En 2005, a raíz de los disturbios en las banlieues francesas y de los atentados del 7J de Londres viajamos a Francia, al Reino Unido y a Alemania para elaborar un reportaje sobre las comunidades musulmanas en Europa. Lo titulamos “Musulmanes en Europa: entre el gueto y la integración”. La conclusión entonces era que no había habido modelos de integración reales y que había todavía mucho camino por andar si se quería evitar que la situación empeorase. La discriminación, las altas tasas de paro, la desigualdad, etc… habían conducido al desarraigo en una parte importante de esas comunidades. Decían entonces algunos de nuestros entrevistados musulmanes que se sentían ciudadanos de segunda clase cuando muchos eran ya nacionales de alguno de nuestros países o habían nacido aquí.
Intensificación de los debates en torno al Islam
Quince años después, los atentados de París el pasado mes de enero contra el semanario Charlie Hebdo y el supermercado judío, que muchos franceses ven como su 11/S, han hecho saltar de nuevo las alarmas. Y En Portada ha querido volver sobre el tema al hilo de la intensificación de los debates en torno al islam, su compatibilidad con la democracia, el laicismo, la islamofobia o el antisemitismo. Calle de Saint-Denis, una de las ’banlieus’ donde se concentran las comunidades musulmanas de París. Sus habitantes denuncian discriminación, altas tasas de paro y desigualdad Por un lado, está el debate entre los musulmanes y los no musulmanes y, por otro, el que se produce dentro del propio islam en Europa sobre un islam lejos de la radicalización y de los terroristas yihadistas que debemos recordar, y no olvidar, no son más que una ínfima parte dentro de las comunidades musulmanas en nuestros países. Son realidades que tenemos que tener claras y no dejarnos llevar por discursos manidos desde los extremos que sólo buscan enfrentarnos unos a otros por intereses espurios.
A Francia y Reino Unido en busca de respuestas Esta vez hemos viajado a Francia y al Reino Unido, hemos estado en Paris, en la banlieue de Saint-Denis, en Calais y en Londres. Hemos hablado con representantes de las comunidades musulmanas, con expertos, con políticos... en un intento de encontrar respuestas. Y hemos llegado, por desgracia, a la conclusión de que la situación no sólo no ha mejorado sino que incluso ha empeorado en muchos aspectos y que poco o nada se ha hecho en estos años. Con un problema añadido que, desde mi punto de vista, incluso se ha hecho más profundo en este tiempo: El propio desarraigo de la sociedad mayoritaria respecto a principios y valores que creíamos plenamente asentados en nuestras sociedades y que ahora se tambalean y que se pueden resumir en el lema “igualdad, fraternidad y libertad”.
Pilar Requena entrevistando al imán Omer el-Hamdoon Peligrosa radicalización
Hemos escuchado las mismas quejas en las comunidades musulmanas. Pone los pelos de punta el hecho de que los partidos de extrema derecha, xenófobos, racistas, islamófobos, antisemitas hayan ido en aumento y que jóvenes musulmanes occidentales se radicalicen y se vayan a Siria a hacer la yihad o atenten en nuestros países que son también los suyos. Tampoco ha contribuido a una mejora de la situación la política exterior de nuestros países en los países musulmanes. La invasión de Irak o la intervención en Libia son buena prueba de ello. Hijos del desarraigo ha querido dar voz a todas las partes posibles. Pero quizás las palabras que más conmueven e impactan, por el desgarro, el dolor y la realidad que reflejan, sean las de Patrick Pelloux, cronista de Charlie Hebdo, que ha perdido a ocho de sus grandes amigos y al que solo el destino salvó de la muerte. O las de Latifa Ibn Ziaten. Muchos la llaman madre coraje. Es la madre de Imad, un militar francés, musulmán, asesinado en 2012 por el terrorista yihadista, Mohammed Mehra. Ella lucha ahora contra la radicalización. Anna Erelle, pseudónimo de una periodista francesa que se hizo pasar por una joven yihadista y entró en contacto con un dirigente del autodenominado Estado Islámico, nos habla sobre la forma en que los terroristas intentan seducir a jóvenes occidentales para que se vayan a engrosar las filas de la organización terrorista Estado Islámico en Siria o Irak.
Un equipo de En Portada ha viajado a Londres y París para hablar con expertos, políticos y representantes de la comunidad musulmana sobre el debate abierto Crisis y chivos expiatorios ¿Qué nos ocurre? Es la pregunta a la que hay que encontrar una respuesta. La crisis económica y social nos ha sumergido en tal desazón que buscamos el chivo expiatorio en los barrios más desfavorecidos, donde se concentra la población musulmana y los inmigrantes. Pero, sobre todo, esa crisis nos impide ser conscientes de otra más profunda, la de nuestros valores, esos que han hecho avanzar a Europa y que han sido su riqueza y que ahora parecen estar en un segundo plano. Todos somos un poco hijos de algún tipo de desarraigo. Lo que nos queda, si no queremos que dentro de otros diez años, al volver a los mismos lugares, nos demos cuenta de que seguimos igual, o peor, es ponernos manos a la obra y no dejar que la radicalización, el extremismo, haga mella en unos y otros. Y eso es responsabilidad de todos.
