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Un mundo mejor es posible (50) Madrid Fatal


Madrid Fatal

Se desconoce si mantener una medida como la de Madrid Central costará sangre y lágrimas, pero sudor ya ha empezado a costar bastante

Manuel Jabois - El País 30 Jun 2019

Durante unos minutos Madrid fue poesía. Sucedió cuando cientos de personas se echaron a la Gran Vía cortada para la ocasión a manifestarse por un tráfico restringido y entre las muchedumbres se quedaron atrapados varios coches, a los que hubo que hacer un pasillo de despedida casi a modo de homenaje. Lo más divertido fue que en algunos sectores de la manifestación, que arrancaba en esos momentos desde Callao, se creyó que quizá el Ayuntamiento no había cortado el tráfico a pesar de que la marcha estaba autorizada: la potentísima imagen de la sombra recortada del alcalde, José Luis Martínez-Almeida, en su ventanal de Cibeles, con el aire acondicionado a todo trapo dando la orden de soltar a los coches como quien suelta a los leones, circuló brevemente. Un sonar de tambores, como quien anuncia un regreso, despejó las dudas: la Gran Vía volvía a ser de los manifestantes y el poder, de la derecha, como siempre. Y, como siempre, habían vuelto las batucadas.

Se desconoce si mantener una medida como la de Madrid Central, que ha rebajado la contaminación y conseguido algo tan valioso como incalculable, un aire más limpio, costará sangre y lágrimas, pero sudor ya ha empezado a costar bastante. Hay que querer mucho a una ciudad para salir con más de 40 grados a manifestarse por ella. Pero el motivo de la protesta es algo íntimamente ligado a ese calor, algo que va más allá de las cuitas de Madrid y su almendra central. No es fácil de ver, como ya anticipó aquel hombre del vídeo viral que decía dónde estaba la contaminación, que él no la veía, pero sí fácil de sufrir. Y el caso es que en Madrid se ve esa boina que por momentos, con imaginación, parece una difusa nave nodriza posándose sobre el pueblo, y la contaminación se sufre menos, al menos hasta ahora. Digamos que el PP es ese nuevo entrenador que se encuentra en su plantilla heredada a un jugador fantástico fichado por el míster anterior; su promesa fue venderlo, pero el tipo te mete 40 puntos por partido. Ese es Almeida viendo los índices de la calidad del aire de Madrid en una mano y sus mítines en otra. Joder el aire o satisfacer al ala dura de su partido: los dilemas del PP son parte de la historia de España.


“Nuestro mayor orgullo” son los carteles que cuelgan de las farolas de Gran Vía con motivo de la gigantesca reivindicación LGTBI que se celebra estos días en Madrid. “Nuestro mayor orgullo también es toda esta gente”, dice Juan Milleiro, un treintañero que, como muchos—va acompañado de su hermana, la conocida activista social Irene Milleiro, directora europea de campañas de Change.org—, decidieron sacrificar el sábado más caluroso del año en medio del asfalto de una ciudad sin mar, rodeados de paraguas, abanicos y gorros de paja. Una riada de gente que fue calle abajo dándose sombra, protestando por algo que hoy afecta y mañana destruye, hasta llegar al final de la metáfora: el Ayuntamiento y una fuente, la de Cibeles, que a más de 40 grados se mira pero no se toca.

Vocabulario Fundamental. Extinción (45) Adiós a El Palentino

Hasta el cielo se puso de su lado y en Madrid no dejó de llover esa semana, día y noche, como si las meigas gallegas de Lola se hubieran trasladado para hacerle la despedida más cercana, más galaica, más humana. Se fue Casto y con él se va también El Palentino: “Nació detrás de una barra y por eso, al faltar él el bar se muere”. El Palentino cerró sus puertas y Juan apagó su plancha después de 39 años haciendo bocatas. No podía ser de otro modo, la gente se volcó en la despedida de su bar y acudió en masa a tomarse una caña, un último café, una copa o, simplemente, a verlo por última vez. Muchos recordaron primeros besos; otros, sus malos momentos… En la memoria de todos y para siempre, quedará El Palentino. Ya nada será lo mismo en esa esquina de Malasaña. 

