal Wiener y presentado por el siempre comprometido Matt Damon, que investiga una de las más críticas cuestiones de nuestro tiempo, la relación entre los eventos metereológicos extremos que sufre el planeta y el calentamiento global antropogénico, lo que se concreta en serias amenazas a la seguridad de nuestro planeta. Miedito. 

Realidades extremas

"Realidades extremas" analiza minuciosamente, la fragilidad y la vulnerabilidad de la población, ante las consecuencias que el cambio climático provoca en el sistema económico, social y sanitario de las naciones afectadas.

La seguridad del planeta se ve comprometida por los efectos del clima errático como las sequías prolongadas, fuertes olas de calor, graves inundaciones. Sus consecuencias son refugiados medioambientales, muertes tribales o conflictos armados.

¿Puede un fenómeno climático extremo, junto con una serie de reivindicaciones económicas y de derechos humanos, contribuir a la caída de regímenes políticos y poner en riesgo la estabilidad de toda una zona?

La realidad actual es un planeta asediado por más catástrofes climáticas extremas, de las registradas hasta ahora en los últimos cien años. Y este cambio climático se ha convertido en uno de los principales problemas de la política exterior del siglo XXI.

Acción de Greenpeace contra plataformas petrolíferas en el Ártico

Realidades extremas

Refugiados medioambientales por sequías o inundaciones, conflictos tribales, causadas por los escasos recursos de agua, levantamientos sociales, provocados por la subida de precios de los alimentos básicos, visibilizan la vulnerabilidad de las personas y comprometen la seguridad de las naciones.

Los riesgos asociados al cambio climático generan una delicada relación entre la población y el mundo que habitamos. La conexión entre los fenómenos meteorológicos extremos y las crisis económicas, sociales y sanitarias se está convirtiendo en uno de los principales problemas de la política exterior

31.05.2017 Documentos TV

El planeta tiene hoy un nuevo y alarmante desafío medioambiental, el cambio climático. Con motivo del Día Mundial del Medioambiente, Documentos Tv emite “Realidades Extremas”, un brillante trabajo de la PBS estadounidense, donde se analiza minuciosamente, la fragilidad y la vulnerabilidad de la población, ante las consecuencias que el cambio climático provoca en el sistema económico, social y sanitario de las naciones afectadas “El cambio climático ya es una causa de la violencia. No va a pasar en el futuro, ya está pasando”, afirma Christian Parenti, un periodista que trabaja en las zonas de guerra más peligrosas del mundo.

Recogida de carbón en África

La seguridad del planeta se ve comprometida por los efectos del clima errático como las sequías prolongadas, fuertes olas de calor, graves inundaciones. Sus consecuencias, refugiados medioambientales, muertes tribales o conflictos armados. “Tenemos que entender, que existe una nueva geopolítica del Ártico, que va a emerger en las próximas décadas”, asegura Sherry Goodman, la exsubsecretaria del Departamento de Defensa de Estados Unidos en el documental.

Moscú, ola de calor y grandes incendios

¿Puede entonces, un fenómeno climático extremo, junto con una serie de reivindicaciones económicas y de derechos humanos contribuir a la caída de regímenes políticos y poner en riesgo la estabilidad de toda una zona? “El cambio climático lleva a la gente al límite y pasa rápidamente de ser un problema económico local a ser un problema político local y entonces se convierte en un problema de seguridad global”, sostiene el vicepresidente de Oxfam en “Realidades Extremas”.

Esta es la nueva normalidad. La realidad actual es un planeta, asediado por más catástrofes climáticas extremas, de las registradas hasta ahora en los últimos cien años. Y este cambio climático se ha convertido en uno de los principales problemas de la política exterior del siglo XXI.



Vocabulario Fundamental. Olvido (13) Los lugares olvidados según Julia Clay y Geppe Monrós



¿Realmente abandonados?

Cada sitio tiene una historia, cada rincón guarda un secreto pero ¿qué pasa con ellos cuando la vida deja, aparentemente, de existir allí? Hoy presentamos un documental que busca dar sentido a aquello que a simple viste parece ya no existir dentro de las paredes. '¿Abandonado?' es un film dirigido por Julia Clay y Geppe Monrós en 2013 que nos invita a la reflexión sobre lugares y edificios europeos que han caído en desuso.