Un artículo de El País y las imágenes de Big Picture nos llevan hasta Nepal, mientras sigue buscando víctimas e intenta recuperarse de la catástrofe que supuso el terremoto del día 25 de abril, que causó la muerte a más de 5000 personas, miles de heridos y desaparecidos y millones de damnificados que han visto destruida su forma de vida. Esto multiplicará las enormes carencias estructurales del pequeño país del Himalaya, lo que sumado a la galopante corrupción y su endémica pobreza (con un régimen semifeudal hasta hace una década), complicarán la reconstrucción y aumentarán las miserias e injusticias que padece su población. Esperemos que el gobierno nepalí y la ayuda internacional actúen con prontitud y eficiencia y que puedan recuperarse cuanto antes. Fuerza Nepal...
Los otros terremotos de Nepal
La corrupción y la enorme pobreza del país complican la reconstrucción tras el seísmo
Shreesha Sitikhee, maestra de 28 años, se encarama peligrosamente a los restos de lo que fue su vivienda en el distrito de Bakhtapur, a 20 kilómetros de Katmandú y uno de los más afectados por el terremoto del día 25. En lo que era la cocina, en el tercer piso, les quedan aún unos kilos de arroz y lentejas, y necesita recuperarlos como sea. “Si no, pasaremos hambre. La ayuda internacional ha empezado a llegar, pero aún no en cantidades suficientes”.
“Mucha gente lo ha perdido todo. Esperamos que el Gobierno nos ayude, pero ya veremos. Hay mucha corrupción, nuestra política es muy inestable, y eso ha impedido que se desarrolle nuestro país”, apunta, mientras se cubre la cabeza con un pañuelo para protegerse del polvo que se levanta entre los escombros.
El lamento de Sitikhee es generalizado entre los nepalíes. Son numerosas las quejas sobre la situación política y sobre cómo el Gobierno que encabeza el primer ministro, Sushil Koirala, ha gestionado el desastre, que ha costado más de 6.600 vidas, ha causado 14.000 heridos, 450.000 desplazados internos y ha afectado a 8 de los 28 millones de habitantes de este país, uno de los más pobres del mundo con un PIB per cápita de 2.400 dólares anuales (2.150 euros). El terremoto encontró a Koirala de viaje en Indonesia y el primer ministro tardó tres días en dirigirse a la nación para admitir que los recursos eran “limitados”, mientras la ayuda más básica tardaba días en llegar a los damnificados.
Las tareas pendientes son enormes: suministrar agua, comida, abrigo y saneamiento a los afectados. Para restablecer los servicios y reconstruir las 300.000 viviendas destruidas o dañadas, el Gobierno calcula que necesitará 2.000 millones de dólares (1.785 millones de euros). Es un trabajo titánico, que hubiera supuesto una durísima prueba para cualquier Estado. En Nepal es una tarea ímproba. Lo complica la pobreza y la falta de infraestructuras; la difícil orografía de un país encajado entre algunas de las cordilleras más altas del mundo, y la fragilidad del sistema político de un pueblo que hace poco más de una década aún vivía bajo un régimen semifeudal.
Si hay una fecha clave en la historia reciente de Nepal es el 1 de junio de 2001. Esa noche el príncipe heredero, Dipendra, asesinó a su padre, el rey, y a nueve miembros de la familia real antes de suicidarse. Su tío Gyanendra heredó la corona, aunque muy debilitado por su impopularidad y por el auge de una guerrilla maoísta surgida en los años noventa para derrocar la monarquía y acabar con un sistema de castas y etnias dominantes.
Un acuerdo de paz patrocinado por la ONU en 2006 motivó la formación de un Gobierno de transición y la abolición formal de la monarquía dos años después. Pero en una década, los partidos, divididos en luchas intestinas y plagados por la corrupción, han sido incapaces de llegar a un acuerdo para aprobar una Constitución. En el caso del terremoto llueve sobre mojado, apunta el representante en Nepal de Asia Foundation, George Varghese. Solo en lo que va de año, el Gobierno ya gestionó de manera inadecuada problemas como un avión accidentado de Turkish Airlines o un brote de fiebre aftosa.
A lo largo de los próximos meses es poco probable que la situación vaya a mejorar y que los partidos dejen sus diferencias de lado para unirse ante la catástrofe nacional. “Lo dudo. Habrá una llegada masiva de ayuda en los próximos meses y los partidos competirán por el control”, según el profesor Michael Hutt, especialista en Nepal en la School of Oriental and African Studies (SOAS) londinense. Tampoco parece probable, pese al descontento social, que vaya a producirse un relevo en el Ejecutivo. La credibilidad de los políticos es demasiado baja. “Las opciones oscilan entre los que están ahora en el Gobierno o alguien que ya ha estado y ha sido igual de incompetente”, subraya Varghese. Hutt, por su parte, sí ve posible “un aumento de la influencia de India y China”, los dos grandes vecinos que mayor y más rápida ayuda han prestado.
