Mostrando entradas con la etiqueta Religiones fundamentalismos y otras supersticiones. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Religiones fundamentalismos y otras supersticiones. Mostrar todas las entradas

Vocabulario Fundamental. Fundamentalismo (18) Crímenes de honor, fundamentalismo de familia

"Preparé mi pistola y me llevé a mi hija. En ese momento mi sobrino abrió la puerta y la sacó del coche con tanta fuerza que hasta le rompió la pierna y entonces empezamos a dispararle (...) Cuando la esposa o la hija de uno comete un error de naturaleza sexual, todo el mundo chismorrea: mira, ese es el marido o el padre de esa puta”.

"Me desgarraron los muslos y el vientre. Todo mi ser y todos mis miembros estaban ensangrentados; eran varios sobre mí. (...)  Uno de ellos, un monstruo, me lanzó sobre su hombro como un animal de matadero y me arrastró hasta el cementerio cercano para violarme, amenazando con degollarme con un pedazo de chatarra."

Crímenes de honor 

Una joven tapada apura el paso. Busca a Masarrat Misbah, creadora de la fundación 'Vuelve a Sonreír' en Pakistán. Cuando se quita el velo, la chica solo tiene un ojo, apenas entreabierto. Tampoco tiene nariz y la boca le sobresale. Está completamente quemada. 

Han pasado 40 años desde la Declaración de los derechos humanos y 23 años de la Declaración que tiene por objetivo eliminar la violencia contra la mujer y, sin embargo, en muchos países, amparándose en la tradición, éstas son blanco constante de abusos y persecuciones que en muchos casos, incluso, acaban con su vida. 

Enfrentarse a un matrimonio forzado, huir de un marido violento, querer el divorcio, elegir una pareja libremente, hablar con otros hombres, cualquier aspecto relacionado con la sexualidad y el comportamiento contrario a las normas culturales puede desembocar en un crimen de honor. Así de simple. Así de cruel. Una práctica macabra que deja como saldo unas 20.000 mujeres asesinadas cada año a manos de sus familiares en todo el mundo. 

La realidad es que por no cumplir con las reglas estipuladas las mujeres son tiroteadas, apuñaladas, degolladas, lapidadas, envenenadas, decapitadas, electrocutadas, quemadas o enterradas vivas como castigo a su comportamiento, entendido como inmoral, indecente o pervertido. Asesinatos premeditados cometidos por sus padres, esposos, hermanos, tíos o incluso miembros femeninos de la familia. Familiares que reciben el trato de ‘héroes’ por parte de la comunidad al considerar que han conseguido limpiar el honor de la familia.

¿En que países se llevan acabo?

Estos aberrantes crímenes no están legalmente aceptados, aunque demasiados países, tantos como Afganistán, Albania, Arabia Saudí, Barhein, Bangladesh, Bosnia, Camboya, Egipto, Emiratos Árabes, Georgia, India, Indonesia, Irak, Irán, Jordania, Kuwait, Líbano, Libia, Marruecos, Nepal, Nigeria, Omán, Uzbekistán, Palestina, Qatar, Somalia, Sudán, Siria, Turquía o Yemen tienen en sus códigos penales leyes donde se reflejan atenuantes o razones para eximir al asesino del delito cometido, ya que muchas veces éstos se entregan pero apenas reciben castigo. 


El caso de Pakistán es distinto. Hasta hace algunos meses este país también formaba parte de la lista pero allí la ley ha dado un gran paso. Después de que el film ‘A Girl in the river: The Price of Forgiveness’, dirigido por la activista y realizadora pakistaní Sharmeen Obaid-Chinoy, se quedara con el Oscar 2016 al mejor Cortometraje Documental, el Primer Ministro pakistaní, Nawaz Sharif, prometió cambiar la ley para castigar a todos aquellos que comentan los llamados crímenes de honor suprimiendo la cláusula de perdón. La ley pakistaní contemplaba esta cláusula en la que los atacantes podían salir impunes si eran perdonados por la víctima o un familiar. Este vacío legal que daba vía libre a esta clase de crímenes.



