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Estupor y Temblores (66) El psiquiatra de Alepo

En Portada entra en el psiquiátrico de Alepo, en el que viven los enfermos de la guerra. Bassam Haik, el director del centro, retrata el infierno del conflicto sirio a través de sus pacientes. Más allá de la destrucción física de las ciudades, más allá de los cientos de miles de refugiados y desplazados, las guerras dejan también un daño irreparable en muchos supervivientes. Hoy, más de un millón de sirios sufre algún tipo de enfermedad mental. Según la ONU, la reconstrucción de Siria podría rondar los 400 mil millones de dólares. Pero es imposible saber cuánto costará sanar los daños mentales que deja el conflicto.

El psiquiatra de Alepo 


23.10.2019 RTVE

Sonrisas perdidas, frases inconexas, recuerdos de batallas y verdades como puños. Todo eso contiene ‘El psiquiatra de Alepo’, un reportaje de ‘En Portada’ rodado en la ciudad mártir de la guerra de Siria.


“La guerra afecta a cualquier ser humano. Pero para los pacientes de enfermedades mentales, es algo diferente, porque esas personas no tienen quien les cuide. Y la guerra destruye todo su mundo, por dentro y por fuera”. Bassam Haik sabe bien de lo que habla. Es el psiquiatra de Alepo, el director del Hospital Ibn Kahldoun, en una ciudad devastada por la guerra.

Como psiquiatra ha visto lo peor de la condición humana en las paredes del hospital. Hombres, mujeres, adolescentes… distintas generaciones de sirios con las mentes quebradas por la guerra. Pacientes a los que el conflicto les quitó todo: su hogar y su familia. Enfermos que enfrentan, en soledad, el duro viaje de la razón al delirio.

Más allá de la destrucción física de las ciudades, más allá de los cientos de miles de refugiados y desplazados, las guerras dejan también un daño irreparable en muchos supervivientes. Hoy, más de un millón de sirios sufre algún tipo de enfermedad mental. Según la ONU, la reconstrucción de Siria podría rondar los 400 mil millones de dólares. Pero es imposible saber cuánto costará sanar los daños mentales que deja el conflicto.

Un reportaje de Luis Pérez; con realización de Ángel Barroso; Imagen y sonido de Marcelo Illán e Ignacio Villanueva; y montaje de Luis María Elgorriaga.


Vocabulario Fundamental. Agua (18) La agonía de un lago

La agonía de un lago

El lago Poopó, el segundo mayor de Bolivia tras el Titicaca, corre el riesgo de desaparecer. Y con él, un pueblo, el uru, el más antiguo del Altiplano. En 2016, se secó. Y eso se ha traducido en pobreza para los vecinos y un cambio radical en formas de vida ancestralesEn Portada ha viajado a Bolivia para mostrar la lucha por la subsistencia de todo un pueblo, el uru, el más antiguo del Altiplano

Imagine una guerra en un futuro no lejano. Piense qué recurso puede provocar un conflicto feroz que implicaría a buena parte de la Humanidad ¿El petróleo? ¿Un mineral estratégico? No, un elemento al que a diario damos muy poca importancia pero sin el que no podríamos vivir: el agua.



No sería la primera. Desde 1947, ha habido 37 conflictos interestatales a causa del agua. Y, dado el crecimiento de población, de mantenerse las pautas actuales, la situación empeorará. Según Naciones Unidas, ya en 2025, es decir dentro de apenas 8 años, dos tercios de la población mundial sufrirán escasez de agua.

La crisis del agua es una realidad en diversas partes del mundo, como en el Altiplano boliviano. En la Universidad de Oruro, se realizan estudios sobre los recursos hídricos de la zona. Según uno de sus investigadores, el ingeniero Milton Pérez, “en el mundo existen 37 grandes reservas de agua subterránea. De ellos, 5 ya se han secado y, si el crecimiento mundial mantiene el ritmo actual, los 32 que quedan pasarán a ser unos 15 en el año 2030”.


Tres de estos grandes cuerpos de agua se encuentran en el subsuelo de Bolivia, uno de ello bajo el Altiplano. En la superficie, existen otros dos: el lago Titicaca y el lago Poopó, restos de un gran lago que lo ocupó hace unos 10.000 años. Se prevé que en un futuro lejano, el Poopó se convierta en un salar, como ya lo son Uyuni y Coipasa. Pero el fin del lago Poopó puede ser mucho más rápido, apenas cuestión de décadas, si la actividad humana, en particular la minera y la agropecuaria, sigue como hasta ahora y el cambio climático sigue aumentando las temperaturas en el Altiplano.