Este documental propone un viaje por 24 países de Europa para explorar la belleza y la transformación que experimentan los lugares abandonados, la necesidad de utilizarlos y las diferentes maneras de hacerlo. Un repaso a su historia, sus cambios, su relación con el hombre o con el medio ambiente a través de vídeos, fotografías e imágenes de archivo.


Europa está llena de sitios y edificios supuestamente "abandonados" que en realidad no lo están, pues viven en un constante estado de transformación. Son lugares que esconden belleza, evocación y carga histórica. Los seres humanos tienen la capacidad para conservar, transformar y reutilizar estos lugares, reduciendo la presión del crecimiento urbano sobre el medio ambiente, preservando su patrimonio y dotándolos de una función nueva que les permita recuperar su identidad. 

'¿Abandonado?' refleja un viaje de 13 meses en una caravana por lugares abandonados, incluyendo diferentes momentos en el tiempo y diferentes culturas: desde bunkers y una central eléctrica abandonados en Albania hasta palacios y una antigua base militar soviética de misiles nucleares en Ucrania; un hospital subterráneo abandonado y una base secreta de submarinos en la isla de Vis en Croacia; colegios, hoteles, discotecas y centros de ocio abandonados en la antigua República Democrática Alemana y así hasta alrededor de 1.000 espacios abandonados que visitaron en esta aventura en pos del olvido.

Este film ilustra cada sitio con vídeo y fotografías actuales junto con algunas imágenes de archivo para mostrar su evolución. Una forma de descubrir su capacidad de evocación y belleza, que actúan de punto de partida y como marco visual para contemplar, maravillarse y reflexionar sobre sus transformaciones.

Además, expone situaciones de ocupación, conservación, adquisición y recuperación, reciclado y reutilización de los mismos. Muestra la relación dinámica entre el hombre y esos lugares, junto con sus repercusiones medioambientales y socioculturales. Además, presenta las opiniones, reflexiones y resultados del trabajo de diferentes personas y expertos implicados en la conservación o en la transformación de estos lugares olvidados pero en los que aún existe vida. Una invitación a redescubrir los vestigios del pasado.

Estupor y Temblores (57) Terror en el paraíso

Hoteles de lujo, sitios culturales emblemáticos, famosos bazares, monumentos históricamente visitados por miles de personas hoy se ven expuestos a una realidad totalmente distinta... Porque los turistas europeos que los llenaban han desaparecido disuadidos, por ejemplo, por los atentados terroristas de las playas de Túnez (2015) y Egipto (2017) y del aeropuerto de Turquía (2016).  


El terrorismo y la desestabilización política han devastado el sector turístico de los países del sur del mediterráneo. La actividad turística de estos países, en caída libre, trae consigo el desplome económico de la región, la desestabilización social y la radicalización de sus ciudadanos. Una cruda realidad que se refleja en el documental que hoy presentamos del documental 'Terror en el paraíso' dirigido por el alemán Eberhard Rühle en el que podremos ver como la violencia extrema parece ir ganando la batalla.  

Terror en el paraíso

Durante varios años, el sol, la playa y el precio eran factores decisivos de los turistas europeos a la hora de elegir un destino para sus vacaciones. Túnez, Egipto y Turquía se convirtieron en ofertas de descanso y ocio que, incluso, iban mucho más allá de la temporada de verano. Sus playas, sus hoteles y sus lugares culturales emblemáticos fueron el acicate para que miles de occidentales los visitarán cada año.

Sin embargo, de unos años a esta parte, los ataques terroristas con el resultado de decenas de turistas europeos muertos han convulsionado la economía de estos países. "Hemos tenido que despedir a unos cuatrocientos veinte empleados en los últimos seis meses, más de dos tercios", asegura el director de un prestigioso hotel de el Cairo. "Estamos muy asustados. Como las cosas no cambien no sé qué vamos a hacer", dice uno de los despedidos de un hotel en Túnez.

Una sexta parte de los once millones de tunecinos viven de los ingresos derivados del turismo extranjero. La tasa de paro en las ciudades alcanza el 15%, pero en las zonas rurales la cifra asciende preocupantemente hasta el 50% entre la población joven. Y esta inestabilidad social se traduce en un radicalismo, que en muchos casos finaliza con el reclutamiento de estos jóvenes, para luchar con el Estado Islámico. "Quien reclutaba un yihadista para que fuese a Siria, recibía 20.000 dólares. El Yihadismo se convirtió en un negocio", afirma un experto en Ciencias Políticas y Terrorismo tunecino, en 'Terror en el paraíso'.

