Aún nos dura el escalofrío con las imágenes del asesinato de George Floyd el pasado martes 26, ese oficial de policía apoyando todo su peso durante diez minutos en el cuello de una persona que le pide ayuda porque está muriendo, porque lo está matando. Cada vez en más grabaciones puede verse que Floyd en ningún momento se resiste mientras se le esposa y se le detiene sacándole bruscamente de su coche donde estaba cuando la muerte le vino a ver vestida de azul.
Parece que los cuatro oficiales de policía de Minneapolis le culpaban por haber supuestamente pagado con un billete falso de 20 dólares. Ellos han sido despedidos pero eso, claro, no basta. Esos cuatro hombres pero sobre todo el puto loco que le rompe el cuello con la rodilla durante 8,46 insoportables minutos deberían ser procesados inmediatamente por asesinato.
Este es el enésimo caso de intolerable brutalidad policial sobre afroamericanos en Estados Unidos. Como ha dicho el alcalde de la ciudad, Jacob Frey no siguieron la primera máxima de la policía, ayudar a una persona que pedía ayuda. Mientras, la ira popular se manifiesta en las calles y ya son tres las noches de protestas pacíficas y algunos disturbios en Minneapolis, extendiéndose a otras grandes ciudades del país, como Denver, Washington, Los Angeles o Nueva York, entre otras.
El mismo Jacob Frey ha opinado al respecto de las protestas: "lo que hemos visto en los últimos días es el resultado de tanta ira y tristeza acumulada que se ha arraigado en nuestra comunidad negra, no sólo por diez minutos de horror, sino por 400 años”
Desde aquí, el Juez Roy Bean también siente su indignación y su rechazo absolutos contra estos crímenes racistas que asolan el país norteamericano desde el comienzo de su historia como país. Descansa en paz, George Floyd.
Parece que los cuatro oficiales de policía de Minneapolis le culpaban por haber supuestamente pagado con un billete falso de 20 dólares. Ellos han sido despedidos pero eso, claro, no basta. Esos cuatro hombres pero sobre todo el puto loco que le rompe el cuello con la rodilla durante 8,46 insoportables minutos deberían ser procesados inmediatamente por asesinato.
Este es el enésimo caso de intolerable brutalidad policial sobre afroamericanos en Estados Unidos. Como ha dicho el alcalde de la ciudad, Jacob Frey no siguieron la primera máxima de la policía, ayudar a una persona que pedía ayuda. Mientras, la ira popular se manifiesta en las calles y ya son tres las noches de protestas pacíficas y algunos disturbios en Minneapolis, extendiéndose a otras grandes ciudades del país, como Denver, Washington, Los Angeles o Nueva York, entre otras.
El mismo Jacob Frey ha opinado al respecto de las protestas: "lo que hemos visto en los últimos días es el resultado de tanta ira y tristeza acumulada que se ha arraigado en nuestra comunidad negra, no sólo por diez minutos de horror, sino por 400 años”
Desde aquí, el Juez Roy Bean también siente su indignación y su rechazo absolutos contra estos crímenes racistas que asolan el país norteamericano desde el comienzo de su historia como país. Descansa en paz, George Floyd.