El Crackómetro (41) La hora de la verdad


El Real Madrid, camino de la Duodécima.

La hora de la verdad


Todo es mentira hasta que llega la hora de la verdad. Lo anterior, a lo que hemos dedicado el tiempo durante ocho meses, ha sido la descripción de pequeñas glorias y dramas en miniatura con la misma perdurabilidad que una pompa de jabón. La hora de la verdad es perder en Múnich y tener que reponerse. Aceptar que un mal comienzo no implica un mal final. No afligirse cuando lo harían otros y trasladar el partido de lo anecdótico (el ambiente, los cojones, los accidentes) a lo esencial, quién es mejor.

Más importante que la victoria, y no creo exagerar, es que el Real Madrid hizo una demostración de superioridad que no admite dudas y que vuelve a descartar al Bayern como aspirante. Domesticar al rival es mucho más relevante que vencerlo y el gigante de Baviera está, ahora mismo, más cerca de fundar un club de fans que de ganar la Copa de Europa.

No, el mérito del Real Madrid no es el triunfo, porque siempre hay una docena de formas de ganar y la mitad son escasamente gloriosas. El valor fue el camino, la montaña de inicio y la escalada progresiva después de perder pie y echarle un vistazo al vacío. En Múnich, insisto, frente a ese enemigo que en la Bundesliga se come a los niños crudos.

Lo que se comprobó en el Allianz Arena es que no hay mejor equipo que el actual campeón y si lo redujéramos a una simple cuestión de calidad deportiva estaríamos siendo injustos. Además del talento (el Barça también lo tiene), los futbolistas del Real Madrid exhiben un convencimiento que no admite comparación. Lo podemos achacar al escudo o la experiencia. El caso es que los jugadores, vistan de blanco o de negro, tienen algo que les permite distinguir de todas las horas del día, la hora de la verdad.

Vocabulario Fundamental. Extinción (43) Elefantes, el ocaso del gigante / The Ivory Game



"No tengo palabras. Hoy el mundo es peor, más feo, más triste. Me muero de pena."  Fernando González Sitges, tras la muerte de Satao II

Camina lento, pausado, seguro y dueño de cada uno de sus pasos. Lo hace con elegancia, enfundado en su traje gris ante un entorno único. Todo parece idílico en la vida de Satao II, quien recibió su nombre del primer Satao, pero no lo es. A Satao II le espera la crueldad desmedida de los cazadores furtivos que irían detrás de sus joyas: su marfil.

No importa el precio que deban pagar, los cazadores están dispuestos a todo y el Servicio de Fauna de Kenia vuelve a toparse con el peor de los escenarios. La falta de escrúpulos de los cazadores ha dejado como saldo otro elefante muerto. 

Es Satao II, uno de los animales más emblemáticos de Kenia de la especie denominado 'tusker', que reciben este nombre cuando el tamaño de sus colmillos supera los 45,45 kilos por pieza. En el caso de este elefante, su peso era de 51 y 50,5 kilos y habitaba en el Área de Conservación de Tsavo, situada entre Nairobi y Mombasa, las dos ciudades más importantes de Kenia.

Ha muerto, asesinado a sangre fría. Los guardas le encontraron tendido en el suelo agonizando. Una flecha envenenada acababa de herirle de muerte. Le arrebataron la vida por sus colmillos, un botín de marfil que, ironías del destino, no tuvieron tiempo de llevarse.

Una historia tristemente repetida

Como si de una mala jugada del destino se tratase, a los dos Satao no solo los unió su nombre, sino también el triste final de su historia. Hace tres años, Satao, otro elefante de la misma especie corría la misma suerte y se convertía en el primer 'tusker' célebre asesinado en Kenia. Se calcula que tenía entre 45 y 46 años a su muerte, y había conseguido sobrevivir a las masacres de elefantes que se acentuaron durante la década de los ochenta, cuando manadas enteras eran aniquiladas ametrallándolas e incluso conduciéndolas a campos de minas. El Horror. 


Las estimaciones alegan que a principios de 1970 el número de elefantes en Tsavo alcanzaba los 45.000, mientras que en 1989 descendió hasta los 6.000. El último censo aéreo llevado a cabo en 2014 mostró cómo la población de elefantes poco a poco se iba incrementando hasta llegar a los 11.000 elefantes actuales.