Las comunidades de la región del Poopó hace tiempo vienen denunciando la escasez y contaminación del agua. En una reciente reunión, se quejan del impacto de la minería. Los metales pesados envenenan sus tierras, sus animales e incluso a ellos mismos. Uno de los dirigentes señaló que estudios médicos evidencian la presencia de zinc y plomo en la sangre de los niños que tienen malformaciones. Se quejan además que, hasta ahora, las autoridades no cumplen ni hacen cumplir las leyes medioambientales, que se multiplican los estudios y las reuniones, pero no se toman medidas eficaces.

Las más afectadas son las comunidades urus, asentadas en la margen oriental del Poopó. Para los urus este lago no es un mero recurso, es la base de su cultura, de su supervivencia como pueblo. Se autodenominan “los hombres de agua”. Se muestran orgullosos de ser los primeros pobladores del Altiplano, los supervivientes de una primera humanidad que pereció cuando el sol iluminó la Tierra, hasta entonces sólo agua y oscuridad.

El Poopó conoce ciclos de abundancia y falta de agua. En 2016, se secó. Desde entonces, se ha recuperado en parte, pero no lo suficiente como para mantener el espejo de agua aceptable. Parte del lago, es ya un salar o bien una tierra agrietada y yerma. No hay peces ni casi aves. La vida desaparece a medida que el agua se desvanece. ¿Sin el lago, qué será de nosotros?, se preguntan los urus. También deberíamos preguntarnos lo mismo. Sin agua, no seremos.



Un mundo mejor es posible (46) Gambia sonríe de nuevo


Intentamos impregnarnos con algo de optimismo con En Portada, que nos lleva a Gambia, pequeño país de la costa occidental africana de turbulento pasado y esperanzador presente pues se ha convertido en una referencia democrática en África. Su transición es un modelo pero no está exento de amenazas. El pasado enero, en un hecho sin precedentes en la historia reciente de África, caía el régimen del dictador de Gambia con cierta resistencia pero sin derramamiento de sangre, hecho que dio paso a la democracia. Pilar Requena y su equipo nos explican cómo el pueblo de Gambia lo ha conseguido.





Gambia sonríe de nuevo 


Durante muchos años los turistas visitaron la Costa Sonriente de África, como también se conoce a Gambia, ignorando que detrás del sol, la playa y el mar, se escondían las más atroces violaciones de los derechos humanos. Durante 22 años el país estuvo sometido a la terrible represión de un dictador, Yahya Jammeh, un iluminado que creía tener la cura para el SIDA y otras enfermedades y que llegó al poder en 1994 por un golpe de estado.

Pero todo empezó a cambiar a partir de las elecciones de diciembre de 2016. Una coalición opositora con Adama Barrow al frente ganó las elecciones presidenciales. Comenzaba el principio del fin para el dictador, Se negó a abandonar el poder hasta que fue obligado a irse al exilio ante la amenaza de una intervención militar de la ECOWAS (Comunidad Económica de Países del África Occidental). El país más pequeño del continente africano y uno de los más pobres del mundo empezó a ser visto como modelo para acabar con regímenes dictatoriales o autocráticos a través de una combinación de diplomacia y amenaza militar.

Decidimos que sería interesante ver cómo recuperaban la sonrisa, la confianza y la esperanza sus habitantes y recordar las atrocidades cometidas por el dictador. Un periodista y activista de derechos humanos, Sainey MK Marenah, que volvió del exilio tras la caída del dictador, fue nuestro cicerone y también el hilo conductor de este reportaje. Cuando le conocimos, estaba empezando de nuevo.

Estuvimos con varios antiguos presos políticos, algunos como Sainey también acabaron en el exilio. Ellos son los protagonistas principales de nuestra historia y la muestra también de que nadie se libraba, si se oponía al dictador, de acabar en sus mazmorras, la peor la llamada cárcel del infierno Mile 2, a la que el dictador denominaba su hotel de cinco estrellas.


Desde el actual ministro de Asuntos Exteriores, Ousainou Darboe, líder de la oposición a Jammeh, hasta el músico de kora, Pa Bobo Jobarteh, pasando por el imán Baba Muktar Liegh, por la ahora diputada Fatoumata Jawara o por la actual ministra de comercio, Isatou Touray, estas dos últimas detenidas por su defensa de los derechos de la mujer. Todavía no han superado el trauma y a muchos les cuesta hablar de su tiempo en prisión y de las torturas sufridas.

Conocimos también a la familia de Solo Sandeng, un opositor al dictador cuya detención y muerte por torturas, en abril de 2016, fue uno de los factores que desencadenó el cambio. Estuvimos con su hijo Mohammed que se ha prometido a sí mismo seguir con la lucha de su padre por la justicia, la igualdad y la libertad. 

