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Ciclo de cine clásico USA (29) 'Alguien voló sobre el nido del cuco', de Milos Forman


Después de mucho tiempo retomamos nuestro ciclo de cine clásico estadounidense con 'Alguien voló sobre el nido del cuco' (One flew over the cuckoo's nest) dirigida en 1975 por el realizador checo Milos Forman. Una película maravillosa sobre la locura, la libertad y la dignidad humanas, sobre la eterna lucha entre la libre voluntad del individuo y el despotismo institucionalizado, que fue protagonizada por un enorme Jack Nicholson en uno de sus papeles que le catapultaron a ser uno de los mejores actores de su generación. 

Este film recibió los 5 Oscars principales en 1975, entre ellos los de mejor película, mejor director, mejor guión adaptado, mejor actor (Nicholson) y mejor actriz (Louise Fletcher, como la gélida enfermera jefe que se convierte en Némesis del gran Randle McMurphy. En fin, una master piece del gran cine estadounidense de los setenta para volver a disfrutar. 




Ciclo de cine europeo (39) Vocabulario Fundamental. Odio (7) La Haine: el odio según Mathieu Kassovitz


"Esta la historia de un hombre que cae de un edificio de 50 pisos. Para tranquilizarse mientras cae al vacío, no para de decirse: hasta ahora todo va bien, hasta ahora todo va bien, hasta ahora todo va bien..."

Así comienza la película que hoy publicamos en otra entrada de nuestro ciclo de cine europeo así como otro post de nuestro vocabulario fundamental sobre el odio. En 1995 el director y actor francés Mathieu Kassovitz mostraba la guerra de clases en las degradadas banlieues (barrios periféricos) parisinas con una película despiadada que sacudió las conciencias de la acomodada sociedad francesa, que ignoraba sistemáticamente las demandas de sus ciudadanos más desfavorecidos.

Kassovitz y el excelente elenco de actores de este film  (entre ellos el siempre brillante Vincent Cassel en el papel del siempre irascible Vinz) mostraban un desolador retrato de los suburbios urbanos de los 90’ pero bien podría describir la realidad actual, a la que habría que añadir el siniestro componente del terrorismo yihadista, tan presente en nuestros días y que por aquel entonces aún no se había manifestado. Los conflictos sociales, la desigualdad, el paro y la falta de oportunidades, todos ellos son los vectores que alimentan el odio y la rabia latentes que llevan décadas germinando y que convulsionan la sociedad gala en estallidos de violencia cada vez más frecuentes.

'La Haine' relata 19 horas desesperadas en la vida de tres amigos en un deprimida banlieu a las afueras de Paris. Vinz, Saïd y Hubert, un judío, un negro y un árabe que, enfrentados a una vida sin futuro, poco más tienen que hacer que vagabundear por su barrio, malgastando las horas de sus días, rumiando su frustración, mostrando su hostilidad contra todo el que se cruza en su camino.

Tras una revuelta popular que desemboca en enfrentamientos con la policía y que dejado el barrio y sus corazones envueltos en llamas, Abdel, un buen amigo suyo, ha sufrido una fuerte paliza de la policía y está en coma. Vinz, que ha encontrado una pistola perdida tirada en el suelo, quiere venganza. Mientras tanto, Hubert no para de decir que "la haine attire la haine!", el odio lleva al odio...

Tanta vigencia sigue teniendo esta película (ya un clásico indiscutible del cine francés), que en 2005 a los diez años de su primera proyección, se presentó el documental 'Les dix ans de La Haine' (Los diez años de La Haine) dirigido por Benjamin Geffroy. Centrado en entrevistas al director, productor y actores de la película que retrataban el inquietante contexto social que se vivía en Francia una década antes y cómo pensaron mostrarlo en la película, así como las dificultades del rodaje y cómo consiguieron superarlas. Aquí mismo se lo ofrecemos:





En 2015 y quizá espoleado por los atentados en la revista Charlie Hebdo, Kassovitz mostró su deseo de rodar una secuela de este film; suponemos que todo lo que ha sucedido después no habrá hecho más que reafirmarle en su idea. Porque entonces como ahora, en la sociedad francesa sigue existiendo una tensa realidad que avisa que 'hasta ahora todo va bien, hasta ahora todo va bien... pero lo importante no es la caída, sino el aterrizaje'. Y quién sabe cuán lejos, o no, estemos de tocar fondo. Aquí tienen, 'La Haine', disfrutenla. 