Según los trabajadores del Área de Conservación de Tsavo, únicamente quedan 6 ejemplares de estas características en el parque, lo que complica cada vez más las posibilidades de repoblación, teniendo en consideración que el embarazo de un elefante es de cerca de 22 meses. 

"Se trata de un golpe devastador para la conservación de elefantes y para los genes de los supercolmillos", han dicho desde Africa Geographic, por lo que pide financiación para aumentar los recursos de los rangers de cara a propiciar la rápida reacción de sus equipos y la mejor preparación para luchar contra los incidentes furtivos

Se calcula que en todo el continente sólo quedan entre 25 y 30 'super-tusker' y otros 15 que podrían transformarse en lo que en su día fueron Satao y Satao II, otro triste pellejo pergaminoso, reseco bajo el sol africano. 

Furtivismo despiadado

La caza furtiva, lejos de desaparecer, está muy presente en cada uno de los parques naturales que se encuentran en el continente africano. Elefantes, rinocerontes, felinos y otras especies menos majestuosas que no están incluidas dentro de los big five -grupo que engloba a leones, elefantes, búfalos, leopardos y rinocerontes-, son piezas codiciadas por las mafias, generalmente asiáticas, que buscan su lucro a través del comercio clandestino de los cuernos de los animales, sus colmillos o de sus pieles.


Las mafias se aprovechan de la miseria de las poblaciones cercanas a los parques para que sean ellos quien se la jueguen contra los rangers aunque para trofeos mayores como los paquidermos o los rinocerontes se suelen servir de equipos profesionales, comandos bien armados y equipados que causan muchas bajas entre los defensores de los parques, aparte de hacer lamentablemente bien su trabajo.

La cifra de elefantes africanos cazados por su marfil es extremadamente alta. Según un estudio publicado a finales de 2016 en la actualidad ya sólo quedan 350.000 elefantes africanos; por lo que, si seguimos a este ritmo, esta especie puede haber desaparecido de la faz de la Tierra en tan sólo 15 años.

Kenia ha demostrado en más de una ocasión su rechazo a los cazadores furtivos realizando quemas de toneladas de marfil incautadas así como armas de fuego. El 30 de abril del año pasado se incineraron 105 toneladas de marfil como mensaje hacia las mafias. Nunca antes se había quemado tal cantidad de 'oro blanco', como se conoce al marfil, que cada año mueve a lo largo del continente cientos de millones de euros. Según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), más de 20.000 elefantes africanos son sacrificados cada año por su marfil.

Las cifras hablan por sí solas: la caza furtiva es la causa de la desaparición del 80% de la población del elefante de selva de África central; solo en 2013 se abatieron 20.000 ejemplares, y eso que ya se habían puesto en marcha medidas proteccionistas, porque hasta entonces eran muchos más los que caían. En Tsavo, entre 1970 y 1990, 6.000 ejemplares como Satao y Satao II perdieron la vida. Un balance demoledor.


Estos animales (a cuya espantosa 'domesticación' dedicamos una entrada hace tiempo) aparecieron en la Tierra hace 50 millones de años, mucho antes de que los seres humanos surgieran como especie y se distribuyeron por todas las latitudes hasta el límite mismo de los hielos perpetuos. Un éxito evolutivo que se debe, más que ningún otro factor, a sus extraordinarios lazos familiares. Debido su gran inteligencia emocional (que hace que se ayuden los unos a los otros cuando están en peligro, entiendan la muerte y velen los cuerpos de los que han perdido) matar a uno de ellos significa un gran dolor para toda la manada, con el añadido de que normalmente son asesinados los elefantes más adultos, los que poseen el conocimiento ancestral de las rutas hacia los mejores pastos o fuentes de agua.

El indecente negocio del marfil

Detrás de este baño interminable de sangre hay una razón muy clara: los miles de dólares que puede llegar a alcanzar el kilo del marfil en el mercado negro. Hay que tener en cuenta que la pareja de colmillos de un ejemplar adulto de elefante africano puede superar los cien kilos. La multiplicación es sencilla. 

Pero esta caza furtiva no se lleva a cabo por principiantes ni al azar, saben muy bien lo que hacen. Alrededor del comercio de marfil se han desarrollado redes criminales altamente especializadas, que cuentan con los últimos avances en tecnología, como equipos de visión nocturna o medios aéreos como drones. El camino que sigue el marfil después de ser arrebatado hasta llegar al sudeste asiático es casi siempre el mismo. Las piezas se transportan a través de países africanos con escasa vigilancia aduanera, hasta que alcanzan algún puerto del Índico, como Mozambique. Allí se camuflan en contenedores de carga para viajar a Vietnam, Laos y Myanmar, donde pueden cruzar sin dificultad la frontera terrestre hacia China continental.