Mucho dependerá también de la celeridad con la que llegue la ayuda, se consiga realojar a los damnificados y reactivar la actividad económica. Una tarea que llevará meses, si no años.
A falta de Estado, redes ciudadanas
M. V. L.
“Un diputado vive detrás del templo donde nos refugiamos. Pues desde el terremoto no ha venido a visitarnos a ver cómo estamos ni una sola vez”, se queja Salina Bajracharya, maestra y estudiante de administración de empresas de 25 años. Tras perder su casa en el centro de Bakhtapur y encontrar refugio en el templo de la Estupa de Buda, junto con otras 150 personas, y ante la falta de ayuda oficial, ella y otra decena de jóvenes se organizaron por su cuenta.
Aprovechando lo aprendido sobre gestión en sus cursos universitarios, Salina y sus compañeros hicieron un listado de refugiados, reunieron los víveres disponibles y los repartieron según las necesidades de cada familia. “Al principio nos faltaba agua y dimos una botella para cada dos personas. Luego mejoró algo y pudimos dar una botella para cada persona”. Usan un router de wifi alimentado por energía solar para llamar la atención sobre su caso en redes sociales y solicitar donaciones en especie. “No aceptamos dinero. Sería muy complicado repartirlo y podría crear problemas”. Han colgado carteles a la entrada del templo que piden ayuda y denuncian: “Queremos saber cómo se distribuye la ayuda humanitaria extranjera. Necesitamos agua, comida y asistencia higiénica”. “Al principio nuestros padres estaban en contra y nos dijeron que quitáramos los carteles. Pero ahora han visto que funciona”, apunta Bajracharya. Quien pasa por delante entra y deja la ayuda que traiga. En el caso de que sobre algo, lo comparten con otras pequeñas comunidades vecinas.
Beautiful Tango, take me by the hand Beautiful Tango, until you make me dance How sweet it can be if you make me dance? How long will it last, baby if we dance? Come to the, come to the world Come to the, come to the world And baby let me show you things Cause time is running and we can loose, baby come and dance we gonna make it threw Cause we've got time Yes we've got time Beautiful stranger, don't want to know your name Beautiful stranger, just want to take your hand How sweet it can be if you make me dance? How long will it last, baby if we dance? Come to the place where the skin speaks A secret words in spanish Where the night turns out the lights of day For us to show some courage So don't go if you wanna know Don't go if you don't know Don't go, if you wanna know Don't go, don't go, don't go Beautiful stranger, take me by the hand Make me dance all night I wanna take the chance I love the way you move And the way you put your hands on my hips are moving while you take it slow Makes me feel like I'm on a river flow Cause we've got time And yes we've got time Beautiful stranger, I wanna loose my mind Beautiful stranger, in the depth of your eyes Beautiful stranger, oh oh oh oh I remember, I remember, I remember...your Sweet music, sweet sweet sweet music, sweet music rising...
Pasan los días y se suceden las revelaciones sobre el affaire Rodrigo Rato, sobre las circunstancias de su polémica (y efímera) detención, su acogimiento a la amnistía fiscal de Montoro, su acusación por fraude fiscal, alzamiento de bienes y blanqueo de capitales, sus turbios manejos en la gestión y la escandalosa salida a Bolsa de Bankia (y su uso de las tarjetas black), confeccionando la maraña empresarial con conexiones en paraísos fiscales con la ocultó durante años sus delictivos procederes etc Sin embargo, según han ido pasando los días y como bien resume Jesús Maraña en InfoLibre:
"A la vista de lo sucedido estos diez días, podría Rato concluir que toda tormenta termina por escampar. La orden de detención solicitada por la Fiscalía de Madrid se transformó en pocas horas en una petición de puesta en libertad sin esperar al resultado de los registros. Y el “toma tú dame a mí” entre la Audiencia Nacional y los juzgados de Madrid puede acabar diluyendo el motivo de fondo de todo el escándalo: ¿cómo es posible que un señor dedicado desde el año 1976 a la política tenga hoy 78 cuentas en trece bancos y más de cuarenta empresas?
Este mismo viernes, la Audiencia Nacional ha rebajado de 133 millones a 5,6 la fianza que Rato debe depositar por su responsabilidad en el fiasco de la salida a bolsa de Bankia. Y lo ha hecho aplicando su interpretación de la legalidad y aceptando los argumentos de los acusados. Ya se verá cómo termina justificando Rato el hecho de haber cobrado 6 millones de Lazard (de su socio y amigo Jaime Castellanos) al mismo tiempo que lo contrataba desde la presidencia de Bankia como asesor para la salida a Bolsa. Mientras tanto, Rato gana tiempo y la constelación de empresas, sociedades y cuentas familiares se va difuminando en el amplio espectro de la legalidad española e internacional."