Vocabulario Fundamental. Fundamentalismo (17) 'Going Clear: la Cienciología y la Prisión de la Fé', de Alex Gibney



Documental de HBO sobre un delirante culto pseudo-religioso surgido alrededor del escritor de ciencia-ficción L. Ron Hubbard. La Cienciología tiene uno de sus pilares mediáticos en las celebridades que ha logrado atraer a sus redes, como John Travolta o Tom Cruise, quienes se han implicado personalmente en su difusión de esta creencia que en Estados Unidos es reconocida como una religión. 

Como cuenta el documental, este reconocimiento fue logrado tras una masiva campaña de presión contra la IRS, la agencia gubernamental estadounidense que debía (o no) determinar ese reconocimiento, del que dependía la supervivencia económica de la Cienciología.

En 2013 el escritor Lawrence Wright, premio Pulitzer, publicó 'Going Clear: Scientology, Hollywood and the prison of faith', un libro en el que revelaba los pecados que la Cienciología cometía. En él, numerosos testimonios relataban las inquietantes malas prácticas que llevaba a cabo esta Iglesia. Manipulaciones psicológicas, chantajes personales o trabajos forzosos son sólo algunos de los aspectos de los que se hablaba en el libro y que ahora son recogidos en este documental, dirigido en 2015 por Alex Gibney.

El documental narra la historia de esta inquietante secta a través del testimonio de varios ex-miembros que pasaron muchos, demasiados, años de su vida dentro de la organización y la amplia variedad de manipulaciones y torturas psicológicas que allí practicaron y experimentaron en carne propia y cómo una vez lograron salir de su nefasta influencia fueron presionados y coaccionados para no testificar contra ella. 

Puro, tóxico y muy peligroso fundamentalismo que se va extendiendo por el mundo y que ya ha llegado a España, concretamente a Madrid, a cuya sede acude una periodista de Vice y cuya experiencia de un día publicamos después del docu. Vean y estremézcanse. 


En la iglesia española de la cienciología


“Si quieres hacer poco dinero, escribe un libro. Si quieres hacer millones, funda una religión”. Se rumorea que esta frase es de Ron Hubbard, el escritor de ciencia ficción que antes de morir nos dejó la cienciología y la dianética; y con ellas la solución a los problemas de todas las personas con crisis de autoestima.

No pasaron ni dos minutos desde que entré en la sede de la Cienciología en Madrid, y una señora pelín demacrada y con anillos de oro me estaba adulando. En un edificio del barrio de Las Letras casi más imponente que el Congreso de los Diputados al que losscientologists llaman “la org”. Les dije que iba a por información de la iglesia, porque tenía una depresión grave y mi psicólogo me había recetado medicinas para controlarla. “¡Ni se te ocurra!”, respondieron, porque la única solución está en mí misma, a través de la dianética -un método que indaga en la mente- y ellos son los únicos que me pueden ayudar.

Las siguientes tres horas las pasé enterrada bajo exámenes psicológicos, vídeos introductorios, imágenes que lavarían el cerebro de cualquier desequilibrado mental; y muchos halagos de mis capacidades, virtudes y personalidad, que aquella mujer que acababa de conocer se sabía al dedillo. El test de personalidad fue lo que me garantizó que estaba adentrándome en algo muy raro. Entre las doscientas preguntas había unas cuantas que me llamaron la atención por su especificidad. Tipo ¿Tienes un timbre que varía cuando hablas o es estable?. ¿A dónde querrían llegar con esto?

Más ejemplos en esa línea: ¿Sientes espasmos musculares repentinos? ¿y cuándo sufres disgustos? ¿Piensas que la gente habla mal de ti a tus espaldas? ¿Temes perder tu dignidad? Si estás invadiendo un país ¿sentirías empatía por sus ciudadanos si se rehúsan a pelear la Guerra contigo? ¿Temes hacerle daño a los animales, animalitos o peces por medio de la caza o pesca? ¿Si hay un animal sufriendo le aliviarías ese dolor? ¿Te sientes insegura al hablar? ¿Participas en las conversaciones en grupo? ¿Hay cosas que te produzcan odio y tensión? ¿Estás cómodo cerca de niños?

A mi vera un hombre angustiado se quejaba de que su mujer no quería hacer el curso que le había recomendado el auditor (el que dirige una de las técnicas que llaman auditación o terapia de reparación de vida). En cuanto acabé mis deberes, otro miembro llevó mi test a analizar, mientras me paseaban por salas con pantallas. Tuve que tragarme muchos vídeos. De cómo una parte de mi cerebro guardaba mi dolor y desesperanza, de mis traumas de pequeña y mil cuentos más que decían afectaba mi comportamiento. Prometían que con sus técnicas podría ser más feliz, inteligente, amable, creativa y si hacía más preguntas me garantizaban ser más poderosa. Admito que empecé a valorar unirme a ellos.