Pero también pueden llegar directamente al puerto de Hong Kong, el epicentro mundial del mercado de esta materia prima. En la antigua colonia británica, el marfil ilegal se confunde fácilmente con el legal, que es el que se obtuvo en bruto antes de 1990, año en el que se prohibió oficialmente.

En los escaparates de sus lujosas tiendas de artesanía, los incisivos aparecen reducidos a minuciosas filigranas por las que se pagarán precios astronómicos. La delicadeza de estas tallas contrasta con la terrible brutalidad que esconden y que ha dejado tras de sí un reguero de cientos de miles de cadáveres.

El documentalista madrileño Fernando González Sitges publicaba en 2010 el premiado documental 'Elefantes, el ocaso de los gigantes' en el que plasmaba el declive poblacional extremo de este inteligentes y sensibles animales.


Prohibición de la comercialización 

Los países y las organizaciones ecologistas han acordado poner fin al comercio interno de marfil, a pesar de que la resolución casi se frustró por las objeciones de naciones como Japón y Sudáfrica. En septiembre de 2016 y tras tres días de movimientos políticos, desacuerdos y ruptura de negociaciones, los delegados en el congreso de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) en Hawái acordaron un texto que pedía a los países que acabaran con el comercio interno de marfil "con urgencia".

La moción no tiene capacidad legal, pero los ecologistas esperan que anime a los países a vetar la venta de marfil dentro de sus fronteras para ayudar a frenar la descontrolada caza furtiva de elefantes. El comercio internacional del marfil lleva prohibido desde 1989 pero en muchos países, como Estados Unidos, Reino Unido y China, el comercio interno sigue estando permitido para las antigüedades.



'The Ivory Game', el juego de la extinción

Nuestro segundo documental sobre este tema es tan duro como necesario. Cada año, y como ya hemos ido explicando, miles de elefantes son asesinados a causa del tráfico de marfil y este film está dedicado a entender el panorama actual del tráfico de marfil, sus causas y consecuencias.

Dirigido por Kief Davidson y Richard Ladkani en 2016, 'The Ivory Gamedenuncia la situación de esta especie con la tensión típica de un thriller de suspense, siguiendo la línea de 'Virunga' (otra producción de DiCaprio que exponía la matanza de gorilas en el Congo y que ya publicamos en nuestro blog). En el film se expone cómo los cazadores furtivos -y los legales- de elefantes en África están acabando con la especie y cómo desde China el comercio de marfil está impulsando gran parte de su demanda. Es la pescadilla que se muerde la cola: cuantos menos elefantes hay, más sube el precio del marfil y más beneficioso es para los cazadores matar uno

En este documental (producido por el siempre comprometido Leonardo diCapriola investigación se extiende por varios países, desde los que reciben el marfil ilegal, hasta los que los compran para hacer joyas, adornos o incluso para ingerirlo en remedios caseros. Los autores de este reportaje estuvieron 16 meses investigando para documentar el tráfico de marfil, visitando áreas de conservación donde habitan y son cazados los elefantes y realizando entrevistas encubiertas mientras se infiltran en el comercio ilegal de marfil para después denunciar esta triste realidad.

El valiente elenco de personajes que han hecho posible este film además de mostrar al espectador la realidad que está viviendo esta especie se plantean un interrogante "¿Vamos a permitir que el mamífero más grande de la Tierra se extinga?". La respuesta es clara, NO.


¿Llega una esperanza para los elefantes?

Sin embargo puede estar llegando cambios positivos para el futuro de esta especies y de otras como los rinocerontes. A finales del año pasado China, el mayor mercado mundial de marfil, anunció la prohibición del comercio interno y el procesamiento del llamado 'oro blanco'. De acuerdo con la nueva normativa, una primera hornada de fábricas y tiendas dedicadas al marfil tenían que cerrar y hacer entrega de sus licencias antes del 31 de marzo de 2017, una medida que debe extenderse a todo el sector a finales de año. Con esta decisión se espera poner coto a la caza furtiva de estos amenazados paquidermos en África y Asia.