Ciclo de cine europeo (39) 'Made in France', de Nicolas Boukhrief

Made in France

Un rifle AK-47 sobre la imagen de la Torre Eiffel y una advertencia: "La amenaza viene de adentro". Así era el afiche original de 'Made in France' (Hecho en Francia), un film del director Nicolas Boukhrief, que trata el avance del extremismo islámico en París. Pero su llegada a los cines no fue fácil. La película se iba a estrenar en enero del 2015, pero decidieron postergarla por el ataque a la revista Charlie Hebdo.

Diez meses más tarde volvió a aparecer el cartel en los cines franceses, anunciado el estreno para el 18 de noviembre. Pero una vez más el terror se adueñó de todo. Terroristas atacaron en coordinación el Stade de France durante el partido frente a Alemania, el teatro Bataclán y varias cafeterías y bares en el centro de la ciudad, en un acto reivindicado por el DAESH. Los múltiples atentados obligaron nuevamente a la suspensión de la controvertida película que finalmente acabó comercializándose solo en video.

Es la historia de un periodista musulmán que se infiltra en una célula yihadista en los suburbios de París, compuesta por ciudadanos franceses que quieren atacar el centro de la capital francesa. Los hechos transcurren en el año 2013, cuando fue concebido el film, como un mal presagio de lo que ocurriría dos años después cuando una vez más la realidad acabaría superando la ficción.

Ciclo de cine europeo (38) 'Ida', de Paweł Pawlikowski



Para esta nueva entrada del ciclo de cine europeo hoy traemos el film 'Ida', dirigida en 2013 por el realizador polaco Paweł Pawlikowski, su primer trabajo realizado en su propio país. El film se sitúa en 1962, una época en la que Polonia todavía se está recuperando de las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial y la también terrible posguerra y cuenta la historia de Anna, una joven novicia huérfana (con el fascinante rostro de Agata Trzebuchowska) que, días antes de tomar sus votos y por consejo de la madre superiora para confirmar la vocación de la joven, decide conocer a su tía Wanda que es el único pariente que le queda vivo. El encuentro entre ambas provocará que hechos del pasado ya olvidados) vuelvan al presente, sobre todo cuando Anna descubre que su verdadero nombre es Ida y era hija de judíos. Entonces comenzará un proceso interno de revelaciones que hará que cuestione lo que había sido su vida hasta entonces. 


‘Ida’ es una película austera como un convento, rodada en 3:4 y en un riguroso y acertado blanco y negro que proporciona a la cinta una mayor profundidad de la que hubiera dado el color. La sobriedad no sólo reside en los tonos, también se ve en los diálogos, lacónicos, directos, fríos, que junto al paisaje invernal que lo circunda todo componen una atmósfera gélida pero envolvente mientras seguimos a Ida en su descubrimiento de algunas de las grandes verdades de su vida. Pawlikowski consigue llevar las sensaciones a la imagen, a la composición de los planos, que dicen mucho sobre la situación más que los diálogos en sí. Porque estamos ante un film donde el viaje interno de la protagonista importa más que los hechos en sí. En fin, otra estupenda película europea en nuestro ciclo. Que la disfruten.



Ida (2013) de Pawel Pawlikowski

Entre los grandes de la historia hay un selecto grupo de cineastas que, para contar sus historias, buscaban la belleza en cada plano, en cada escena. Junto a sus directores de fotografía, estos creadores de imágenes, estos pintores del celuloide, lograron fijar en el tiempo instantes que podrían enmarcarse y poblar las paredes de cualquier museo. Ida, con sus portentosas imágenes y la maravillosa historia que nos cuentan, es hasta ahora la última obra maestra de esa estirpe.

El film nos sitúa en Polonia, en los años 60. Anna, una joven novicia huérfana a punto de tomar los hábitos, se entera de que tiene una tía llamada Wanda y sale del convento para pasar unos días con ella. Durante ese tiempo, se enterará de que su verdadero nombre es Ida y de que es judía, conocerá el destino de su familia durante la ocupación nazi y descubrirá un mundo completamente desconocido para ella.