Lo estaba considerando sí, pero entonces me dieron los resultados. Al parecer sufro de altibajos emocionales, irresponsabilidad aguda e incertidumbre constante. Pero, losscientologists saben cómo curarme. De pronto la señora me abraza y, con mucha tranquilidad, dice: “Aquí no prometemos nada que no podamos cumplir. Tenemos las herramientas y la tecnología para aliviar esto que vives. Tú tienes que hacerdos terapias de auditación. Las vendemos cada una en un pack de doce horas y media intensivas por 1.500 euros.” Han visto todo lo que hay en mi interior pero se les ha pasado un detalle: sólo soy una estudiante y becaria de la redacción de Madrid y tendría que ahorrar un año para conseguir esa suma.

La mujer insiste. “Hoy puedes pagar un cursillo más barato, que también tienes que hacer, sobre los altibajos. Así entiendes qué tienes para poder analizarlo tú. Los scientologists nos enfocamos en el ser, porque somos thetan. Pagas hoy esto que son 45 eurillos y ya mañana las sesiones de terapia”. Eurillos, ¿eh? Lo siento pero esto huele demasiado a chamusquina y no soy Jon Sistiaga. Amo el periodismo de investigación pero casi mejor me invento una excusa para pagar “otro día”, recojo mi análisis y me largo. Lo más rápido que pueda.

Campanadas de la Historia (60) Madrid, 18 de julio de 1936

Hace 80 años en la capital española el día se sucede con normalidad y es solo cuando termina el día cuando la noticia comienza a propagarse... España comenzaba el peor periodo de su historia moderna como nación, una pesadilla de muerte, represión y fascismo que no murió con el tirano. Ocho décadas después sus sucesores ideológicos aún nos gobiernan, nos parasitan, medran y se multiplican, nos mienten y se corrompen, tan encorbatados y dignos ell@s, revestidos de un impostado manto de democracia. 

Madrid, 18 de julio de 1936




Día de San Camilo. Sábado. Mucho calor. Las 43 líneas de tranvía funcionan sin incidentes.


Los vecinos de Embajadores lloran a la niña muerta ayer. La Policía ha localizado al responsable de su atropello, Torcuato V., conductor de la camioneta con matrícula 3.236 de Zaragoza. El entierro es esta mañana. En otra iglesia, no lejos de allí, un grupo de mujeres enlutadas hace cola para poder ver al Jesús de Medinaceli, que ya se sabe que de tres cosas que se le piden, al menos concede una.

Confluencia de Alcalá con Gran Vía en una imagen tomada antes del inicio de la Guerra Civil. EFE

Hay muchos temas que tratar en la tertulia del café. Agustín de Foxá -aristócrata, cornudo y gordo feliz- llega tarde. Se ha acostado de madrugada celebrando la confirmación de su nuevo destino diplomático: Bombay, en la exótica India.

En la mesa todavía colean el funeral de José Calvo Sotelo y el atentado frustrado en Londres contra Eduardo VIII de Inglaterra. Entre tanto magnicidio, alguien menciona las piernas de la vedette Tina de Jarque, triunfadora en el Teatro de la Zarzuela, y el caso Sánchez Gallego, que ha puesto en jaque a la Brigada de Investigación de la Policía. Se desconocen todavía las causas del asesinato de este joven de 18 años conocido como Pepe el de los perros, encontrado muerto en la carretera que une Húmera con Pozuelo. La última pista policial es una carta acusadora. El sospechoso denunciado está siendo interrogado.

El conde de Foxá todavía huele a whisky y churros en una ciudad que hace unos días ha despedido la verbena de San Pedro con botijos, tiestos de albahaca y puestos de almendras garrapiñadas. Aún no sabe que la Historia no le dejará ir a Bombay y quizás sí sepa que lo que hoy vea lo describirá en su Madrid, de Corte a checa, una novela tan hermosa como parcial.