Unas semanas antes de nuestro rodaje había comenzado la repatriación voluntaria desde el infierno libio de jóvenes gambianos atrapados en ese país en su intento de llegar ilegalmente a Europa. Omar, Saikou y Buba nos contaron las vejaciones y violaciones de sus derechos sufridos en Libia.

Buceamos también en la situación de las mujeres en Gambia, donde en diciembre de 2015, fue prohibida la ablación. Según Unicef, tres cuartas partes de las mujeres la han sufrido, como la activista Isatou Jeng, una joven fuerte que ahora lucha por mejorar la situación de las mujeres desde la Red contra la violencia de género. La nueva Gambia sigue anclada en la pobreza pero dispuesta a cambiar y mejorar como las mujeres del huerto cooperativa de Sanyang puesto en marcha con la ayuda de la ONG española Mujeres por Africa.

Kanilai, el pueblo del antiguo dictador, fue quizás el lugar más complicado para rodar. Es la plaza fuerte de los seguidores de Jammeh y hacía poco que se habían producido allí violentos incidentes. La situación era muy tensa. Esta es una de las amenazas a la seguridad con las que tiene que lidiar el nuevo gobierno gambiano. Pero también tiene que hacer frente a la nefasta situación de la sanidad, la educación, la electricidad o el agua potable. El dictador esquilmó los recursos del país.

¡Cómo no!, no podía faltar, en el país de Kunta Kinteh, una visita a Juffureh, el pueblo del esclavo más famoso de la historia y a la isla que lleva su nombre. Y no hay nada como vivir y oler el bullicio de lugares como la playa de Tanji, cuando, con la caída de la tarde, los pescadores regresan de la faena. Son de esas imágenes africanas que nunca desparecen de la retina de uno y que hacen a África tan especial.



Vocabulario Fundamental. Odio (9) El odio según José Antonio Guardiola


Si algo he perseguido a la hora de elaborar el reportaje "La llama del odio", que emitimos En Portada a las 23:20 en La 2 de TVE, es que el ciudadano, gracias a la televisión pública, sepa reconocer los mensajes destinados a generar odio en las sociedades y a la vez conozca las herramientas para frenarlo, para evitar el contagio. Hoy, más que nunca, esos mensajes afloran en los aparatejos con pantalla de colores que llevamos en nuestros bolsos o bolsillos.


"La llama del odio" es un proyecto global, con una guión compartido con Alicia Gomez Montano, la realización de Teresa Mora y el montaje de Javier Mula. Y la colaboración, entre otros, de Yolanda Alvarez, Carlos Franganillo, Luis Pérez Lopez, Marisa Rodríguez, Miguel Angel Garcia Tve, Almudena Ariza, Elena Ochoa Ruiz, Aurora Mínguez y Oscar Mijallo. (José Antonio Guardiola)

La llama del odio

El discurso del odio siempre ha existido, pero las nuevas tecnologías han reforzado su impacto. Se ha rodado en Estados Unidos, Polonia, Francia, Alemania, Rusia, Israel, territorios ocupados y España.


Frank La Rue, director de Comunicación de la Unesco, detalla las cinco condiciones para determinar el discurso del odio.

En Portada 25.10.2017 José Antonio Guardiola

“La verdad pasó a ser un elemento menos necesario para la población”. La frase es de Frank La Rue, director de comunicación de la Unesco. La Rue es un guatemalteco dedicado últimamente a estudiar los límites de la libertad de expresión después de haber luchado en los 80 -desde el periodismo- contra los dictadores de su país.

Y le añadió La Rue a Marisa Rodríguez, corresponsal de TVE en París: “Muchas personas prefieren enterarse de la vida a través de lo que comparten con sus familiares, amigos. Eso se vuelve para ellos en símbolo de la verdad, la noticia del día. Sea efectivamente cierto o no. Porque no hay procesos de verificación.”



Creo que el reportaje La llama del odio habrá cumplido su objetivo como servicio público si todos nos paramos a pensar que ante falsas informaciones es recomendable volver a la tradición, aquélla que te dirige a un medio prestigioso para confirmar si ese titular escabroso y poco creíble es cierto o no.



Si no lo hacemos, si damos por rigurosos algunos de los mensajes que nos llegan a nuestro teléfono móvil a través de la redes sociales, estaremos contribuyendo a crear una sociedad débil ante los discursos de odio… Y todo lo que la historia nos enseña que puede venir después.