Sin duda el documental ejerció una importante labor de concienciación dentro y fuera del país pero una nueva muerte con un fuerte tinte mediático fue el desencadenante final de esta nueva ley. El asesinato de la paquistaní Fazia Azeem más conocida como Qandeel Baloch (una celebridad en internet por sus fotografías y vídeos y por lanzar mensajes sobre su libertad para decidir sobre su vida), a manos de su hermano provocó nuevamente la reacción del gobierno que volvió a pronunciarse sobre la necesidad de un cambio en la ley.

Tres meses después, y con el voto unánime de todos los parlamentarios, finalmente llegó. La nueva ley afecta a uno de los puntos fundamentales para que estos crímenes vivan en la impunidad. La norma establece una pena de 25 años de prisión para el condenado, que no podrá recurrir a la clemencia familiar para evitar la cárcel, una posibilidad que hasta ahora permitía que miles de asesinatos quedasen impunes. No obstante, sigue estando en manos del juez determinar si el asesinato que tiene delante se considera un 'crimen de honor' o no.

¿Qué sucede en Europa? 


"Sentí el plástico de la botella en la cara. (Él), levantó el brazo para asegurarse de que la botella se había vaciado por completo y no quedaba ni una gota. Mi cara estaba ardiendo y al instante comencé a perder la vista..."

Gessica Notaro era modelo, cantante y finalista del certamen Miss Italia en el año 2007. La joven, de 27 años, fue atacada el pasado 10 de enero por su exnovio con ácido y a punto estuvo de perder la vista de su ojo izquierdo. Hace menos de un mes ha aparecido por primera vez públicamente para mostrar cómo le ha quedado el rostro. Un fuerte testimonio, uno que ha logrado salir a la luz y que revela la crudeza de una realidad que también sucede dentro de nuestras fronteras.

La tragedia está saltando ya a Europa, Estados Unidos y Canadá, donde están viendo cómo también en sus territorios se repite esta tradición mortal. Para entender lo alarmante de la situación hablamos de cifras, aunque no las hemos encontrado más actualizadas. En los Países Bajos, murieron 38 mujeres entre 2007 y 2009, en Bélgica hubo 17 casos entre 2004 y 2008 y en Suecia tan sólo dos entre 1996 y 2002.

Igual de preocupantes son las cifras de Reino Unido donde se estiman que 12 mujeres pierden la vida anualmente en asesinatos por honor. En Alemania hubo 72 muertes y 22 tentativas entre 1996 y 2007, aunque en 2009 se constataron 30 muertes. Mientras que en Francia e Italia se elevaron a 12 los casos hasta 2010 y en ese último año una mujer murió en Suiza por esta razón.

Esta clase de crímenes no resisten demasiados análisis pero hay quienes sugieren que las migraciones son consideradas una de las causantes de que esta práctica se de en Europa. Los primeros casos se conocieron en el noroeste de Europa en la década de los 60 y 70 con la llegada de los primeros inmigrantes. Se cree que las familias intentan reforzar sus tradiciones comunitarias para que sus hijos no se alejen del modelo en que ellos fueron criados.

Su relación con el Islam

Durante años, las asociaciones de género y de derechos humanos han reclamado cambios en las leyes para hacer frente a la violencia contra las mujeres, pero la influencia de los sectores religiosos más conservadores, aupados por la interpretación de la ley islámica de destacados líderes, obstaculiza todo avance relevante en la legislación.

Pero lo cierto es que es un error identificar unívocamente la cuestión de los crímenes de honor con el Islam. De hecho, el Consejo de Clérigos Suní Ittehad, uno de los principales en Pakistán, ha tildado de anti-islámicos los crímenes de honor, considerándolos un pecado. En suma, estas agresiones no se circunscriben a una religión en concreto, prueba de ello es que se dan también entre poblaciones cristianas, hindúes y yazidíes.

La periodista Rana Husseini, autora del libro Asesinato en nombre del honor, escribe  asegura en una entrevista que estos crímenes no tienen una raíz religiosa, como suele pensarse en Occidente, sino meramente "cultural", que se basa en códigos de moral y en una serie de comportamientos bendecidos o demonizados dentro de un clan o una tribu, con grados de lo que se entiende por “honorable”.