A pesar de la tensión política, Madrid se ha levantado con mejor ánimo que ayer. Dos huelgas se han desconvocado. Tanto los trabajadores del sector de la madera como los obreros de calefacción y ascensores han logrado sus reivindicaciones. El ministro se ha comprometido con los primeros a que la jornada laboral sea de 40 horas y los segundos fuerzan un acuerdo con la Patronal.

El día es de paseo. Son muchos los que buscan la sombra de los edificios de la Gran Vía. Otros prefieren los bulevares de la Castellana, rodeados por palacetes que van desde Cibeles hasta los terrenos del hipódromo, donde el Gobierno ha iniciado la construcción de los Nuevos Ministerios. Los únicos que no temen al calor son los niños. Se juntan en descampados y plazas para jugar al fútbol, cazar lagartijas y presumir de las cicatrices de guerra de sus rodillas desolladas. La bebida más cotizada por todos es la horchata.

Quienes se lo pueden permitir escapan a los cines refrigerados, que echan maratones de películas. En el Astur se puede ver el último estreno cinematográfico de Carlos Gardel, mientras que el Royalty proyecta Princesa por un mes, con Cary Grant. Por una peseta los amantes del boxeo disfrutan, en el cine Actualidades de Callao, de imágenes del combate celebrado entre el gran púgil negro Joe Louis y Max Schemeling, símbolo de la Alemania nazi, además de un resumen de la Vuelta Ciclista a Francia.

Cuando cae el sol, el rumor de la siesta ya es noticia confirmada en corralas y comercios: el ejército de África se ha levantado contra el Gobierno. Madrid mantiene la calma. Como cada día, sus vecinos salen a la fresca de la calle con su silla para charlar o ver pasar los pocos coches que circulan. Con las ventanas de las casas abiertas de par en par, la banda sonora de la ciudad son las coplas de Estrellita Castro y Concha Piquer.

Diplomático como Foxá, poeta y comunista, Pablo Neruda regresa de la embajada de su país, Chile, a su residencia, conocida como la Casa de las Flores, en el barrio de Argüelles. Tiene un par de entradas que le ha regalado su compatriota el locutor Bobby Deglané para presenciar mañana una pelea de wrestling (lucha libre casi teatral) en el Circo Price. No le entusiasma el plan, pero hace unos díasconvenció para que le acompañara a su amigo Federico García Lorca. Les espera una coreografía de mamporros con luchadores bautizados como el Troglodita Enmascarado, el Estrangulador Abisinio y el Orangután Siniestro.

Lo contará Neruda casi 40 años después en su libro de memorias Confieso que he vivido: «Federico faltó a la cita. Ya iba camino de su muerte. Ya nunca más nos vimos».

Vocabulario Fundamental. Periodismo y Periodistas (34) Antonio Pampliega, la dignidad y el coraje del periodista de guerra

"Llevo casi tres años recorriendo las zonas más peligrosas del planeta. He invertido todos mis ahorros, he pedido un crédito… ¿Qué más tengo que hacer para poder trabajar? Cada vez que me lo planteo se esboza una sonrisa en mi rostro y niego con la cabeza. Si sigo es porque amo esta profesión con todas mis fuerzas; porque me encanta que mis crónicas acerquen la realidad de un mundo que también existe a otras personas. Pero… nada más. No tengo recompensa más que la mía propia. ¿Hasta cuándo? Es una pregunta que desconozco, pero no creo que pueda aguantar mucho más. Tengo 28 años, vivo con mis padres, no tengo absolutamente nada… ¿Hasta cuándo? No lo sé pero no creo que aguante mucho más. Porque me he dado cuenta que los méritos propios no sirven de nada, que los currículos no los lee nadie. Es una triste realidad que empaña una de las profesiones más bonitas del mundo."

"Periodista español que desde hace enero de 2008 se dedica a recorrer un mundo en guerra... Desde esta tribuna quiero enseñaros ese 'otro' mundo que también existe y donde la línea que separa la vida y la muerte se rige a golpe de kalashnikov... Dónde millones de personas no tienen voz. Este blog quiere convertirse en su voz y en vuestros ojos para desvelar verdades que permanecen aletargadas... Acompáñeme a ese Mundo en Guerra que apenas tiene cabida en los medios de Comunicación; porque sino lo contamos no existe... y sino no existe ganan los Señores de las Sombras. Desde aquí queremos dar cabida a todos esos conflictos olvidados y rescatar del olvido a todos los que sufren en él dándoles voz para que sean ellos, y sólo ellos, los cuenten su historia."