Esperemos que esta vez las maniobras escapistas de este fulano, príncipe caído del neoliberalismo español, paradigma de un modelo económico y de una ideología podridos hasta la médula, no le libren de pagar por sus múltiples delitos. Aunque muchos nos tememos que ocurra lo de siempre: su partido abjurará de él una temporada en público y le ayudará en privado hasta que su escándalo sea difuminado por los que se suceden cada día, pasará algunos meses en la cárcel, pagará alguna cantidad importante pero que será un porcentaje mínimo de lo robado y al salir de la trena podrá disfrutar con tranquilidad del resto, a salvo ya de cámaras y escraches. Y de los 80.000 dólares anuales vitalicios que le seguirá pagando el FMI por los tres inanes años que pasó allí, escaqueándose de todo. Qué asquito, de verdad. En fin, les dejamos con el especial que le dedicó La Sexta Columna y su reinterpretación por parte del gran Joaquín Reyes.
Rodrigo Rato, por Joaquín Reyes
La Sexta Columna - Rato, el hombre que pudo reinar
Notando que los becarios de la oficina estaban más nerviosos de lo habitual y aullaban “temiendo algo”, un alto ejecutivo de la división española de la multinacional Jenkins&Co. pudo predecir una caída en bolsa de su compañía, tal y como han informado fuentes cercanas a la corporación, que ha evitado perder el 13% del valor de sus acciones. “Se mordían unos a otros y se rascaban el pelaje todo el rato, mostrando más agresividad de la habitual”, ha explicado el empresario.
“Cuando tienen frío se aprietan unos con otros buscando el calor porque en su departamento no hay calefacción. Esto suele implicar varias semanas más de invierno y un cierre trimestral a la baja”, han detallado a los medios fuentes Jenkins&Co. Hasta ahora, según explican, jamás habían visto a los becarios aullar, “lo que solo podía significar que se avecinaba una calamidad financiera”. “El viento arrastra lúgubres rugidos, se perderán dividendos al alba”, declaró el ejecutivo anoche al oír aullar desesperadamente a los becarios varias plantas por debajo de su despacho. “Amanecerá un Excel al que no se le conocerá el fin”, dijo completamente fuera de sí y con los ojos en blanco según han explicado varios testigos.
Tras las operaciones llevadas a cabo por el directivo al ver a los becarios arañar la puerta del ascensor, el precio de conversión ha quedado fijado en 17,75 euros por acción, cuando los títulos ayer llegaron a un mínimo de 4,653 euros. “Ahora los becarios ya duermen y ronronean como siempre; es increíble qué sentidos tan agudizados han desarrollado al haber sido criados en condiciones tan duras”, explica el director español de la compañía.
“Se avecina un temporal”, ha dicho mirando al horizonte y cerrando los ojos para olfatear el ambiente, justo después de saber que el trabajador de una ETT se incorporará esta tarde. “Será un temporal terrible y su ineptitud será leyenda”, ha sentenciado.
Tras su participación en la Cumbre de las Américas de Panamá, Barack Obama dio otro paso en una compleja jugada internacional y mantuvo un encuentro con Raúl Castro que él mismo calificó de “histórico” y tras el que ha insistido en que su equipo de gobierno se refiera a él como ‘Compay, el negro’, ‘el negro Obama’ o ‘el mister danger-peligro’. “Por un beso de ‘La Flaca’ yo daría lo que fuera, por un beso de ella aunque solo uno fuera”, ha declarado Obama, dispuesto a visitar La Habana antes de abandonar la Casa Blanca o “la casa grande de gringolandia”, tal y como la ha denominado él durante toda la Cumbre.
“Este bloqueo terminó como la fiesta del Gatao y estuvimos todos en estambay esperando chances para que la situación go on”, ha explicado Obama al resto de mandatarios americanos, excusándose por haber tardando tanto en hacer llegar una anulación del bloque que muchos pensaban que sería una de sus primeras medidas al llegar al Gobierno. Respecto a los últimos movimientos de aperturismo diplomático de Washington, coincidentes con los últimos meses de presidencia de Obama, éste explicó que “ahora que estoy ya papito es cuando estoy sacando mi cosa más sabrosa”.
“Chico, aquí abajo las cosas se ven de otrora manera, ¡Echaaaa!”, añadió Obama resoplando y abanicándose con su sombrero colonial. “Mijo, qué calor”, protestó. Interrogado sobre la candidatura de Clinton, el que será pronto expresidente del país más poderoso del mundo se limitó a decir “fuera pa’allá que yo no quiero tratos con los diablos gringos”. Al cierre de la edición, fuentes cercanas a la Cumbre declararon que Obama, en referencia a su esposa Michelle, declaró al abandonar la sala de actos “pues ya me voy al piso a dar tremenda barra a esa negra”.
Fuentes de la Santa Sede han confirmado esta mañana que la eterna lucha entre el Bien y el Mal tendrá que acabar “a hostias” tras una eternidad de tensiones e indirectas.
“Se me está acabando la paciencia. Y podría crear más paciencia, pero la verdad es que no me da la gana. Se acabó”, sentenció el Todopoderoso ayer a las siete de la tarde, hora local. “Estoy mayor para tener que aguantar ciertas cosas y él también tiene una edad”, argumentó. “¿A ti qué te pasa?”, asegura la curia vaticana que ha replicado Satanás hace unos minutos, hablando “con la típica voz de ultratumba que utiliza para intimidar pero que a mí no me hace nada”, según Dios. “Pasa que te va a caer una hostia de las que no están consagradas”, ha contestado el Todopoderoso. “Te vas a comer la patilla, mamón”, ha amenazado el diablo. Tras el rifirrafe, ambos han propuesto “solucionar esto en la calle, si hay huevos” y han fijado así un enfrentamiento histórico en el que ambos contendientes medirán sus fuerzas.