Ante esta realidad que no deja de cobrarse nuevas víctimas, hoy publicamos dos documentales tan duros como necesarios. Dos films que nos enfrentan cara a cara con el padecimiento de mujeres que son castigadas, incluso muchas asesinadas, por sus propias familias o parejas para ‘proteger o defender’ el honor.

En nombre del honor 

Un castigo. Una penitencia. Un crimen. Darien Arbarak de 23 años fue torturado, asesinado y decapitado por osar saltarse las reglas de casta en el distrito de Rohtka en el estado de Haryana. Su novia de 20 años tampoco fue perdonada. Sus padres escogieron el orgullo por encima de su vida. Primero la lincharon y luego la incineraron. Es el comienzo aterrador del segundo documental que presentamos hoy llamado ‘En nombre del honor’, un film que nos acerca a esta terrible y macabra práctica haciendo un recorrido por tres países (India, Jordania y territorios palestinos), tres sociedades, tres culturas y tres religiones distintas (hindúes, cristianas y musulmanas).

El respeto por los linajes, las castas y el poder masculino en determinadas sociedades son indiscutibles. La desobediencia de estas costumbres está penada con la muerte. Un reflejo de una realidad en la que el honor familiar es más valorado que el amor.



Velo de silencio

Masarrat Misbah es una empresaria que cuenta con más de treinta salones de belleza por todo Pakistán. Un día a la salida de su trabajo una joven tapada le solicitó su ayuda. Estaba completamente quemada. Como ella, cientos de mujeres muy jóvenes, son rociadas por pretendientes, maridos o exparejas con ácido clorhídrico o sulfúrico, unas sustancias muy fáciles de conseguir en Pakistán y otros países asiáticos.

'Velo de silencio' dirigido por Milt Alvarez en 2011 relata la descarnada realidad de cuatro jóvenes que han tenido el coraje de mostrar sus desfigurados rostros y contar sus desgarradoras historias. Chicas a las que un día los hombres les borraron la cara al sentirse humillados por su rechazo. Una práctica terrible que no se conforma con la muerte sino que busca marcarlas, física y emocionalmente, de por vida. 

Ante dicha impunidad jurídica y social, Masarrat cuenta en este documental cómo desde hace años se dedica a ayudar a estas jóvenes a intentar recuperarse tras los ataques. Para ello se rodeó de varios cirujanos plásticos y creó la fundación Vuelve a Sonreír y han conseguido que estas víctimas de la violencia de género recuperen no solo su rostro sino también el respeto y la independencia ante la sociedad y sus propias familias.

La organización ha reparado el rostro a unas cien mujeres mientras que otras al menos cuatrocientas esperan a que su velo de silencio, de dolor y vergüenza caiga con su nueva cara. Además, estas mujeres reciben formación y un empleo en los salones de belleza de Masarrat. Día tras días se repite la historia y son cada vez más las mujeres que se ven sometidas a este tipo de ataques con ácido, al que se puede acceder de forma muy sencilla en el mercado, pero gracias a la labor de la fundación encuentran un nuevo motivo para sonreír.


Final

Los crímenes de honor no tienen nada que ver con el honor. En todo caso, tienen que ver con las creencias que prescriben que las mujeres son multipropiedad masculina, una idea que se debe erradicar por completo y sin atenuantes. Son crímenes a secas, lejos de cualquier tipo de honor y sin ningún tipo de justificación. Una práctica aberrante con estas mujeres las cuales su único delito es su valentía de contravenir las putas tradiciones, el patriarcado y el machismo. Desde este blog hemos querido poner nuestro granito de arena para ayudarles en su lucha. Esperamos que algún día estas prácticas sean sólo un mal recuerdo de un pasado peor.

Vocabulario Fundamental. Fundamentalismo (17) 'Going Clear: la Cienciología y la Prisión de la Fé', de Alex Gibney



Documental de HBO sobre un delirante culto pseudo-religioso surgido alrededor del escritor de ciencia-ficción L. Ron Hubbard. La Cienciología tiene uno de sus pilares mediáticos en las celebridades que ha logrado atraer a sus redes, como John Travolta o Tom Cruise, quienes se han implicado personalmente en su difusión de esta creencia que en Estados Unidos es reconocida como una religión. 