Un mundo mejor es posible (41) Vocabulario Fundamental. Mujeres (19) África, en el nombre de las mujeres

África, en el nombre de las mujeres

El programa entrevista a la presidenta de Liberia, Ellen Johnson-Sirleaf

En Portada se pregunta si las mujeres pueden ser el motor del cambio en el continente africano


En enero de 2006, Ellen Johnson-Sirleaf, se convertía en presidenta de Liberia y en la primera mujer jefa de Estado de un país africano. 10 años después nos planteamos que sería interesante comprobar cuál ha sido su papel y ver también si las mujeres son o pueden ser el motor de cambio en el continente africano. Lógicamente, el realizar el reportaje dependía de la entrevista con Ellen Johnson. La ONG “Mujeres por África” que desarrolla el proyecto “Stop Fístula” en Liberia, proyecto apoyado por la presidenta Johnson-Sirleaf, nos echó una mano con las gestiones. Finalmente, a principios de enero, nos llegó el sí a la entrevista.

Llegamos a un país todavía bajo los efectos de la epidemia del ébola. Liberia fue uno de los tres más afectados por el virus y en el que más personas murieron. Además, supuso un parón en seco del desarrollo y la recuperación que venía experimentando desde la llegada al poder de Ellen Johnson tras las elecciones después del final, en 2003, de 14 años de dos sangrientas y devastadoras guerras civiles.

La entrevista con la presidenta se celebró un par de días antes de su discurso anual del estado de la nación ante el parlamento en cuya preparación estaba inmersa. Pero no por eso dejó de ser clara y tajante en sus convicciones sobre el destacado y definitivo papel que las mujeres liberianas desempeñaron en el final de la guerra y en el mantenimiento de la paz. Tampoco ocultó su convencimiento de que si las mujeres gobernasen, el mundo sería mejor y más pacífico. Desde su llegada al poder, Ellen Johnson-Sirleaf se ha ganado la admiración de propios y extraños, aunque tampoco se ha librado de críticas por corrupción entre algunas personas de su gobierno y de nepotismo por colocar en altos cargos a familiares, como a sus propios hijos.


Ellen Johnson recibía en 2011 el Premio Nobel de la Paz por su trabajo en pos de los derechos de las mujeres y de la paz. Junto a ella lo recibía también Leymah Gbowee, que puso en marcha durante la guerra el movimiento por la paz de las mujeres en Liberia y consiguió con manifestaciones, sentadas e incluso con una huelga de sexo que los señores de la guerra se sentaran a negociar y firmase la paz. Hablamos también con Leymah, una mujer que sigue al pie del cañón y que no tiene pelos en la lengua a la hora de criticar al gobierno o de denunciar el hecho de que a pesar de que la igualdad de derechos está reconocida sobre el papel en Liberia, la violencia de género es todavía el pan de cada día, sobre todo en las zonas más deprimidas, como el barrio de West Point de la capital, Monrovia, en el que también estuvimos hablando con sus mujeres y con jóvenes que se ven enfrentadas a esa violencia y a violaciones y a embarazos adolescentes.

Esa es una de las grandes paradojas de Liberia. A pesar de tener una mujer presidenta y mujeres en importantes cargos y como activistas en sectores diversos, el machismo vigente y profundo en las estructuras sociales impide que la igualdad de derechos sea una realidad y no se consigue acabar con la violencia contra las mujeres, una violencia que ha quedado como remanente de los años de guerra, durante los que, como nos comentaba Leymah, la violación se convirtió en un arma de guerra pero sobre todo era vista por los hombres como un derecho. Y todas las mujeres con las que hablamos coincidieron en asegurar que la educación, y en especial la de las niñas, es el vehículo principal para conseguir el cambio.




Vocabulario Fundamental. Extinción (42) Adiós a la era Obama


El momento, la proclamación del moronic Donald Trump como presidente USA, que tanto tememos se acerca y la era Obama (con la que comenzamos este blog hace 8 años) da ya sus últimos coletazos. El propio Barack Obama ofrecía hace unos días una emocionante despedida de sus incondicionales en el lugar donde todo empezó, Chicago. En su discurso de despedida repasaba su trayectoria, alertaba de las amenazas a la democracia (en la mente de todos un flequillo ridículo) y hacía un alegato por la inmigración, la creatividad y la igualdad de oportunidades.