“Ya dije en su día que un buen puñetazo es más que conveniente en determinados casos, y este es uno de ellos”, ha aclarado el papa Francisco mientras relataba los detalles del conflicto. En estos momentos, Dios se está quitando la chaqueta y se frota las manos mientras Satán levanta una botella rota de cerveza con una mano y con la otra se agarra los testículos mientras escupe en el suelo. La pelea se retransmitirá en directo a través del canal Divinity, que ha adquirido los derechos de emisión del evento.
Un hombre se ha personado esta mañana en el tanatorio Virgen del Carmen, en Alicante, y ha irrumpido en una ceremonia fúnebre diciendo “Qué pacha” con actitud desenfadada, golpeando incluso la espalda de algunos familiares del muerto y susurrando “putadón”. “Uf, mal rollito nene”, ha añadido luego al ver las caras desencajadas de los asistentes, totalmente descolocados por la presencia del individuo.
“¿Qué son esas caras largas? ¿Es porque llego tarde? Diez minutos, coño, que me ha pillado un atasco de muerte”, ha dicho contrariado e incluso un poco indignado por haber sido recibido con nulo entusiasmo. “Sigue, sigue, joder, tampoco vamos a montar un Cristo por esto”, ha pedido a la hija del fallecido, a la que el hombre interrumpió mientras leía unas palabras. Intentando salvar la situación, todos los presentes han luchado por ignorar al individuo, que sin dejar de mascar chicle se ha ido abriendo paso entre la gente a empujones con la intención “de ver el muerto, a ver cómo lo han dejado, y hacerme el último selfie”. “¿No se puede?”, ha preguntado en voz alta. “Ah, que igual lo queman”, ha añadido mientras el publico exigía silencio.
La hija del fallecido ha decidido interrumpir su discurso definitivamente y sentarse después de que al intruso le sonara el teléfono móvil con la canción “Bailando”, de Enrique Iglesias, tras lo cual varios familiares han agarrado al espontáneo por los brazos para expulsarlo de la sala. “¡Que ya, que ya voy!”, se ha quejado él justo antes de ver el nombre del fallecido y exclamar “Me cago en la hostia, que me he equivocado de viejo”.
Un gato doméstico lleva dos meses asistiendo al proceso de derrumbe emocional y económico de su dueño, un empresario alicantino de mediana edad en plena crisis con quien ha compartido la totalidad de su vida y que, objetivamente, se lo ha dado todo.
El animal ha pasado la mañana jugando con unas pastillas de colores que ha encontrado en el suelo y que cayeron de la boca del dueño, que yace aún en el sofá raído del salón desnudo y con ganas de morir. Como su propietario perdió el conocimiento panza arriba, el felino ha podido dormitar más de tres horas tumbado encima de la barriga del hombre, que se movía levemente al ritmo de la respiración y ayudaba al animal a relajarse. Un sutil y lento ronroneo subrayaba el intenso placer que sentía la mascota, que ha llegado a poner los ojos en blanco de puro éxtasis.
“Compi”, nombre con el que se conoce al gato, lleva tiempo actuando como si no advirtiera que su propietario ha engordado más de veinte kilos y presenta los síntomas propios de una depresión aguda que requeriría la asistencia inmediata de un profesional. Al gato ni siquiera parece inquietarle el hecho de que el individuo deprimido, totalmente alcoholizado y sin futuro, haya dejado de cambiarle la arena y de servirle las latas de comida. Ahora, el felino sabe que puede hacer sus necesidades donde quiera, incluso encima del tocadiscos, sin exponerse a represalias. Tampoco duda en comer los restos de alimento que hay por la casa, así que hambre no pasa. La situación, desde su punto de vista, ha mejorado.
Si algo tiene claro el animal es que se comerá a su dueño en cuanto el corazón de éste deje de latir. Para acelerar el desenlace, la mascota invertirá lo que queda del día en subir a la estantería donde permanece boca abajo la fotografía del hijo del empresario, al que éste hace años que no ve. Si logra tirar el marco al suelo y romperlo, es posible que, al verlo, el individuo reúna las fuerzas suficientes para quitarse de en medio de una maldita vez. En estos momentos, el empresario deprimido se ha caído del sofá y está llorando desconsolado en el suelo mientras, a escaso metro de él, “Compi” se lame con fruición los genitales y piensa en los testículos que, sin motivo aparente, un día le arrebataron.
Entendiendo al instante que la empresa no tolerará más errores estratégicos en sus campañas publicitarias, todo el departamento de creatividad de una agencia madrileña de publicidad ha sido capaz de descifrar el mensaje en forma de cabeza ensartada en una pica que les ha dejado su director esta mañana. La cabeza, que ha sido bañada en brea para retrasar la podredumbre y para que pueda ser exhibida durante más tiempo, pertenece a Daniel, el becario del departamento.