Dos personajes y dos actrices: Wanda (Agata Zuleska), una jueza, antigua fiscal del estado, alcohólica, fumadora empedernida y amante fácil, una mujer fuerte, desencantada y solitaria ya vencida por el peso del pasado; Ida (Agata Trzebuchowska), una muchacha que necesita demasiadas respuestas en poco tiempo y que se abre con curiosidad a los placeres inmediatos de la vida para descubrir que quizá no es tanto lo que se pierde. Dos interpretaciones sustentadas en silencios y miradas que nos transmiten un sinfín de interrogantes y sentimientos sin necesidad de grandes discursos, encuadradas de manera apabullante por Pawlikowski. Puro talento visual en el que no falta ni sobra un solo plano.

Escrita por el propio Pawlikowski y por Rebecca Lenkiewicz y fotografiada por Lukasz Zal y Ryszard Lenczewiski, Ida es una breve maravilla rebosante de gran cine -el que remite a Bergman, Dreyer, Kalatozov o el también polaco Kieslowski-, una obra redonda y perfecta cuyos mágicos quince minutos finales buscan ya su lugar en las antologías.

Ciclo de cine de animación (37) '5 centímetros por segundo', de Makoto Shinkai



¿Cuándo empecé a escribir mensajes que nunca envío? ¿A qué velocidad debo vivir para volverte a ver? 

Para esta nueva entrega de nuestro ciclo de cine de animación contamos con la película '5 centímetros por segundo', dirigida por el japonés en Makoto Shinkai en 2007, quien compone en poco más de una hora un precioso tríptico de amor, distancia y memoria sobre el poético concepto de la velocidad de caída de la flor del cerezo, los cinco centímetros por segundo del título. 

Todo comienza cuando Takaki Tono y Akari Shinohara se conocen en el último año de sus estudios en la escuela primaria en Tokio justo antes de su graduación. Los dos jóvenes conectan de forma inmediata y se establece entre ellos un vínculo muy especial, una relación estrecha y afectuosa que parece inquebrantable. 

Pero cuando Akari se ve obligada a mudarse a otra ciudad con su familia la distancia se interpone en el camino de los dos jóvenes, dejando muchas palabras por decir y heridas que ya nunca cerrarán. Mientras intentan seguir adelante el recuerdo de lo que podría haber sido acabará condicionando su día a día y determinando sus relaciones y decisiones en la vida. Hasta que un día, en medio de una tormenta de nieve, Takaki coge un tren para ir a ver a Akari... 

La metáfora de la flor del cerezo cae por todo el argumento evocando múltiples sensaciones para componer una película nostálgica y delicada con unos personajes en lucha interna con sus sentimientos y la dura vehemencia de la realidad y el destino.

Ciclo de cine clásico USA (28) 'Toro salvaje', de Martin Scorsese

Martin Scorsese daba la bienvenida a la década de los ochenta con otra de sus master pieces, 'Toro salvaje' (Raging bull, 1980), que recreaba el ascenso y caída del mítico boxeador Jake la Motta. Con esta película el director conseguiría con su primera nominación al Oscar y Robert de Niro (en la piel y alma del púgil neoyorquino) se afianzaba como uno de los grandes actores del momento, ganando su segundo Oscar. También fue premiado el tremendo montaje de Thelma Schoonmaker (que montaría la mayor parte de los filmes de Scorsese) en el emotivo y eficaz uso de la cámara lenta, en las estilizadas elipsis de los combates o para mostrar los recuerdos desvaídos de ese tiempo de felicidad que muestran las películas familiares y que se le escurren a LaMotta por el desagüe de los celos y la locura. 

Reconocidos fueron también el soberbio guión de Paul Schrader y el talento descomunal de un secundario de auténtico lujo, Joe Pesci (en el papel de hermano de Jake), que participaría años después junto a Scorsese, de Niro -y Schoonmaker- en las también magníficas 'Goodfellas' y 'Casino'. 

En fin, les dejamos con esta violenta radiografía de la derrota, de la autodestrucción física y moral, probablemente la mejor película sobre el convulso mundo del boxeo. Después una excelente crítica en Blog de cine analiza en profundidad esta nueva entrega de nuestro ciclo de cine clásico norteamericano. 