Como leemos en la web Política Exterior: 'Si el triunfo de Barack Obama fue una enmienda a la totalidad de la presidencia de George W. Bush, la victoria de Donald Trump es la refutación de toda una época. Obama llegó con la promesa de cambio y, a la hora de su partida, deja la sensación de que el suyo ha sido un mandato, más que frustrado, frustrante. Idealista y pragmático a partes iguales, la acción política del 44º presidente de Estados Unidos ha estado marcada por las contradicciones, los éxitos y los fracasos. Con la llegada de Donald Trump su legado está en franco peligro de desmantelamiento'

Efectivamente, la era Obama está compuesta de luces, de acciones honestas y promesas cumplidas pero también de sombras, decepciones y esperanzas rotas. Cogió a su país con una economía al borde de la recesión, inmerso en la mayor crisis económica desde la Gran Depresión y en dos guerras provocadas por Bush Jr. que habían costado cuatro billones de dólares y la vida o la salud a miles de soldados estadounidenses; un país profundamente dividido por las desigualdades económicas y sociales y las mentiras y miserias morales de la doble Administración G.W. Bush.

En estos ocho años de mandato Barack Obama ha vuelto a recuperar la economía estadounidense reformando el sistema financiero y aplicando un ambicioso programa de estímulos económicos, factores ambos que han hecho alcanzar una tasa de paro inferior al 5% (técnicamente pleno empleo). Su ardientemente defendido programa de sanidad pública conocido como ObamaCare ha dado -ahí su crimen- cobertura médica a 20 millones de sus compatriotas (aún quedaron 30 millones fuera) pero Trump ya ha avisado de que intentará desmantelarlo en cuanto alcance el poder. De hecho el Senado ha empezado ya los trámites para ello.

Obama ha impulsado políticas de lucha contra el cambio climático, ha creado la zona protegida más grande del mundo pero también es el presidente que ha conseguido la independencia energética de los Estados Unidos a los lomos del auge del fracking, lo que ha tenido importantes repercusiones medioambientales y indirectamente ha impulsado hacia abajo los precios del petróleo, lo que a su vez ha fomentando su uso y aumentado la contaminación. Lo que ocurre con los Estados unidos es que por su magnitud y su peso en la economía y política mundial cualquier cosa que hagan tiene efectos a nivel planetario.

También aprobó una ley para prohibir la perforación petrolífera en el Ártico durante al menos 5 años, medida recibida con satisfacción por las organizaciones ecologistas pero esta prohibición puede ser anulada por Trump, que ha prometido aumentar las perforaciones off-shore. También ha anunciado que retirará los fondos comprometidos por EEUU para cumplir el Acuerdo de París sobre el clima, decisión que ahora puede tomar sin oposición, gracias al dominio republicano en ambas cámaras.

Ha habido temas en los que no ha podido hacer más por el bloqueo republicano como el cierre de Guantánamo, a pesar de haber firmado en enero de 2009 una orden ejecutiva para hacerlo o la lucha contra la proliferación de las armas de fuego en la sociedad estadounidense, una lacra que parece inevitable seguirá ocasionando miles de muertos cada año gracias a la tóxica labor de la NRA y el Partido Republicano.

En cuanto a la política abroad America, (en éste enlace la revista Política Exterior la analiza exhaustivamente) la Doctrina Obama ha dulcificado la imagen de los Estados Unidos en el mundo y sobre todo en Europa, lo cual no es poco tras la catástrofe que fue Bush. Condensando en una frase Obama ha sido el presidente de la contundencia diplomática y la contención militar. El Commander in Chief que acabó con Bin Laden y retiró la mayoría de tropas estadounidenses de las guerras de Bush, Afganistán e Irak pero que llevado de la real-politik se vio obligado a mantener una presencia de cierto número de soldados y fuerzas de élite en ambos países (requeridas por sus propios gobiernos) que se han visto necesarias para mantener la estabilidad en la lucha contra los taliban, Al-Qaeda y DAESH. 

También fue el único presidente USA en muchos años que ha criticado a Israel y no ha disimulado su falta de feeling con Netanyahu y su rechazo a los asentamientos y los colonos, quien impulsó el proceso de normalización de las relaciones diplomáticas con Cuba iniciado a fines de 2014 y logró desactivar el programa nuclear iraní a cambio de suspender las sanciones económicas internacionales sobre el país persa, lo que le ha permitido al país persa relanzar su economía. 

En los últimos días hemos de resaltar la conmutación de la pena restante a la ex-soldado Chelsea Manning, quien en 2010 filtró un número récord de documentos secretos a WikiLeaks y de quien dijo que ha cumplido ya una 'dura' sentencia a prisión.