“No me gusta asustar a la gente innecesariamente con discursos o broncas que no conducen a ninguna parte”, ha declarado el director de la agencia. “Creo que, con los estímulos adecuados, un trabajador puede rendir mucho más que siendo presionado con gritos y exabruptos cuando se cometen pequeños errores que, por otra parte, son comprensibles en una empresa como la nuestra, en la que jugamos con elementos intangibles como la creatividad o el talento personal”.
Aunque el departamento de creatividad admite que ha sido “un poco shock” entrar en la sala de reuniones donde llevan a cabo las tormentas de ideas y encontrarse con restos humanos pinchados en un palo, todos han intentado continuar trabajando con normalidad. “Vamos chicos, necesito ideas frescas y atrevidas, decid lo primero que os venga a la cabeza, lo que sea” ha dicho el director creativo para romper el hielo y animar a los creativos a soltarse.
“Y me refiero a vuestra cabeza eh, no a la de Daniel”, ha añadido entre risas, tras unos segundos de silencio en los que solo se ha oído el zumbido de las moscas volando alrededor de la cabeza del becario.
El consejero delegado de Mediaset, Paolo Vasile, ha asegurado a fuentes de su entorno que nota “como una punzada profunda” cuando un espectador de cualquiera de los canales del grupo cambia a otra cadena de la competencia. Según las mismas fuentes, Vasile, uno de los quince consejeros delegados mejor valorados por “Forbes”, dice sentir una sensación que “no es tanto un dolor como una ausencia repentina, un vacío, algo que me arrancan del cuerpo”. Vasile percibe físicamente a todos los espectadores de Mediaset, pero con los de Telecinco “la sensación es más poderosa y me duele más cuando me abandonan”. “Cuando tiene más espectadores ves que está más joven, pero en ocasiones se queda lánguido, apocado, envejecido y se queja del dolor; entonces nos mira y nos pide por favor que hagamos lo que sea para subir la audiencia”, ha explicado a la prensa un trabajador de la cúpula de Mediaset.
“Dios, es un tormento sin descanso” aseguran las mismas fuentes que dijo Paolo Vasile, exhausto, tras notar que Manuel Alarcón, una mujer de Tenerife, había abandonado “Mujeres y Hombres y Viceversa” para ver “La Ruleta de la Fortuna”. “Y ahí se va otro, y otro más”, insistía ayer Vasile al notar que más espectadores cambiaban de canal. “Y otro. Y otro. Dios santo, por favor, piedad. Y otro”, añadió llevándose una mano al estómago y caminando con dificultad mientras se dirigía a una reunión del Consejo de Administración de Mediaset.
“Juan, ¿dónde estás? No te veo, Juan, ¿dónde estás? ¡Juaaaaan!”, dicen las fuentes que gritó el directivo italiano hace dos días, en medio de una reunión, al notar que Juan Benítez, un adolescente de Coslada de 16 años, había cambiado una reposición de “La que se avecina” para ver “Los Simpson” en Antena 3. Al parecer, Vasile estuvo insistiendo para que alguien fuera a comprobar si Juan se encontraba bien. “Algo ha debido de pasarle, no lo noto, no sé dónde está”, repetía una y otra vez según atestigua su entorno. El consejero delegado de Mediaset estuvo encerrado en su despacho sin ver a nadie hasta las siete de la tarde, cuando notó que Juan se conectaba a Telecinco para ver “Sálvame”.
Al cierre de la edición, se ha podido saber que Paolo Vasile ha pedido a sus subalternos que le dejen descansar unos minutos. “Estoy bien, solo un minuto, estoy bien”, ha dicho al sentarse en el suelo, tapándose los ojos con un diario.
Durante los últimos días se está recordando el centenario de unos hechos infaustos que desencadenaron el primer genocidio sistemático moderno, el de los armenios a mano del Imperio Otomano, que comenzaría en 2015 durante el gobierno de los Jóvenes Turcos pero que no acabaría hasta el colapso del propio Imperio Otomano en 1922. Consistió en la deportación forzosa y asesinato por acción u omisión de un número indeterminado de grandes cantidades de civiles armenios, calculadas aproximadamente entre un millón y medio y dos millones de personas, además de la huida y el exilio de la gran mayoría de supervivientes.
Si bien a finales del siglo XIX ya habían comenzado las persecuciones y los asesinatos por parte del sultán Ahmed Hamid II (las 'masacres hamidianas') y en 1909 una serie de 'progromos anti-armenios' habían causado la 'Masacre de Adana', se ha dado en considerar la noche del 24 de abril de 1915 el comienzo del genocidio, consciente y deliberado, de los armenios, la mayoría de religión cristiana. En los alrededores de Estambul fueron detenidos unos 800 -y asesinados235- intelectuales armenios, líderes de la comunidad armenia de Estambul, a los que el dictador de facto del Imperio Otomano, Ismail Enver, consideró responsables de la derrota que en la batalla de Sarikamis acaban de sufrir sus tropas ante la Rusia zarista. Posteriormente los militares otomanos expulsaron a los armenios de sus hogares y les obligaron a marchar cientos de kilómetros -por el desierto de lo que hoy es Siria- privados de alimentos y agua. Las masacres no respetaron la edad o el sexo de las víctimas, y las violaciones y otros tipos de abusos sexuales eran frecuentes.