"¿Quién es un animal? Tu madre es un animal, hijo de puta..." -Jake LaMotta (Robert De Niro)

Mucho había cambiado la situación para Scorsese desde finales de los años sesenta, época en la que no era más que otro aspirante a director sin futuro, y finales de los setenta, con varios importantes logros artísticos alcanzados, con laPalma de Oro de Cannes y el máximo respeto de sus colegas de generación. Sin embargo, una vida al límite de fiestas, drogas y amistades superfluas, le llevaron a poner en peligro, literalmente, su salud. Se divorció y pasó varios meses en un estado de tensión y agotamiento brutales, sin decidirse en lo personal y en lo profesional. Finalmente, en septiembre de 1978 es ingresado en un hospital, con diagnóstico grave de hemorragia interna. Llegó a temerse por su vida durante varios días. Mientras tanto, Schrader terminaba el guión del muy esperado proyecto de 'Toro salvaje' (id, 1980), que De Niro intentó convencer a Scorsese que debía ser su próxima película. Scorsese le dio la razón.

El cineasta italoamericano se sintió inmediatamente identificado con el boxeadorJake LaMotta (campeón del mundo de peso medio en 1949), cuya vida iba a ser investigada en la película, y se puso manos a la obra con un fervor que creía perdido, y con la confianza en sí mismo restablecida, o al menos es lo que quería creer. El fracaso de 'New York, New York' en 1977, y la terrible presión que él mismo se auto imponía, además de su adicción a diversas drogas, a punto estuvieron de dar al traste con una de las carreras más aclamadas de las últimas décadas, que con 'Toro salvaje' se reanudaba de manera gloriosa, para una de las obras maestras más proverbiales del realizador. Un filme que era, al mismo tiempo, el comienzo de una nueva etapa y la constatación de que el artista ha de luchar consigo mismo tanto como con su propio material, del mismo modo que el mayor enemigo que nunca tuvo LaMotta en el ring fue el propio LaMotta.

Como es habitual en casi todas sus películas, y a pesar de lo satisfechos que De Niro y Scorsese se sentían con el guión de Paul Schrader (el segundo que escribía para Scorsese después de 'Taxi Driver'), ambos, director y actor, se fueron durante unas semanas a la isla de St. Martin, a reescribir el libreto casi por entero. Todavía débil, y sin demasiados ánimos, De Niro es un apoyo constante. Le levanta por las mañanas con el café preparado, le estimula a dar lo mejor de sí mismo, se comporta en definitiva como un gran amigo y gran admirador del talento de Scorsese, quien se enfrenta a este proyecto con una energía casi ilimitada una vez comprende que puede hacerlo. El complejo rodaje de 'Toro salvaje' conllevó veinte semanas de filmaciones (diez para los combates, y otras diez para la descripción de varios pasajes de la vida de LaMotta), y el imponderable de tener que esperar tres meses a que De Niro, fiel a su entrega absoluta, viajara a Italia y Francia a engordar los treinta kilos de más que su personaje luce al final de la historia.

El ring como metáfora del castigo y el sacrificio

Como puede suponer el lector, la decisión más complicada para Scorsese fue la elección del blanco y negro (en un soberbio trabajo de Michael Chapman) frente al color. De hecho es la única vez en su carrera que no filmó en color, pero le costó mucho atreverse, pues temía ser considerado un pretencioso. Sin embargo, es inimaginable esta película en color. Su blanco y negro no solamente trae reminiscencias de un cine de los años cuarenta y cincuenta (con Elia Kazan a la cabeza) que realmente significa un espejo estético y narrativo, también son una declaración de intenciones: esto no iba a ser otra historia comercial sobre boxeo, si no un descenso a los infiernos. Descenso que recorre el a menudo abyecto Jake LaMotta, un sujeto excitable y violento hasta el paroxismo, aunque también, quizá, demasiado humano: atormentado, doliente, lastimado en su interior. Desde el principio de la historia nos queda claro que el mayor enemigo de LaMotta es él mismo, que sufre una serie de complejos y de sentimientos de inferioridad brutales, que le impiden una necesaria calma interior, y le abocan a una autodestrucción sin concesiones.


Tres relaciones serán las que marcarán la historia (una historia llena de elipsis y necesarias lagunas temporales, para contar varias décadas de la vida del púgil): la que tiene con su hermano Joey (un espectacular, como siempre, Joe Pesci), la que le une con su mujer Vicky (una sensual, casi turneriana, Cathy Moriarty), y la que sufre consigo mismo. Los expertos de boxeo de la época, definían el estilo de LaMotta como la de un boxeador que luchaba como si no mereciera vivir, avanzando siempre a pesar de los golpes y el castigo físico. Esto es el tema principal de la película, que contó con el propio LaMotta (que aún vivía y vive) como asesor, y que comienza con tres imágenes muy distintas del boxeador: en los créditos él sólo calentando en la lona (expresión exacta y terrible de su vacío interior, de su odio a sí mismo), a continuación muchos años más tarde y mucho más gordo y acabado, y finalmente en plena forma pero perdiendo por estar el combate amañado por la mafia. Con fiera sinceridad, Scorsese se desmarca con estas tres imágenes de cualquier lugar común sobre un supuesto héroe pugilístico y se adentra, sin remisión, en el plano de lo abstracto, de la desesperanza anímica y la penetración psicológica.