Turquía y Egipto también han sufrido el azote de una combinación de inestabilidad política, terrorismo y crisis económica. Todo ello ha espantando a los turistas. "Nosotros hemos sufrido mucho con el terrorismo", cuenta un guía montado en su camello frente a las pirámides de Gizah, desiertas de visitantes. "Esperamos que vuelvan, solo necesitamos una cosa, seguridad", dice otro, mientras navega sólo, en su falúa por el Nilo.

El sol, la playa y el precio eran los principales factores para elegir un destino de vacaciones pero ahora hay que sumar a esa lista el miedo al terrorismo.. Parece que el tiempo de los viajes sin preocupaciones es historia.



Vocabulario Fundamental. Mares y Océanos (17) El monopolio de los océanos

El monopolio de los océanos 

El documental 'El monopolio del océano' es una producción alemana de 2016 dirigida por Max Mönch y Alexander Lahl que indaga en cómo los países costeros han ido reclamando la propiedad de los océanos para ampliar el control sobre los recursos pesqueros, energéticos u estratégicos de sus costas o islas.

Actualmente se reconocen 200 millas náuticas de soberanía y aprovechamiento económico exclusivo, lo que lleva a países como China a emprender una disputa que implica a otros cinco países vecinos, ya que el país asiático se atribuye la soberanía de cerca del 90% del mar de China, por el que pasa anualmente un tráfico marítimo de 5 billones de euros en bienes y que se sospecha rico en recursos naturales.

En los últimos dos años ha acelerado la construcción y equipamiento de siete islotes artificiales, dotados ya de pistas de aterrizaje y sistemas de defensa. Con los países pujando por sus propios intereses la polémica está servida y así lo demuestra este documental.



El monopolio del océano

¿A quién pertenecen los océanos? Jurídicamente a todos los estados costeros se les concede una plataforma continental que alcanza las 200 millas náuticas como zona económica exclusiva pero un estado puede reclamar su plataforma continental geológica además de la jurídica, siempre y cuando pueda aportar datos que lo demuestren en un plazo de diez años. Este límite de tiempo desencadenó una auténtica carrera por los océanos del planeta y la mayor adjudicación de tierras de la historia. Es aquí donde entraron en juego la ciencia y los geólogos, que son ellos los que determinan dónde terminan el lecho marino o la plataforma continental, hasta dónde llega la soberanía de un estado en el océano.

Francia es uno de los países que encabeza estas reclamaciones. Gracias a su pasado colonial, controla islas en casi cada océano del mundo. Todas y cada una de las islas pueden crear su propia zona económica. Por ejemplo, la Polinesia Francesa, en el Pacífico, solo este grupo de islas le reporta a Francia 4 millones de kilómetros cuadrados.

Las islas son una carta triunfal en la partida por controlar los océanos del mundo. En los años 80, Gran Bretaña quería declarar el peñón Rockall, en el Atlántico Norte, como isla. Para reclamar el territorio marítimo circundante, debía demostrar que era habitable. El desembarco de Rockall casi le costó la vida al aventurero Tom McClean, que terminó poniéndose a salvo y permaneció en la roca 40 días. Consiguió convertir el peñón en isla para su país.

Okinotorishima, es la isla más meridional de Japón. Es una motita en la inmensidad del océano. Pero la zona marítima que aporta es más grande que el propio Japón. Una enorme expansión territorial, que conlleva derechos soberanos sobre la pesca y otros recursos naturales. Pero este territorio se perderá si desaparece el arrecife. Kayanne, es especialista en coral, y ha hallado un método para criarlos a gran escala y mantener con vida el atolón. Este hombre es la gran esperanza de Japón en la carrera por reclamar los océanos del mundo.




Cinco naciones que limitan con el océano Glacial Ártico se encuentran en plena pugna por ampliar sus derechos soberanos respecto al Polo Norte: Dinamarca, Canadá, Estados Unidos, Noruega y Rusia. Todos quieren tanto territorio como sea posible. Se calcula que la zona contiene el 10% de las reservas petrolíferas del mundo.

La Comisión de Límites de la Plataforma Continental de Naciones Unidas, formada por 21 geólogos, decidirá quién será el propietario de los océanos. Pero, de sus 21 miembros, 19 provienen de países que han solicitado expansiones territoriales. ¿Cómo pueden ser objetivos cuando los intereses económicos y estratégicos están en juego? ¿Influyen los intereses nacionales en las decisiones de sus miembros?