El caudillo Enver contaba con el apoyo y la determinación del partido gobernante desde 1908, los Jóvenes Turcos, para sus planes homicidas. Tras esa noche de hace cien años, dará comienzo el exterminio consciente y sistemático del pueblo turco-armenio, prolongándose con extrema crueldad hasta más allá de 1917. Éxodo, hambre, ejecuciones masivas, expropiaciones, aniquilación de poblados, marchas forzadas en condiciones extremas (que generalmente llevaban a la muerte a muchos de los deportados) y el confinamiento de los supervivientes en campos de exterminio (como el de Day-az-Zawr en Siria) fueron algunas de las herramientas usadas contra la población de origen armenio. Otros grupos étnicos también fueron masacrados por el Imperio otomano durante este período, entre ellos los asirios y los griegos de Ponto.
Aunque la República de Turquía, sucesora del Imperio Otomano, no niega que estas masacres de civiles armenios ocurrieran realmente, no admite que se tratase de un genocidio, arguyendo que las muertes no fueron el resultado de un plan de exterminio masivo dispuesto por el Estado otomano, sino que se debieron a las luchas interétnicas, las enfermedades y el hambre durante el confuso periodo de la Primera Guerra Mundial. A pesar de esta tesis, casi todos los estudiosos opinan que los hechos encajan en la definición actual de genocidio. A todas luces fue un acto "perpetrado con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico o religioso", lo que Naciones Unidas entiende por genocidio en el artículo II de su Convención para la prevención y sanción del delito de genocidio, proclamada en 1948. Y como tal desbarrancadero de la moral y la condición humanas se ha reconocido, aunque por ahora sólo por 22 países, España no entre ellos. Hoy, los armenios de la diáspora alrededor del mundo reivindican la memoria en el recuerdo de las víctimas y el reconocimiento internacional aquel holocausto, clave en el incierto destino de su país.
Primera entrega del reportaje sobre el TTIP, el tratado de libre comercio e inversiones que están actualmente negociando, con sospechoso secretismo, la Unión Europea y Estados Unidos. ¿Qué es el TTIP? ¿Qué es el ISDS? ¿En qué nos afecta este acuerdo? Esas son algunas de las preguntas que han querido contestar en este reportaje realizado de manera conjunta entre Mayhem Revista y El Salmón Contracorriente.
Otra entrada de nuestro ciclo de cine USA y otra gran película, esta vez de parte de los hermanos Coen quienes firman en 1991 su segunda obra maestra consecutiva tras 'Muerte entre las flores'. Inquietante, atmosférica y surreal, con un magistral trabajo de dirección y actoral (tremendos Turturro y Goodman), y trufada de referencias cinéfilas, literarias y religiosas, 'Barton Fink' es una compleja y perturbadora mirada a la naturaleza misma de la creatividad artística. VER LA PELÍCULA ONLINE EN VK
“Puedo contarte… la vida de la mente. No hay mapa de carreteras en ese territorio…y explorarlo puede ser muy doloroso.” Barton Fink
A pocos días de estrenarse la película número quince de los hermanos Coen, la esperada‘Valor de ley’ (‘True Grit’, 2010), que ojalá nos devuelva la mejor versión (la más fresca, la más emocionante) de estos cineastas, merece la pena revisar un poco su mejor etapa, que para mí sin duda fue la primera, hasta finales de los años noventa. Después de esa década los Coen iniciaron un declive en mi opinión incontestable. Un declive que nada tiene que ver con su pericia técnica, pues poco tienen que aprender ya estos directores, o con su capacidad de trabajo, pues han mantenido una fluidez de títulos envidiable para otros realizadores. Tampoco tiene que ver con su libertad creativa, pues siempre han hecho las películas que les han venido en gana. Pero la originalidad, la insolencia, la belleza de sus primeros filmes parece haberse extinguido, en favor de una puesta en escena brillante pero mecánica, ingeniosa pero hueca, sin alma.
Durante la redacción del guión de ‘Muerte entre las flores’ (‘Miller’s Crossing’, 1990) los Coen sufrieron lo que se conoce como “bloqueo del escritor”. Durante ese bloqueo, abandonaron ese guión, y comenzaron con otra historia, precisamente la de un escritor incapaz de escribir. Una historia que finalizaron rápidamente y que les ayudó a superar su propio bloqueo. Terminada aquella película, se pusieron manos a la obra con el nuevo proyecto, sin imaginar, quizá, que se convertiría en una de sus películas más crípticas y más notables, y que les consagraría definitivamente en Cannes. Se trata de una obra mayor, de madurez total. Una propuesta radical, sin la menor concesión al espectador, que profundiza en cuestiones tales como la creación artística y los sinuosos tormentos de la mente, y lo hace con singular lucidez, a través de algunas de las imágenes más hipnóticas y fascinantes de toda la carrera de los famosos hermanos.