Así se autodefine en su blog 'Un mundo en guerra' Antonio Pampliega (Madrid, 1982), el protagonista del corto documental 'Pagando para ir a la guerra' que hoy publicamos y, lamentablemente, uno de los tres periodistas españoles (junto a Ángel Sastre y José Manuel López) desaparecidos en la ciudad siria de Alepo a principios de julio de este año. El documental, dirigido por Daniel Suberviola, muestra imágenes de la guerra en Alepo en octubre de 2012. Siria es, sin lugar a dudas, el país más peligroso del mundo para ejercer el periodismo; como así lo recoge Reporteros Sin Fronteras en sus diferentes informes. Un total de 40 periodistas han sido asesinados desde que comenzara la revolución en marzo del 2011 y otros 80 han sido secuestrados -de los cuales 20 aún permanecen desaparecidos-. El objetivo, desde los primeros compases del levantamiento popular, ha sido silenciar a la prensa para que no informase de lo que sucede en el país árabe. Como él mismo dice:

"He trabajado cubriendo la guerra de Siria los últimos tres años. He entrado en diez ocasiones y he permanecido en diferentes partes del país más de año y medio. ¿Qué ha cambiado en todo este tiempo? La respuesta es sencilla:poco o nada. La caza del periodista se ha convertido en un deporte entre los grupos afines a Al Qaeda, el Estado Islámico o los leales al régimen. Siria ha puesto de manifiesto, una vez más, que los informadores ya no somos necesarios. Con la llegada de Internet y de las redes sociales y con la creación de nuevos canales, la voz de los periodistas occidentales ha quedado desautorizada y ya no es necesaria, por lo tanto nos convertimos en prescindibles y en elementos molestos y a eliminar." 

Porque en 'Pagando para ir a la guerra' (Daniel Suberviola, 2012), Pampliega también denuncia la crisis del periodismo de guerra y la impresentable actitud de algunos grandes medios de comunicación de nuestro país, especialmente hacia los profesionales free-lance, que son quienes realmente se la juegan, sin cobertura de ningún media, en las zonas de guerra. Tras llevar trabajando cuatro años en zonas de conflicto como Afganistán, el Haití post-terremoto, Irak, Líbano (y, más recientemente, en Siria...) expresa sin embargo su frustración porque a pesar de su trabajo en los medios nacionales "nadie se ha dignado a darme una oportunidad para demostrar si valgo o no valgo". La financiación de todos estos viajes la tuvo que hacer por su cuenta y en ninguno de los casos pudo siquiera recuperar la inversión vendiendo su trabajo a los media españoles. Esto fue lo que le hizo empezar a vender su trabajo, como tantos otros españoles, a medios internacionales. Y en esas estaba cuando su destino y el de sus dos compañeros se torció en Alepo. 

El Juez Roy Bean ruega porque las cosas se estén haciendo bien a nivel diplomático y los tres puedan regresar sanos y prontamente a España. Si quieren comprar su libro colectivo "Siria, más allá de Bab-Al-Salam" cuesta sólo 6 euros y puede ser una ayuda para que este comprometido y valiente reportero pueda reemprender su trabajo de denuncia de la guerra y sus terribles consecuencias una vez eso ocurra. Porque como él mismo reconoce "mientras me quede aire volveré a narrar el horror de la guerra"

Tras este documental les ofrecemos una entrevista de 2012 en la que Pampliega es entrevistado por el mítico periodista Enrique Meneses (a quien tras su muerte homenajeamos en este post) y charlan sobre los sinsabores de su profesión. Fuerza Pampliega y compañeros.




Entrevista Meneses - Pampliega



Un mundo mejor es posible (34) Por fin, Manuela...

Hermoso discurso de Manuela Carmena, nueva alcaldesa de Madrid, tras la constitución del Ayuntamiento el día 13 de Junio de 2015. Primeras decisiones, renuncia a asesores externos, garantizar tres comidas diarios a niños en riesgo de desnutrición y vivienda a los afectados por desahucios. ¡¡Vamoos Manuela, que esta ciudad tiene 25 años de caspa que quitarse de encima!! 



En cuanto a su execrable predecesora y a quien ha manipulado hasta el último momento ambicionando su puesto pues nada, que a ver si revientan entre vómitos de bilis y mala baba.