Como cuenta el documental, este reconocimiento fue logrado tras una masiva campaña de presión contra la IRS, la agencia gubernamental estadounidense que debía (o no) determinar ese reconocimiento, del que dependía la supervivencia económica de la Cienciología.

En 2013 el escritor Lawrence Wright, premio Pulitzer, publicó 'Going Clear: Scientology, Hollywood and the prison of faith', un libro en el que revelaba los pecados que la Cienciología cometía. En él, numerosos testimonios relataban las inquietantes malas prácticas que llevaba a cabo esta Iglesia. Manipulaciones psicológicas, chantajes personales o trabajos forzosos son sólo algunos de los aspectos de los que se hablaba en el libro y que ahora son recogidos en este documental, dirigido en 2015 por Alex Gibney.

El documental narra la historia de esta inquietante secta a través del testimonio de varios ex-miembros que pasaron muchos, demasiados, años de su vida dentro de la organización y la amplia variedad de manipulaciones y torturas psicológicas que allí practicaron y experimentaron en carne propia y cómo una vez lograron salir de su nefasta influencia fueron presionados y coaccionados para no testificar contra ella. 

Puro, tóxico y muy peligroso fundamentalismo que se va extendiendo por el mundo y que ya ha llegado a España, concretamente a Madrid, a cuya sede acude una periodista de Vice y cuya experiencia de un día publicamos después del docu. Vean y estremézcanse. 


En la iglesia española de la cienciología


“Si quieres hacer poco dinero, escribe un libro. Si quieres hacer millones, funda una religión”. Se rumorea que esta frase es de Ron Hubbard, el escritor de ciencia ficción que antes de morir nos dejó la cienciología y la dianética; y con ellas la solución a los problemas de todas las personas con crisis de autoestima.

No pasaron ni dos minutos desde que entré en la sede de la Cienciología en Madrid, y una señora pelín demacrada y con anillos de oro me estaba adulando. En un edificio del barrio de Las Letras casi más imponente que el Congreso de los Diputados al que losscientologists llaman “la org”. Les dije que iba a por información de la iglesia, porque tenía una depresión grave y mi psicólogo me había recetado medicinas para controlarla. “¡Ni se te ocurra!”, respondieron, porque la única solución está en mí misma, a través de la dianética -un método que indaga en la mente- y ellos son los únicos que me pueden ayudar.

Las siguientes tres horas las pasé enterrada bajo exámenes psicológicos, vídeos introductorios, imágenes que lavarían el cerebro de cualquier desequilibrado mental; y muchos halagos de mis capacidades, virtudes y personalidad, que aquella mujer que acababa de conocer se sabía al dedillo. El test de personalidad fue lo que me garantizó que estaba adentrándome en algo muy raro. Entre las doscientas preguntas había unas cuantas que me llamaron la atención por su especificidad. Tipo ¿Tienes un timbre que varía cuando hablas o es estable?. ¿A dónde querrían llegar con esto?

Más ejemplos en esa línea: ¿Sientes espasmos musculares repentinos? ¿y cuándo sufres disgustos? ¿Piensas que la gente habla mal de ti a tus espaldas? ¿Temes perder tu dignidad? Si estás invadiendo un país ¿sentirías empatía por sus ciudadanos si se rehúsan a pelear la Guerra contigo? ¿Temes hacerle daño a los animales, animalitos o peces por medio de la caza o pesca? ¿Si hay un animal sufriendo le aliviarías ese dolor? ¿Te sientes insegura al hablar? ¿Participas en las conversaciones en grupo? ¿Hay cosas que te produzcan odio y tensión? ¿Estás cómodo cerca de niños?

A mi vera un hombre angustiado se quejaba de que su mujer no quería hacer el curso que le había recomendado el auditor (el que dirige una de las técnicas que llaman auditación o terapia de reparación de vida). En cuanto acabé mis deberes, otro miembro llevó mi test a analizar, mientras me paseaban por salas con pantallas. Tuve que tragarme muchos vídeos. De cómo una parte de mi cerebro guardaba mi dolor y desesperanza, de mis traumas de pequeña y mil cuentos más que decían afectaba mi comportamiento. Prometían que con sus técnicas podría ser más feliz, inteligente, amable, creativa y si hacía más preguntas me garantizaban ser más poderosa. Admito que empecé a valorar unirme a ellos.