La elaborada mecánica de rodaje de los combates en esta película se saldó con varios de los mejores y más impresionantes jamás rodados. Todos ellos, aunque comparten una cierta estilización y un deseo por parte de Scorsese de alejarse de lo estático para adentrarse en el terreno de lo dinámico, también gozan de detalles independientes que los hacen únicos, desde un punto de vista emocional, psicológico o narrativo. Por supuesto que para ello fue crucial el reencuentro profesional con la montadora Thelma Schoonmaker, con quien no trabajaba desde el documental 'Street Scenes', en 1970. Futura pareja del ya fallecidoMichael Powell, mítico director de quien se pueden rastrear influencias en 'Toro salvaje', este reencuentro de Schoonmaker con Scorsese significará el comienzo de una colaboración exclusiva que perdura hasta el día de hoy. Ella dice que todo lo que sabe de montaje lo aprendió de él, mientras él no deja de alabar el inmenso talento de su amiga. Sea como fuere, esta unión creativa (una más) en la carrera de Scorsese tendrá en 'Toro salvaje' un exponente de la genialidad de ambos, que se entregan a un frenesí creativo en la planificación y el montaje pocas veces visto.

La nerviosa cámara de Scorsese se introduce en los combates con singular talento dinámico, mientras el montaje de Schoonmaker provoca lo que andaban buscando: que cada golpe duela. Pero no solo eso, pues ambos tenían ante así la inmensa hazaña de procurar que tantas elipsis temporales se aceptaran como naturales, a lo largo de varios años y muchos eventos, y debían construir un armazón sin fallas, como finalmente hicieron. Así, la inmensa y descarnada interpretación de De Niro, tan recordada, se sostiene sobre un pilar de sabiduría audiovisual, y puede dar lo mejor de sí mismo pese a lo resbaladizo (moral y psicológicamente) de su personaje. Asistimos a la confluencia de varios superdotados de su oficio que logran contarnos la terrible historia de un solitario violento con corazón. Pero para explicar mejor el fondo real de esta película, nadie mejor que Scorsese: "Es realmente la historia directa, simple, casi lineal de un tipo que llega a algo, que lo pierde todo y que luego se recupera, se redime. Pero se recupera espiritualmente. No lo logra fisicamente, materialmente, sino a través de algo que alcanza en su interior. Lo que me fascina a este respecto es ver cómo un boxeador se sitúa, en cierta forma, a un superior nivel espiritual. Él funciona a un nivel primitivo, casi animal. Y es quizá porque se sitúa a este nivel animal que él está más próximo del propio espíritu. Lo que quiere decir que probablemente los animales están más cerca de Dios de lo que lo estamos nosotros".


Conclusión a una obra estremecedora

Con total seguridad, al menos para quien firma estas líneas, 'Toro salvaje' es el mejor filme de Scorsese desde 'Taxi Driver'. Estas dos cumbres de su carrera fueron protagonizadas por un De Niro indescriptible en energías y talento (muy diferente al de ahora mismo...) y escritas por Schrader, pero aún vendrían más. Y vendrían porque Scorsese recuperó la fe en sí mismo, y aunque fue una etapa muy dura para él, consiguió salir más fuerte y más sabio. 'Toro salvaje' fue nominada a ocho Oscar, y aunque se alzó, de manera incontestable, con el de mejor actor y mejor montaje, perdió en la categoría principal frente a la muy inferior 'Gente corriente' (id, Robert Redford, 1980), que también venció nada menos que a 'El hombre elefante'(id, David Lynch) y 'Tess' (id, Roman Polanski), en un disparate difícil de asimilar. Poco importa, en definitiva, como poco importa su casi nula repercusión en taquilla en la época, porque 'Toro salvaje' queda como uno de los más estremecedores relatos que se conocen acerca de la soledad y la autodestrucción.