Grupos conservacionistas y activistas medioambientales de todo el mundo calificaron la decisión de "histórica", ya que supone todo un cambio para el futuro de estos animales. No en vano, el marfil africano es considerado como un símbolo de estatus en el país asiático. La medida adoptada supondrá el cierre de 34 empresas dedicadas a trabajar este producto y de otras 143 especializadas en su comercialización.

La decisión se produce después de años de creciente presión internacional y doméstica para poner fin a este comercio y da esperanzas a los defensores de los animales de que se pueda evitar la extinción de varias de las poblaciones de elefantes amenazadas en África. A principios de 2016 China ya había prohibido la importación de todo el marfil o productos elaborados con marfil adquirido antes de 1975.

La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES, en inglés), que entró en vigor en 1975, prohibió el comercio de marfil en 1989. Al igual que otros países, hasta ahora China permitía la reventa de marfil adquirido antes de esa prohibición, y también posee unas reservas adquiridas en 2008 con la aprobación de CITES, que pudieron salir a la venta con esa certificación.

Tras esta necesaria regulación parecen empezar a llegar las buenas noticias: según un informe publicado por Save the Elephants , el precio del marfil se ha reducido de forma exponencial en los últimos tres años. En 2014 la media del precio de los colmillos era de 2100 dólares, en 2015 alcanzó los 1100 dólares y en este año han caído a poco más de 700 dólares. Esta disminución se atribuye a una combinación de factores incluyendo una recesión económica, una más efectiva lucha contra la corrupción, los compromisos del gobierno para poner fin al comercio del marfil y una mayor conciencia entre los consumidores sobre el impacto que éste está teniendo en los elefantes.

Todavía hay un largo camino por recorrer para poner fin a la matanza de elefantes por el marfil de sus colmillos, pero ahora al menos nace una mayor esperanza para la especie, para la supervivencia de estos animales maravillosos que ocupan su propio espacio, tan grande como ellos,  en el corazón del Juez Roy Bean.


La condena del refugiado (9) De refugiados, fronteras y mentiras


Introducción

"No lo conseguí mamá,
Pero no se lo digas a los hermanos,
Ni a papá.
Diles que llegue a ese lugar
del que tanto nos hablaba el abuelo
donde los tanques echan agua
y las balas son de caramelo
que aquí no me falta el pan
ni el dinero para pagar.
Que sigan luchando
Por un mundo mejor.
Diles que vivo en Italia
Y que mi barca no se hundió"
Patricia Vitorique

"Hay una operación militar de rescate para los que se tiran al mar allí (...) son los pico mil, no sé, dos o cinco pico mil" Jorge Toledo, Secretario de Estado para la UE 06.03.2017

"Los africanos que vienen aquí son como un niño de un año y medio, no saben nadar, se ahogan solos. Significa que no mueren aterrorizados por los disparos de la Guardia Civil. Es mentira. Se ahogan solos". Alfonso Merlos 13TV 20.02.2016

"Fíjense en esta imagen. Lo que pueden parecer murciélagos son hombres. Es el fotograma que refleja el instante del mayor asalto a la valla que se ha producido en la historia de Melilla" Presentadora de TN3 de Telemadrid 20.03.2014

“Cuando la barca se hundió, no encontraba a mis amigos. Me preguntaba: ¿Dónde están? Entonces encontré a Omar, pero había otro amigo que no aparecía por ningún lado. Quise ayudar a otros, pero no pude. Omar y yo nos ayudamos el uno al otro, pero fue difícil nadar durante horas. En el agua, todo el mundo buscaba a familiares y amigos.” Mohammed, refugiado sirio de 21 años 11.10.2013

"Los militares nos golpean, nos aporrean los brazos. Han partido las piernas y la cabeza a algunos de nosotros. Cuando te golpean, parece que alcanzan tu humanidad. No te puedes defender, no los puedes parar. Por eso hoy mi hermano ha muerto. Le sacaron fuera, lo esposaron y lo golpearon. Él ha muerto". “Nuestra arma es el corazón. No hemos venido a España para combatir a la Guardia Civil, hemos venido a España para dar de comer a nuestras familias.” Testimonios de personas sobrevivientes de la tragedia del 6 de febrero de 2014 en El Tarajal