Hay muchos que reclaman que debería devolver el Nobel de la Paz 2009, un regalo envenenado que nunca pidió y que asumió resignado sabiendo que su cargo no le permitiría ser muy pacífico. Ha sido en sus legislaturas cuando el presidente ha asumido la prerrogativa a ejecutar a cualquier enemigo de América sin necesidad de detenerlo o juzgarlo gracias al auge de los ataques por drones que han actuado sobre Yemen, Somalia, Pakistán, Afganistán etc, una forma de guerra ultramoderna que sigue produciendo lamentables daños colaterales, aunque también ha acabado con miles de objetivos legítimos para un presidente USA, para cualquiera que llegue al cargo. 

Se le ha acusado también de no haber actuado en Siria, de no haberlo hecho ni siquiera cuando el régimen sirio traspasó la línea roja que él mismo había marcado en 2012, la del ataque con armas químicas contra su propia población. 

Esto ocurrió de forma plenamente documentada cuando en agosto de 2013 las fuerzas de al-Assad usaron gas sarín en Ghouta -a las afueras de Damasco-, zona controlada por los rebeldes, causando la muerte de casi 1.500 civiles incluyendo más de 400 niños. Pero tras lo que parecieron preparativos de de ataques aéreos en forma inminente contra el gobierno sirio, Washington aceptó un acuerdo in extremis mediado por Moscú a través del cual Siria enviaba sus armas químicas a Rusia, país que junto a China ha bloqueado todas las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU contra Siria desde el principio de la guerra.


Los críticos afirman que esa decisión encorajinó al criminal régimen sirio y alentó a Rusia a apoyarlo decididamente, comenzando a lanzar sus propios ataques aéreos en apoyo al gobierno sirio, aumentando las tensiones entre Moscú y Washington y la apuesta de Putin sobre su aliado sirio, país en el que mantiene la base naval de Tartus y bases aéreas en Latakia. Pero esto hubiera terminado ocurriendo igual pues el curso de la guerra habría obligado igual a los rusos a intervenir decididamente al lado de al-Assad. 

Además, ¿qué hubiera significado haber intervenido en Siria? ¿haber desplegado tropas terrestres USA en el terreno? Eso sí hubiera sido un error descomunal, hacer otro Iraq en Siria, una posibilidad que habrá escalofriado a cualquier responsable militar norteamericano, ante la cual los ataques aéreos de la coalición internacional sobre objetivos de Al-Qaeda y el DAESH que llevan tiempo sucediéndose y minando su poder en el norte de Siria y Iraq se antojan razonables en un contexto bélico y geoestratégico altamente complejo y volátil. 

Ahora Rusia e Irán (con el inestimable apoyo de Hezbollah y otras milicias chiíes) llevan la iniciativa militar y su apoyo al régimen sirio se ha tornado decisivo para devolver a al-Assad el control de la mayor parte de la Siria útil. Pero aún queda mucha guerra y muchas cosas pueden ocurrir, aunque eso es tema de otro post que esperamos publicar en breve. 

Llega Trump: ¿Y ahora?

Con su salida de la Casa Blanca y la llegada de Trump se abre una época de incertidumbres y pocas certezas, aunque ya con los nombramientos de los que van a conformar el más alto nivel de su Administración, llena de militares empresarios multimillonarios (la fortuna de todos ronda los 35000 millones $) y otros ultra-conservadores se puede adivinar el retroceso a todos los niveles que puede sufrir con su gobernanza el aún hegemón mundial. E insistimos, su mala influencia la sufrirá también el mundo.

El Obamacare, Siria, Ucrania, el medioambiente, Rusia, el cambio climático, Cuba, México, Irán, Israel y Palestina, su machismo recalcitrante, su polémica relación con la prensa etc son temas en los que Trump puede liarla y muy probablemente lo haga. 

Él y su Gabinete representan a la derecha política más reaccionaria y al poder económico desmesurado, son la cara del fascismo en América y su triunfo el reflejo del descontento de los prejuiciosos y haters pero también representan la venganza de la clase media perjudicada por la globalización o idiotizada por la Fox y la religión. 

Porque parece claro que Estados Unidos está ahora más dividido que nunca y según vayan surgiendo las polémicas, los enfrentamientos y la previsible resistencia de la sociedad civil la brecha entre una y otra parte se va a seguir ahondando.

Pero Trump no la única amenaza que va a desquiciar el orden mundial en los próximos años, son Theresa May, Vladimir Putin, Tayip Erdogan, Rodrigo Duterte, Bashar al-Assad, Abdelfatah Al-Sisi, Xi Jinping, Viktor Orban, Marine LePen, Benjamin Netanyahu y otros apologetas del odio, tiranuelos que medran por todo el planeta, es el cambio climático que no cesa ni cesará (menos con un negacionista climático confeso como Trump) y va a poner el mundo patas arribas. 