Lo estaba considerando sí, pero entonces me dieron los resultados. Al parecer sufro de altibajos emocionales, irresponsabilidad aguda e incertidumbre constante. Pero, losscientologists saben cómo curarme. De pronto la señora me abraza y, con mucha tranquilidad, dice: “Aquí no prometemos nada que no podamos cumplir. Tenemos las herramientas y la tecnología para aliviar esto que vives. Tú tienes que hacerdos terapias de auditación. Las vendemos cada una en un pack de doce horas y media intensivas por 1.500 euros.” Han visto todo lo que hay en mi interior pero se les ha pasado un detalle: sólo soy una estudiante y becaria de la redacción de Madrid y tendría que ahorrar un año para conseguir esa suma.

La mujer insiste. “Hoy puedes pagar un cursillo más barato, que también tienes que hacer, sobre los altibajos. Así entiendes qué tienes para poder analizarlo tú. Los scientologists nos enfocamos en el ser, porque somos thetan. Pagas hoy esto que son 45 eurillos y ya mañana las sesiones de terapia”. Eurillos, ¿eh? Lo siento pero esto huele demasiado a chamusquina y no soy Jon Sistiaga. Amo el periodismo de investigación pero casi mejor me invento una excusa para pagar “otro día”, recojo mi análisis y me largo. Lo más rápido que pueda.

Vocabulario Fundamental. Fundamentalismo (16) 'God loves Uganda', de Roger Ross William


'God loves Uganda' es un documental del estadounidense Roger Ross William del año 2013 que nos descubre la exportación de misioneros cristianos evangélicos ultraconservadores de aquel país a Uganda, que consideran 'la perla de África' por su enorme y moldeable población joven, un nuevo territorio que colonizar con su tóxica ideología. Desde Kansas o cualquier territorio USA con financiación y valores procedentes de los más derechistas sectores estadounidenses, estos mesiánicos joveznos llegan al país africano para practicar y extender su execrable proselitismo, adoctrinando a los ugandeses a luchar contra la 'inmoralidad sexual', que para ellos es todo lo que no se adecue a sus delirantes estándares bíblicos. Esta influencia nefasta se está expandiendo por ciudades y pueblos cada vez más lejanos y traduciéndose en numerosas agresiones (y asesinatos) y desastrosas leyes sectarias y homofóbicas que pretenden condenar a muerte (o condena perpetua) a gays y lesbianas y otras personas con pensamiento disidente.

Es de destacar que la crítica del documental no es explícita sino que deja que sean los propios evangelizadores quienes se retraten con sus propias palabras y acciones y no muestra a todos los cristianos evangélicos de forma negativa pues, de hecho, algunos de los comentaristas de la película son pastores evangélicos africanos que apoyan la lucha por los derechos civiles y contra la pobreza y denuncian el peligro del movimiento ultraconservador que se extiende por gran parte del África subsahariana como un peligro para los derechos humanos.



VER DOCUMENTAL ONLINE EN VK

Pena de muerte a los homosexuales

Blog De mundo a mundo

Al aprobarse en Uganda la llamada Ley Anti-gays luego de intensos debates y manifestaciones callejeras salió a la luz "Dios ama a Uganda" (God loves Uganda) un documental que muestra de manera clara, no sólo la forma en que los radicales de derecha en el parlamento y el gobierno ugandés impulsaron y aprobaron una ley homofóbica sino incluso los intereses que se encuentran tras dicha aprobación.

Uganda, donde casi la mitad de la población tiene menos de quince años y que ha sido tierra más que fértil para los extremismos auspiciados por los misioneros. Para estos misioneros, la homosexualidad es, por decir lo menos, una "abominación de Dios". Bajo la amenaza de que los homosexuales están reclutando a sus hijos e hijas para formar parte de "clubes de lesbianas y gays", los misioneros estadounidenses, cristianos y anglicanos forman parte de quienes han movido intensamente los hilos demonizando la homosexualidad e incluso el uso de las minifalda. De hecho, hay datos pregonados incluso por los impulsores de la ley “Mata un Gay”, que señalan que en el momento en que se presentó la ley las donaciones provenientes de Estados Unidos, especialmente aquellas de las Iglesias Cristianas y Evangélicas, se multiplicaron por tres.