"Esas personas no pueden seguir siendo tratadas como alimañas al acecho. Muchas ya están marcadas por las cicatrices de las concertinas que coronan la empalizada. Para el Imperio Romano, Júpiter Término era el dios de las fronteras al que se rendía culto con sangre. La Unión Europea es la principal vendedora de armas a los países africanos y muchos inmigrantes huyen de regímenes o de facciones que utilizan esas armas. Mientras, se han eliminado gran parte de los proyectos de cooperación. Los inmigrantes no son un peligro. En su maleta vacía traen la materia prima que más necesita Europa: agallas y esperanza." Manuel Rivas 08.02.2014


Primera Parte - El Mediterráneo como frontera de desigualdad y muerte

Sigue ocurriendo, cada día, enfocados por cámaras o en la más absoluta soledad, decenas de miles de personas siguen tratando de escapar de una vida mísera o de una muerte cercana y llegar a Europa, el continente deseado por ellos. Todos los años los conflictos armados, la persecución, la pobreza o las consecuencias del cambio climático obligan a millones de personas a abandonar sus países en todo el mundo. Seres humanos de países fallidos, desestructurados o en guerra como Siria, Irak, Eritrea, Somalia, Sudán (los dos) Pakistán, Afganistán, Nigeria, Yemen etc intentan huir de la insoportable realidad de los lugares donde nacieron para reconstruir su vida en otro país.

Sin embargo los dirigentes de la Unión Europea están cada vez más decididos a impedirles entrar a pesar de gran parte de sus opiniones públicas e incluso del deseo de algunas de sus grandes ciudades como ha ocurrido en España, donde el Gobierno estatal ha impedido a varias comunidades y ciudades españolas como Madrid, Barcelona, Zaragoza, a Coruña o Valencia acoger refugiados como en repetidas ocasiones han reclamado. En los últimos años no han dejado de levantar vallas o muros de todo tipo (físicos, policiales o administrativos) que han puesto las cosas aún más difíciles a quienes, desesperados, se arriesgan a emprender el viaje más peligroso de sus vidas.


Porque entre las diferentes fronteras que existen en nuestro mundo ninguna es tan flagrantemente desigual como el Mediterráneo. La línea de este mar divide dos mundos enfrentados por un abismo económico, social y político. Si solo damos un dato y sin hablar de conflictos sociales o bélicos, la renta per cápita en Europa es 14 veces la de los países del sur. Este dato es profundamente relevante ya que a lo largo de la historia, la desigualdad de ingresos y los conflictos han sido los principales motores de la movilidad humana. En comparación, África del Norte y los países de Medio Oriente están sumidos en una de sus peores crisis en décadas: guerras civiles, millones de desplazados y extremismo fundamentalista.

Pero el problema de este mar va mucho más lejos ya que es a su vez la frontera más mortífera del mundodebido a los miles de víctimas que desde el año 2000 se han ido produciendo, magnitudes propias de una guerra silenciosa. Y la Unión Europea no puede seguir dando la espalda a esta tremenda tragedia. Personas que no han podido llevarse prácticamente nada de su anterior vida salvo los traumas y desolaciones que les han hecho huir, víctimas de la desidia o los crímenes de sus gobernantes y después de las malas artes de los traficantes

Esta magnífica fotografía del fotógrafo Massimo Sestini (que invitamos a que pinchen en este enlace para ver más grande y con la que consiguió el premio World Press Photo 2015) nos invita a un brutal ejercicio de empatía al poder distinguir los rostros, la ropa y casi los pensamientos de quienes navegan en esa atestada embarcación. 

Esta imagen nos muestra algo que debiera ser obvio, que cada persona que se arriesga en este azaroso viaje es un individuo como nosotros, con su propio rostro anhelante y su propia experiencia vital, en la que un día se cruzó la guerra, la miseria o la persecución como podría sucedernos a nosotros algún día, como de hecho ya nos sucedió hace no mucho tiempo..




A fin de defender sus fronteras de esta gente tan peligrosa, la UE y sus estados miembros han financiado complejos sistemas de vigilancia y rescate, creado una zona de contención por medio de acuerdos de cooperación con países vecinos como Marruecos y Turquía que les ayudan a bloquear la migración irregular hacia Europa, así como creado un equipo paneuropeo de guardias de fronteras para patrullar las lindes de la UE. 

Además, algunos países de la UE se sirven de la amenaza de la detención por tiempo prolongado para disuadir a quienes intentan llegar a Europa. Han financiado centros de acogida y detención de migrantes, donde el acceso de las personas detenidas a los procedimientos de asilo es motivo de honda preocupación para los defensores de los derechos humanos. Han firmado acuerdos de readmisión con países de origen y de tránsito, en virtud de los cuales les resulta más fácil enviar de regreso a quienes consiguen llegar a Europa.