Nos esperan tiempos muy difíciles. Lo que va a empezar a ocurrir a partir de este viernes no lo hemos visto nunca. Ni siquiera con George W. Bush, otro subproducto de lo peor de esa América que proclaman y que sin embargo también le ha criticado, síntoma de las dificultades del neoyorquino para lograr el apoyo de los líderes del partido. 

El contraste entre uno y otro presidente va a ser brutal y así empezaremos a valorar en su justa medida al que ahora se va. Adiós Barack Obama (y Michelle , otra crack), os vamos a echar de menos. 



P.D. Les dejamos con 'Obama out', la visión que En Portada (un clásico en este blog) nos ofrece de la extinción de la era Obama. Si quieren profundizar en su legado les recomendamos este Especial de la Revista de Política Exterior, una antología de 25 artículos que repasan sus ochos años en la Casa Blanca.

En Portada - Obama out

       
        Obama Out

Un mundo mejor es posible (37) Colombia, el precio de la paz


Colombia, el precio de la paz

Después de medio siglo de lucha entre el Gobierno y las FARC, la paz parece posible. Un equipo de En Portada se ha desplazado hasta el país sudamericano

En Portada 04.11.2015 Alicia G. Montano @aliciagmontano

¿Habrá sido el pasado 23 de junio el último día de la guerra en Colombia? Así lo entendían en La Habana el presidente Santos y el guerrillero en jefe de las FARC, Timochenko, cuando anunciaban ese día un alto el fuego indefinido. Un conflicto que dura más de medio siglo y ha costado la vida a 225.000 personas, el 80 por ciento civiles. El conflicto de Colombia se ha contado desde muchos ángulos, aunque el más dramático es el de las víctimas, un colectivo del que forman parte fallecidos, secuestrados, desplazados y desaparecidos.

El equipo de En Portada viajó a Colombia para contar uno de sus episodios más tristes, y puede que de los menos conocidos: el de los llamados Falsos Positivos. O dicho de otra manera, del asesinato de civiles inocentes a quienes miembros del ejército hicieron pasar como guerrilleros muertos en combate.

Pero la realidad a veces retuerce las intenciones del periodista. La llegada a Bogotá coincidió con el apretón de manos de dos enemigos irreconciliables, Las FARC y el Gobierno y este hecho, el anuncio del acuerdo, nos obligó a reconducir el reportaje por una senda imprevista: ¿Qué pasará cuando llegue la paz? ¿Quedaran impunes muchos crímenes cuando se decrete una amnistía que beneficie a las partes en conflicto? ¿Qué dirán las víctimas que llevan años reclamando justicia?

La conclusión provisional de nuestro trabajo es que la paz tiene un precio y que habrá que buscar una fórmula para evitar una “piñata de impunidad”; para que las alfombras de la paz no escondan crímenes sin castigo. Es la hora de la política y de la pedagogía y hasta los más firmes defensores de la paz, saben que no será posible contentar a todos, especialmente a las víctimas, cuyo dolor es infinito y la reparación casi imposible.

Pero habrá que intentarlo. Se trata de poner fin a un conflicto del que casi nadie recuerda cómo empezó cuando, a finales de los años 50, se organizaron los primeros grupos armados campesinos, disconformes con la distribución de la tierra. Años más tarde, Colombia se convertiría en tierra de narcotraficantes y al necesitar tierra para sus cultivos, provocaron el desplazamiento de millones de campesinos. El negocio de la droga no fue privativo de los sicarios y más tarde se extendería tanto a la guerrilla como a los grupos paramilitares que nacieron para combatirla.

Imagen de la sala donde ha sido juzgado Robinson González del Río, uno de los pocos mandos militares condenados por casos de falsos positivos

Falsos positivos, falsos guerrilleros

En medio de este escenario, sin un único verdugo, las fuerzas armadas actuaban con impunidad, urgidas por el “todo vale” de su histórica misión. Así surgieron prácticas crueles, -casi impropias de seres humanos-, como los casos de los llamados “Falsos Positivos”. Se estableció un sistema de recompensas económicas, ascensos y otros privilegios para los miembros de las fuerzas armadas que presentasen un buen expediente en la lucha contra la guerrilla. Y en esta espiral, las bajas de insurgentes en combate, eran muy apreciadas.

Fue cuando se puso en marcha un mecanismo para “fabricar”, a partir de pruebas falsas, “falsos guerrilleros”: inocentes ejecutados a quienes el ejército presentaba como terroristas muertos en combate. Los primeros casos se remontan a los años 80 y se multiplicaron durante los 8 años de presidencia de Álvaro Uribe. Naciones Unidas hizo un informe sobre el terreno, en el año 2010, en el que concluyó que aunque no había pruebas para poder afirmar que los asesinatos respondían a una política de Estado, tampoco podía decirse que eran hechos aislados. En junio de 2015, Human Right Watch dió un paso más al ofrecer pruebas de que en casi todas las divisiones del ejército se habían producido casos de “falsos positivos” y que estas prácticas no podían llevarse a cabo sin conocimiento de los superiores.