"Dios ama a Uganda" es un documental dirigido por Roger Ross Williams, es un documental que explora el papel que han tenido los misioneros cristianos y anglicanos estadounidenses en el impulso a leyes cada vez más radicales y extremistas como la persecución de los homosexuales en África. Con el uso de cámaras escondidas, entrevistas y material de archivo, este documental muestra no sólo la ignorancia sino también el egoísmo con el que se mueven quienes supuestamente trabajan por "la vida", fomentando el asesinato y exterminio de quienes son diferentes a ellos. Para muestra, la muerte de David Kato, un activista por los derechos homosexuales cuya fotografía apareció en un diario ugandés acusándolo de "homosexualidad" e incitando a los lectores a "colgarlo". Kato fue asesinado a martillazos en enero de 2011 aunque su muerte fue catalogada por la policía como "robo".

Desde 2009, Uganda comenzó a recibir la constante participación de grupos de misioneros cristianos y evangélicos que llevan a cabo manifestaciones y talleres para "curar a un homosexual para que se convierta en heterosexual" o sobre como los homosexuales tienden a sodomizar y abusar de los niños y adolescentes. Poco tiempo después, apareció la Ley Anti-Gay. Hoy por hoy en Uganda se mantiene lo que en los países de origen de los misioneros sería un verdadero atentado contra los derechos humanos: cadena perpetua e incluso pena de muerte (aún cuando se retiró al final de la ley aprobada, la gente sigue matándolos en la calle) para quienes hayan sido acusados de actos homosexuales graves.

"Dios ama a Uganda" es una poderosa película que muestra como los extremistas religiosos occidentales, cristianos y evangélicos, han logrado permear sus ideas en países pobres fomentando la homofobia. Lo más lamentable hay que decir, es que ese odio se ha extendido hasta un grado máximo en que la muerte la presentan como la única "solución" para el "problema". Distintos países han vivido el uso de la religión llevada de la mano de los extremistas para enfrentar enemigos reales o inventados. Al parecer no importa de que religión se trate, cuando se llega al extremismo todas suelen mostrar una cara igualmente sedienta de sangre. Sería muy bueno que aquellos que no están sentados en los fundamentalísimos levantaran la mano y abiertamente se opusieran a excesos como estos pero lamentablemente, al menos en Uganda, aún ningún vocero o representante religioso lo ha hecho.

Vocabulario Fundamental. Humor (16) 'Charlie Hebdo' o el humor como arma contra el terror





Según han informado fuentes cercanas a dos señores muy amables vestidos de negro que han irrumpido en la redacción y están apuntándonos con un kalashnikov, Alá podría ser “grande” o incluso “muy grande”. Tal y como ha podido saber El Mundo Today, Alá es el puto amo, por lo que más vale que nos callemos la puta boca. Alá es tan bueno que se te caen los cojones al suelo de lo bueno que es. Al parecer, no hay nada mejor que Alá, siempre según la información facilitada a gritos por los señores del kalashnikov. El Mundo Today también ha podido saber que el islam es la hostia, que pronto todos lo sabremos “de primera mano” y que, por tanto, lo mejor que podemos hacer es informar de ello. “Alá es increíble y la puta hostia”, reiteran las fuentes cercanas a la redacción de El Mundo Today tras la visita de los señores del kalashnikov y la muerte fortuita, y por causas ajenas a la religión, de la libertad de expresión de los redactores de este diario. “Pues nunca me había fijado en lo guay que es el islam y lo mucho que me gusta”, ha declarado el redactor que escribe estas líneas. A última hora, las mismas fuentes han informado también que no queremos morir, por favor. Texto: Alá es la polla - El Mundo Today


Je suis 'Charlie Hebdo'

El humor que se atreve a reírse del que más tiene y más puede, del que menos tolera y menos comprende, es la última frontera que nos separa de la oscuridad, la tiranía y la barbarie

Javier Gallego - El diario.es 08/01/2015

La libertad no se regala, se conquista. Y cuesta tanto alcanzarla como protegerla. Cuesta incluso la vida. Le ha costado la vida a los humoristas y redactores de Charlie Hebdo y a dos policías que trataron de atrapar a los asesinos que ayer irrumpieron a tiros en la redacción de la revista satírica francesa. No soportan la libertad quienes viven dominados por la ignorancia y cegados por el odio. Y menos aún la libertad máxima de la risa. Recuerden cómo Umberto Eco contaba en El nombre de la rosa que los monjes la castigaban incluso con la muerte.