En abril de 2015, tras otro de los grandes naufragios que sacuden los informativos de vez en cuando, la periodista Soledad Gallego-Díaz parecía haber encontrado la explicación en los documentos de la UE que hizo públicos la agencia Reuters, dónde se afirmaba que ampliar los dispositivos de rescate o vigilancia podría aumentar el número de personas que intentaran el viaje y formulaba lo que sería su cínica continuación lógica, es decir, si se ahogan unos cuantos miles de personas sin que nadie les ayude entonces puede cundir el miedo y quizás dejarían de intentarlo. Si no vemos el problema, es que ya no existe... Sobre este tema comentaba el siempre lúcido Iñaki Gabilondo:



Todas estas medidas, cuya eficacia para detener la migración irregular a Europa son en el mejor de los casos cuestionables, causan atroces sufrimientos a los migrantes y se cobran miles de vidas humanas. 

Debido al bloqueo mediante vallas (seguidamente nos centraremos en Ceuta y Melilla) de otras rutas de entrada a la UE más seguras, al aumento de la vigilancia y al despliegue creciente de fuerzas de seguridad, la gente se ve obligada a contactar con peligrosas mafias de migrantes y tomar rutas cada vez más peligrosas, demasiadas veces con trágicas consecuencias.

Muchas personas mueren ahogadas en el mar o asfixiadas en camiones. Sufren violencia en las fronteras de la UE y se ven privadas de su derecho a solicitar asilo. Acaban atrapadas en países como Libia, Marruecos, Ucrania y Turquía, donde sus derechos están amenazados. En algunos de estos países viven en la indigencia, carecen de derechos sociales y económicos y muchos sufren violencia e incluso tortura.

Recientemente se ha sabido que demasiados refugiados se ven obligados a recurrir a la prostitución o la venta de sus órganos para poder sobrevivir. El coste de estas medidas en sufrimiento humano es, como vemos, incalculable. Las políticas de migración de la Unión Europea, digámoslo claramente, ponen vidas en peligro, matan.

En el programa de Salvados 'El otro lado de la valla' Jordi Évole nos propone otro ejercicio de empatía al mostrarnos la realidad de los migrantes que esperan en Ceuta y Melilla, la frontera sur de Europa, el momento de intentar el salto dentro a nuestro privilegiado continente.


Segunda Parte - Focalizando: las mentiras del Tarajal

En la mañana del 6 de febrero de 2014 se produjo un intento de entrada en Ceuta por parte de un numeroso grupo de subsaharianos (entre 250 y 450, según las fuentes) que acabó convirtiéndose en una de las mayores tragedias -o mejor llamarlo asesinatos- que se recuerdan en la ciudad autónoma. Al menos quince de ellos (probablemente muchos más) murieron ahogados al intentar superar el espigón fronterizo de la playa del Tarajal y así poder entrar en territorio español. 

Pero su muerte no se produjo por una mala jugada del destino. A las inmensas y dolorosas situaciones a las que se exponen estos inmigrantes, esta vez algo más truncó sus planes de libertad: la acción homicida de la Guardia Civil como correa de transmisión de las órdenes de sus mandos y responsables políticos.

Las ONG locales y algunos inmigrantes supervivientes aseguraron que los miembros de la Guardia Civil les dispararon pelotas de goma  (más de 200...) y gases lacrimógenos cuando estaban en el agua, lo que provocó el pánico entre las personas que luchaban por alcanzar la orilla. El colectivo Caminando Fronteras exponía en un detallado documento con hechos y testimonios que desmontaba la versión oficial (dada por el entonces director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa) que alegaba que el uso de material antidisturbios se había utilizado con fines disuasorios


De hecho, la Guardia Civil activó el máximo nivel de alerta, movilizando varias unidades incluyendo el grupo antidisturbios y una patrullera naval y no alertó a Salvamento Marítimo ni a la Cruz Roja. No querían testigos. Sin embargo, en los días posteriores a la tragedia, Arsenio Fernández de Mesa y el por entonces ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, mintieron flagrantemente negando el uso de material antidisturbios en el agua. Una versión que también desmintieron después distintas grabaciones, lo que provocó la comparecencia del propio ministro del Interior en el Congreso de los Diputados.