La peripecia profundamente psicológica y anímica de Barton, un dramaturgo que acaba de conocer el éxito de público y crítica con su última pieza teatral, roza en muchos momentos lo absurdo e incluso lo surrealista. Cuando se estrenó en Estados Unidos, además de recibir terribles críticas, fue acusada de antisemita, algo totalmente absurdo si consideramos la ascendencia cultural de los Coen, y de “venganza” personal de los Coen contra Hollywood, algo todavía más absurdo porque los Coen jamás habían trabajado en Hollywood, ni habían levantado proyectos caros, ni habían tenido el más mínimo problema en ese sentido. Este era un relato sobre el proceso creativo de escritura, y más al fondo, sobre la relación del artista y su público, con ramificaciones apasionantes acerca de la fragilidad de la mente cuando se enfrenta a una serie de deseos y fantasías no consumadas. Ver en esto una venganza o un antisemitismo es bastante sorprendente. La extraña comedia negra que es a veces ‘Barton Fink’, no disimula, ni quiere, su condición de espeluznante radiografía de la mente humana, y hasta de la condición monstruosa del hombre.
Vomitar literatura
Poco importa que hablemos de un guionista en Hollywood, o de un dramaturgo. En el largo e irregular proceso de escritura de un guión de encargo sentiremos, como pocas veces en una pantalla de cine, que un escritor lo de todo en un texto, vomitando su alma en cada palabra. No deja de tener una coña salvaje que el productor de cine, un sosias cruel y grotesco de Louis B. Mayer, encargue el guión de una película de lucha libre de Wallace Beery a un escritor que ha triunfado con una obra sobre el proletariado. Pero la película está trufada de una ironía y de un sentido del humor feroces, que sólo dan un poco de respiro a los dos personajes protagonistas: Barton Fink y su vecino de hotel, el inconcebible Charlie Meadows, que es algo así como su opuesto vital, pero con el que sentirá una turbada conexión, con ecos de homosexualidad reprimida, de relación paternal y hasta de artista ególatra con su público ignorante. Y en esa dinámica entre los dos grandes actores que siempre han sido John Turturro y John Goodman está lo más hermoso y lo más turbador de la película.
Tiene todo el sentido que ‘Barton Fink’ ganase la Palma de Oro en 1991 en Cannes (así como el premio a la puesta en escena y al mejor actor, siendo la primera película en la historia que se alza con los tres), pues el presidente del jurado era Roman Polanski, y le agradaría sobremanera una historia que tiene mucho de polanskiana, sobre todo en el concepto del hotel como puerta a la locura y al infierno, y que está moteada de detalles casi robados a David Lynch, entre los que el peinado afro de Fink tan parecido al protagonista de‘Cabeza borradora’ (‘Eraserhead’, 1976) no es más que un guiño referencial. Y si el hotel es un personaje e incluso un estado anímico, también lo es la propia California y más concretamente Hollywood. Una especie de pesadilla a la luz del día, de un calor agobiante y una atmósfera enrarecida, en la que el sensible y retraído Fink no consigue encontrarse a gusto. No es de extrañar tampoco que fuera nominada al Oscar a mejor dirección artística, además del vestuario y del actor secundario Michael Lerner, que borda al histérico productor Jack (Louis B. Mayer) Lipnick.
En ese ambiente (decía Tarkovski que un creador nunca crea en un ambiente ideal) Fink se encontrará de bruces con el pánico a la hoja en blanco, un bloqueo del que sólo saldrá tras un acontecimiento espeluznante que no desvelaremos, y que le hará tocar fondo de una maldita vez. Ahí, en el pozo anímico más absoluto, Fink por fin se pondrá a escribir como un loco, sin parar, durante muchos días, recuperando la fe y haciendo crecer un ego que, según él, no debería figurar en la personalidad de ningún escritor. Antes, claro, ha conocido a W. P. Mayhew (el gran John Mahoney), que es otro sosias cruel de otra figura real, en este caso el legendario novelista William Faulkner, al que los Coen, con una mala leche desconocida en sus películas más recientes, dejan de borracho y de farsante para arriba, en una de las mejores secuencias de la película. De la envidia inicial de Fink hacia Mayhew/Faulkner, de su atracción hacia su ayudante (una estupenda Judy Davis), de su culpabilidad homosexual, de su frustración como escritor, de su posterior desprecio hacia Mayhew, los Coen deducen una aventura psicológica de gran calado poético.
Conclusión y escena preferida
Rara y extrema película, también valiente e impredecible. Unos Coen que poco o nada tienen que ver con los de ahora, mucho más mecánicos y que parecen haber dejado el piloto automático puesto. Barroca y violentísima, ‘Barton Fink’ posee una escena que a mí siempre me ha hipnotizado y que, de alguna manera, atrapa la retina del espectador y le explica muchas cosas del mundo interior de Fink. Más que una secuencia, es una serie de imágenes, con la chica de la playa, la enorme roca contra la que golpean las olas, la caja de misterioso contenido (cada cual pondrá dentro lo que le apetezca), la figura encogida y torturada del escritor, que por unos momentos puede saborear cierta paz, en el caso de que sea una imagen real. Porque algo nos hace sospechar que es producto de su imaginación.