Nietzsche ya nos prevenía contra la seriedad del orden establecido. Al poder no le gusta la risa ni sabe reírse. ¿No se han dado cuenta de que los que mandan parecen hienas más que humanos cuando se ríen? Los fanáticos de cualquier religión, de las divinas y las humanas, temen la risa porque le hace burlas a sus dioses y a sus reyes. La risa les escuece y por eso la persiguen, la proscriben, incluso intentan darle muerte. Y más aún si es risa aguda, ácida y desafiante como la de los humoristas de las publicaciones más indomables. Porque el humor es la gozosa reafirmación de la libertad frente al grillete, de la vida frente a la muerte. Es un grito alegre frente al tétrico “viva la muerte” del fascista económico, político, patológico y religioso. Es un grito de libertad espasmódico, caótico, ingobernable.

Es incontrolable como el baile que brota del cuerpo. Y qué es la carcajada sino el baile del cuerpo y de la cara que brota de la alegría de estar vivo, aunque estés hecho papilla. El humor nos salva incluso de lo que más nos duele. Y por eso es tan importante preservarlo y por eso hemos reaccionado indignados frente a la atrocidad cometida contra la prensa satírica. Porque creo que las personas libres entendemos que atacar a nuestros bufones es atacar al corazón mismo de la democracia. No hay demos, no hay pueblo, si no sabemos reírnos juntos. Juntos frente a los que nos separan.

El humor que se atreve a reírse del que más tiene y más puede, del que menos tolera y menos comprende, es la última frontera que nos separa de la oscuridad, la tiranía y la barbarie. Los humoristas de Charlie Hebdo, y tantos otros que lo siguen haciendo cada día, no dudan en defender esa frontera con sus lápices, su valor y su ingenio. En los últimos años de constantes ataques a la libertad, nos están dando constantes lecciones de dignidad y valentía frente al miedo. En España, desdeHermano Lobo a El Papus, de Orgullo y Satisfacción a Revista Mongolia, los cómicos se han enfrentado mejor que los periodistas a los insultos, amenazas, censuras, incluso atentados. Hoy más que nunca hay que defenderlos a ellos porque si nos quitan la posibilidad de reírnos de quien nos hace llorar, nos quitan el único aire que nos queda libre. 

Son malos tiempos para la libertad en toda Europa, amenazada no solo por el yihadismo islámico, también por el yihadismo económico. En España se nos quiere amordazar, los países más pobres viven amordazados por la austeridad y a los griegos les quieren amordazar las manos para que, en lugar de votar libremente, recen a la señora Merkel. Frente a la libertad, el miedo, como explica maravillosamente Maruja Torres en la sublime columna que precede estas líneas (no dejen de leerla). Miedo al cambio, a los kalashnikovs terroristas o al Banco Central Europeo. Pues, bien, frente al miedo, el conocimiento nos protege, la información nos ilumina, la reflexión nos estimula y el humor nos hace fuertes. Debemos hacernos más fuertes después de cada ataque. La única respuesta es no doblarse, como dice Maruja.

Ayer no lo hicimos. “Hemos matado a Charlie Hebdo”, gritaban los asesinos al salir del edificio de la revista. Inmediatamente, en las calles, en Francia, en muchas partes del mundo, se produjo una respuesta para desmentirlo. Dibujantes, periodistas, ciudadanos, levantaron un cartel con un mensaje irrevocable: 'Je suis Charlie Hebdo', 'Yo soy Charlie Hebdo'. Pueden silenciar, expulsar, censurar, matar, degollar, pero siempre habrá otros que sigan hablando. Y si lo repitiésemos más a menudo, seríamos menos vulnerables. Es una tragedia que hayan tenido que morir doce para que lo recordemos. En cualquier caso, Charlie Hebdo sigue vivo.