Los guardias civiles devuelven a inmigrantes a Marruecos en la playa de Tarajal

En enero de este año se estrenaba en el canal 33 de la televisión catalana el documental 'Tarajal: desmontando la impunidad en la frontera sur', de los catalanes Xavier Artigas y Xapo Ortega coincidiendo con la reapertura de la investigación sobre este caso por parte de la Audiencia Provincial de Cádiz con sede en Ceuta.

Esta reapertura se produjo después de que este mismo juzgado archivara la instrucción en octubre de 2015, en la que se imputaba a 16 guardias civiles por los cinco cuerpos que se recuperaron en aguas españolas. En este nuevo auto la Audiencia considera que 'nada excusa la dejadez o tibieza' para esclarecer la actuación de la Guardia Civil, que hizo uso de material antidisturbios en su intento de repeler aquella desesperada entrada de decenas de subsaharianos. 



La reapertura del caso ponía en el ojo del huracán la tesis del documental que se basa en la sospecha de que lo que ocurrió aquella noche en El Tarajal no fue un simple caso de negligencia policial, sino que respondería a una estrategia planificada en la aplicación de las políticas de control migratorio. "Denunciamos el racismo institucional que acompaña a los casos de los inmigrantes que intentan cruzar las fronteras. Por desgracia, Tarajal no es un caso aislado", afirmaba Artigas, que ha contado en todo el proceso con el asesoramiento de Marc Serra, jurista del Observatorio Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC) e impulsor de este proyecto audiovisual.

Algunos inmigrantes daban su versión de los hechos a contraluz para no ser reconocidos ante la cámara. Todos coinciden en que los guardias civiles 'apuntaban', no disparaban al azar. El hermano de uno de los que esa noche sufrieron el ataque en esa playa asegura que su familiar sigue desaparecido. "No sabemos nada. La cifra oficial son 15 muertos, nosotros creemos que son 87", declara.

En un trabajo de investigación que dio lugar a su especial 'Las muertes de Ceuta', Eldiario.es desmontaba las mentiras de las diferentes versiones del entonces ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz (que en el Congreso aseguraba que "el objetivo de los disparos fue hacer visible una barrera disuasoria") y demostraba que, contra lo que aseguraba el Gobierno, la Guardia Civil sí había utilizado material antidisturbios contra los migrantes que se encontraban en el agua tratando de alcanzar tierra europea  a nado.



Tercera Parte - Relativizando: la mirada de Joe Sacco

En 'Reportajes', un muy recomendable volumen de relatos periodísticos de Joe Sacco (poco sospechoso de derechista o de no comprometido), el autor vuelve a su lugar de nacimiento, Malta, para hablar de la migración clandestina africana. Incluso sintiendo simpatía por los 'indeseables' subsaharianos, Sacco muestra los miedos y aprensiones de los malteños ante la invasión de subsaharianos que se han quedado en el país y creado sus propios guettos, ilustrando de forma ejemplar la complejidad del problema de la inmigración cuando se exacerba. Como explica la web Entrecomics: 

"(...) creo que el relato más conseguido y el más sorprendente del tomo es "Los indeseados" publicado originalmente entre 2010 y 2011. En él, Joe Sacco no viaja a un país en guerra ni a una zona donde el hambre hace estragos, sino que visita su Malta natal para abordar el problema de la inmigración africana. Nos mete de lleno en una comunidad occidental relativamente pequeña y homogénea por completo, blindada contra el mestizaje, en la que de pronto entran nuevas culturas que generan un rechazo casi generalizado. Sin hipocresía y sin dejar que su propio punto de vista, favorable a unos inmigrantes que sabe cómo lo han pasado hasta llegar allí -porque lo ha vivido de cerca durante su labor periodística-, deja que todos los actores hablen, expone el conflicto social sin censurar a nadie, comprendiendo el miedo de ambas partes, e, incluso, entrevistando al ultraderechista Norman Lowell.

Sacco muestra las duras condiciones de vida de los inmigrantes africanos y el tortuoso viaje hasta Europa, pero no esquiva los problemas que causan en un país tan pequeño y tradicional como Malta, ni condena a los malteses por sus opiniones xenófobas: eso será decisión de cada lector. En sus páginas realiza un ejercicio de ecuanimidad realmente admirable en los tiempos de las posturas radicales y el periodismo de los intereses corporativos, con el que construye un relato en el que, sin hurtarnos su propia postura, plantea la realidad en toda su complejidad, sin maniqueísmo, sin soluciones fáciles."