Carmen Hernández perdió a su hijo mayor en febrero de 2015. Fue uno de los falsos positivos

Y en esto llegó la paz o para ser más exactos, el anuncio de que la paz está cerca y de que el precio a pagar podría ser la libertad de los asesinos de tantos inocentes. Los más firmes defensores del proceso, creen que culminarlo llevará al menos una década y que el perdón sólo llegará si a cambio los victimarios cuentan la verdad. ¿Hasta dónde subirá el grado de responsabilidad? ¿Qué pasará entonces? Son preguntas que no se pueden responder.

Habrá que volver a Colombia y hacer muchos más En Portada, para saberlo. Entretanto, me quedo con el mejor patrimonio de un periodista: el haber conocido, gracias a este reportaje a personas maravillosas: a las madres de Soacha, a otras madres en carne viva, como Carmen Hernández; a José Miguel Vivanco, de Human Right Watch y a Alejandro Matos, de Intermón Oxfam. Todos, seres humanos a la altura de las causas más nobles.

     

Vocabulario Fundamental. Agua (14) Las crisis del agua

En Portada nos lleva a México, China, Brasil, Estados Unidos e Israel para conocer cómo gestionan algunas de las grandes megalópolis mundiales sus recursos hídricos en estos tiempos en los que el cambio climático (Sao Paulo, Los Angeles...) está poniendo en graves problemas el abastecimiento de agua potable para millones de personas. 

En Portada. "Las crisis del agua"

Este recurso imprescindible para la vida es uno de los bienes más maltratados
Abordamos los desafíos para garantizar, a corto plazo, el acceso al agua
Solo es 3% del agua que nos rodea es dulce y disponible para el consumo. 
A día de hoy, más de mil millones de personas no tienen acceso a agua potable

Solo es 3% del agua que nos rodea es dulce y disponible para el consumo. A día de hoy, más de mil millones de personas no tienen acceso a agua potable


Asia, el continente más poblado del planeta pasa sed. Sao Paulo, -sede de uno de los grandes centros financieros del mundo y la mayor ciudad de Brasil, el país con mayores reservas hídricas del mundo-, pasa sed. En muchos países de África la principal ocupación de las mujeres es la búsqueda diaria del agua. En Oriente Medio, comunidades como Israel y Palestina han hecho del agua un campo de batalla. En México se riega con aguas negras mal recicladas... Esta semana en En Portada analizamos los desafíos del planeta para garantizar, a corto plazo, su bien más preciado.

Coger y acarrear el agua tras largas caminatas forma parte de la cotidianeidad de los africanos, generalmente de las mujeres y niñas

La importancia de cuidar el elixir de la vida

El agua, partícula imprescindible para los seres vivos y para el desarrollo humano, es uno de los bienes más maltratados. Todo el mundo la necesita, pero casi nadie aplica las medidas básicas para cuidar y conservar el elixir de la vida. Vivimos rodeados de agua, pero menos de un 3% es dulce y disponible para el consumo. La concentración de la población mundial en grandes megalópolis y el cambio climático, con su influencia en los ciclos de lluvia y en la agricultura, obligarán a revisar, más pronto que tarde, las políticas del agua.

La voz de los expertos

Expertos como el Profesor Pedro Arrojo; Víctor Viñuales, Director Ejecutivo de Ecología y Desarrollo, o Josefina Maestu, Directora de la Oficina de Naciones Unidas de apoyo al Decenio “El agua, fuente de vida” 2005-2015, explican para En Portada los riesgos que corre un planeta que descuida su principal elemento. El profesor Arrojo, asegura que “la crisis del agua es triple: de sostenibilidad, de pobreza y de mala gobernanza por parte de los gobiernos”. Víctor Viñuales afirma que “la mala gestión del agua es un problema civilizatorio y la muestra del fracaso de quienes fuimos capaces de ir al planeta Marte pero no de proveer de agua a millones de seres humanos”.

Acceso a agua potable y saneamiento

El acceso universal al agua y su saneamiento, son dos de los grandes objetivos. Pero mientras el primero se va cumpliendo, aunque sea lentamente; el segundo, está lejos de alcanzarse. Y lo que está en juego es el futuro de millones de seres humanos, pendientes de un pacto con la naturaleza al que le falta la firma.