Ciclo de cine europeo (37) 'La trattativa', de Sabina Guzzanti


Para esta nueva entrada de nuestro ciclo de cine europeo hoy publicamos 'La trattativa' (La negociación), un magnífico film italiano dirigido por Sabina Guzzanti en 2014, que denuncia el pacto entre Cosa Nostra y el Estado italiano que se fraguó en los primeros años noventa del pasado siglo. Basada en una exhaustiva documentación y utilizando una inspirada puesta en escena que combina el material documental con la recreación teatral de los hechos y sin renunciar al humor, la actriz y directora italiana va desentrañando, mediante la representación de la confesión del arrepentido asesino mafioso Gaspare Spatuzza, la compleja e interesada relación-negociación entre política y mafia en Italia que desembocó en el nacimiento del partido Forza Italia comandado por el siniestro Silvio Berlusconi. 

El filme se centra en el periodo entre 1992 y 1994, llamado la stagione delle bombe, en el que la mafia atentó mortalmente contra figuras públicas como el eurodiputado democristiano Salvo Lima y los jueces Giovanni Falcone y Paolo Borsellino. La realizadora apunta entre otros -además de Berlusconi- al entonces ministro del Interior Nicola Mancino, el ex-senador Marcelo dell'Utri, (brazo derecho de Berlusconi y cofundador de Forza Italia) y al presidente de la República, Giorgio Napolitano, sugiriendo que el ascenso político de Berlusconi, elegido por primera vez primer ministro en 1994, obedeció a ese mefistofélico pacto que actualmente se juzga en el Tribunal de Palermo y que puso fin a la oleada de atentados. 

Una película imprescindible para entender la enorme influencia parásita de las distintas organizaciones mafiosas italianas en la vida, historia y las instituciones del país transalpino. 



Ciclo de cine clásico USA (27) 'La extraña pareja', de Gene Saks


Para este nuevo clásico del cine norteamericano publicamos 'La extraña pareja '(The odd couple), una divertidísima comedia dirigida por Gene Saks en 1968 y protagonizada por Jack Lemmon y Walter Matthau, acompañados de un gran plantel de secundarios. Esta película está basada en una obra teatral de Neil Simon sobre dos divorciados que comparten apartamento en Nueva York. 

Felix (Jack Lemmon) es un maniático de la limpieza, meticuloso, neurótico y recién divorciado, sólo interesado en cocinar, cuidar de la casa y contar sus penas (y la añoranza de su ex-mujer) a cualquiera que se preste a escucharle. Su compañero de piso Oscar (Walter Matthau) es todo lo opuesto: desordenado, despreocupado y tarambana, sus aficiones son intentar ligar y jugar a cartas con los amigotes.

Esta contraposición de caracteres opuestos en los protagonistas de una película ha sido repetida en numerosas ocasiones en la historia del cine y de hecho constituye un género propio, las 'buddy movies', aunque pocas veces con la química de estos dos grandes actores. De hecho, esta película fue la segunda vez en que esta conspicua pareja cómica se reuniría, tras otra master piece de la comedia como 'La bandeja de plata' (The fortune cookie, 1968), volviendo a hacerlo en la también estupenda 'Primera plana' (The front page, 1974), filmes ambos que también intentaremos publicar en este ciclo de cine. 


Siete años después se buscó repetir la fórmula en 'Aquí un amigo' (Buddy buddy, 1981) incluso ya entrados los noventa en 'La extraña pareja otra vez' (The odd couple, 1998), aunque sin la magia de sus anteriores encuentros. Las soberbias actuaciones de todo el elenco interpretativo y la capacidad del guión del célebre Neil Simon para penetrar con gracia en las psicologías de los caracteres de los personajes construyendo memorables situaciones cómicas son la base principal para este film sumamente entretenido, con música de Neal Hefty y la ligera y chispeante narración de su director Gene Saks (del que francamente no conocemos más de su obra fílmica).

Las personalidades contrapuestas de la pareja protagonista (y las de sus amigos) dan lugar a unas divertidas y ácidas escenas humorísticas con unos excelentes diálogos y una excepcional química entre ellos, conformando un magnífica comedia inteligente y madura sobre lo difícil que puede resultar para los seres humanos mantener una relación de convivencia ya sea amistosa o marital, un hilarante y perdurable clásico que sigue conservando su vigencia y frescura casi medio siglo después

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