Finalizando

Como hemos visto, la respuesta de los gobiernos europeos supuestamente consternados ante la magnitud esta tragedia no ha sido actuar sobre las causas de estas migraciones forzadas pues ha decidido proteger las fronteras antes que salvar vidas. Las medidas propuestas por parte de los jefes de los Estados europeos son vergonzosas y suponen un absoluto lavado de cara.


Hemos visto fotografías terribles de niños ahogados huyendo de la guerra y la miseria, vallas y alambradas de espino clavándose en los cuerpos hambrientos de los refugiados, carne de sueños ahogados pudriéndose en las bodegas de los barcos y en los camiones fronterizos, como ganado clandestino. 

Los países europeos deberían hacerse cargo de una cuota razonable de acogida de personas que huyen de crisis y conflictos, teniendo en cuenta las posibilidades de cada país, que son más de lo que sus gobernantes dicen. España, por ejemplo, aceptó dar asilo a más de 17000 sirios que huyen de la guerra pero hasta ahora sólo han llegado poco más de mil personas. Estos incumplimientos son éticamente rechazables y políticamente inadmisibles.

Debemos cambiar la perspectiva sobre los movimientos de personas que huyen del dolor. Y, mientras trabajamos por la paz y decidimos, de una vez por todas, compartir soluciones entre los 28 (o 27..) socios de nuestro privilegiado club europeo, dediquémonos a salvar la vida y la dignidad de quienes, con todo el derecho, buscan asilo para encontrar, simplemente, un lugar bajo el sol en el que poder vivir su vida.

Porque como escribía Elena Valenciano en El País: "(...) Viviremos muchos años con los refugiados, no menos de una generación. Cuanto antes lo comprendamos, mucho mejor. Habrá que atenderlos, protegerlos, acogerlos e integrarlos en nuestras sociedades. No existirán nunca muros o alambradas que sujeten el impulso humano por sobrevivir y por intentar salvar a los seres queridos. Antes que pasar décadas bajo las bombas y el miedo o esperar a que sus hijos crezcan bajo un plástico blanco en medio de la nada, la gente buscará cualquier vía de esperanza. Nosotros, también, haríamos lo mismo. En tanto haya guerra y violencia en nuestras puertas -e incluso años después de que se haga la paz- habrá refugiados en Europa."



Globalización, capitalismo y otros resortes de poder (62) Mar de China: la guerra de los archipiélagos


'El mar de China: la guerra de los archipiélagos', es una producción francesa de 2015 dirigida por Mar Petitjean , de 52 minutos de duración y producida por TS Productions y ARTE France, que nos explica por qué el mar de China suscita tanto interés actualmente.

China se convierte en una potencia de primer orden mientras la región Asia-Pacífico se convierte en el nuevo centro del mundo. El mar del sur de China se ha convertido en uno de los escenarios estratégicos en el que Beijing provoca graves tensiones con países vecinos como Vietnam, Filipinas, e incluso Japón. También se sitúa como rival de otra gran potencia en la región, Estados Unidos, presente en el Pacífico desde su victoria sobre el Japón imperial en 1945. Buen ejemplo de ello son las islas Spartly, cuyos arrecifes China ha transformado en islas de hormigón con pistas de aterrizaje. Se puede hablar de una técnica de invasión progresiva.

Los americanos consideran que las islas artificiales chinas son una amenaza para la navegación internacional. Son mares esenciales para la economía mundial. Se puede hablar de desafíos comerciales, pero también están en juego el control por la pesca, las reservas de petróleo y las bases militares, de gran importancia estratégica para la marina americana.

Las imágenes de Google Earth documentan los trabajos de China en cuatro atolones. Se puede hablar de una técnica de invasión progresiva. Los americanos consideran que las islas artificiales chinas son una amenaza para la navegación internacional en una ruta por la que transita la mitad del transporte marítimo mundial. Las autoridades estadounidenses han declarado que Estados Unidos seguirá manteniendo su superioridad militar mediante el despliegue en la región de portaaviones y navíos de combate.

Son mares esenciales para la economía mundial. El mar del sur de China es por donde pasan las grandes rutas comerciales, para China es indispensable. Es su conexión con Europa, es su conexión con Estados Unidos. Y para Japón es igual. Podemos decir que el primero es un desafío comercial, pero también están en juego el control por la pesca, las reservas de petróleo y las bases militares, de gran importancia estratégica para la marina americana.