Campanadas de la Historia (71) 1979, el año que cambió la Historia

1979 fue un año crucial: la Revolución Islámica en Irán, el accidente nuclear de Three Mile Island, la visita del papa Juan Pablo II a Polonia, la elección de Margaret Thatcher como primera ministra del Reino Unido… Con imágenes de archivo y entrevistas a testigos, este documental repasa los acontecimientos históricos que han dado forma al presente. A principios de 1979, los líderes de las cuatro principales potencias occidentales (el presidente estadounidense Jimmy Carter, el presidente francés Valéry Giscard d'Estaing, el canciller alemán Helmut Schmidt y el primer ministro británico James Callaghan) acuerdan apoyar la ascensión al poder del ayatolá Jomeini en Irán.

En Polonia, la visita del papa Juan Pablo II, alimenta el sentimiento nacional y la oposición al gobierno comunista. Bajo el liderazgo de  Lech Wałęsa, el sindicato independiente Solidarność será clave en la posterior disolución de la URSS.
Al mando de la República Popular de China desde diciembre de 1978, Deng Xiaoping, establece relaciones diplomáticas con Estados Unidos y abre el camino a la liberalización de la economía.

Paralizado por un invierno gélido y una cadena de huelgas, el Reino Unido alza al poder a Margaret Thatcher, cuyo programa económico cambiará la faz del planeta. El accidente en la central nuclear estadounidense de Three Mile Island alerta a la opinión pública sobre el riesgo de la energía atómica, al tiempo que el informe Charney, de la Casa Blanca, anuncia las devastadoras consecuencias del calentamiento global.

Este documental de Pascal Verroust y Dirk van den Berg cuenta con imágenes de archivo y valiosos testimonios como los del disidente chino Wei Jingsheng, el ex presidente polaco Lech Walesa o el secretario de Estado de Margaret Thatcher Michael Heseltine, entre otros.

Vocabulario Fundamental. Revolución (6) 2019, la revuelta se globaliza

La revuelta se globaliza

2019 es el año del estallido social global. Una ola de protestas sin precedentes recorre, especialmente, América Latina. El detonante en cada país es distinto, pero el motor es en todos el mismo. La desigualdad y la desconfianza en la clase política. Se hablará también del nacionalismo de Trump y del muro que sigue levantando contra los pobres del sur, de su guerra comercial con China y de su progresiva retirada del tablero internacional, un vacío que Rusia se está apresurando a llenar. Se recordará cómo el proyecto común europeo se está agrietando, sin olvidar de los grandes conflictos que apenas generan titulares como la catástrofe humanitaria en Yemen y el olvido de todo un continente, África.

       
                                                   La revuelta se globaliza           

Vocabulario Fundamental. Invierno (10) Otros inviernos peores 4 Cuento de Navidad en Gaza

La gran Yolanda Álvarez, orgullo de nuestra televisión pública, ahora en 'En Portada' y antigua corresponsal en Israel y Palestina, fue sacada de su puesto por intolerables presiones del gobierno israelí tras su cobertura a la ofensiva israelí de 2014 sobre Gaza, ellos preferían que no hubiera testigos tan molestos. De su twitter importamos este podcast de Carne Cruda sobre este lugar torturado por una de las mayores injusticias de nuestro mundo.

Hay lugares del mundo que duelen. Uno de ellos es Gaza. Este "cuento de Navidad" llega al alma. Gracias, Raquel Martí. 
 

Vocabulario Fundamental. Cambio Climático (12) Golpe de calor en Siberia


Este 2019 se han quemado más de diez millones de hectáreas, sólo en Siberia. El pasado verano, la tundra siberiana ardió, favorecida por las inusualmente altas temperaturas estivales, las escasas precipitaciones y las condiciones favorables del viento. Los incendios aumentaron en zonas escasamente pobladas y cubrieron las ciudades y los paisajes circundantes con humos tóxicos que afectaron a la salud de sus habitantes y redundaron en el cambio de las condiciones atmosféricas. Dirigido por Vladimir Vasak en 2019 para la productora ARTE, este reportaje nos muestra cómo, a golpe de fuego y devastación, también Rusia tomó conciencia de las consecuencias de la emergencia climática que acosa el mundo.

Música para camaleones (121) James Blake - I'll come too



I'm gonna say what I need If it's the last thing I do I do I do I do I'm in that kind of mood I've thrown my hat in the ring I've got nothing to lose With you With you With you I'm in that kind of mood I'll go under your wing I'll slot right in between the Cracks between you and him I don't wanna go home Shall we drive from zone to zone? I wouldn't do this on my own But I'm not on my own tonight Oh, you're going to New York? I'm going there Why don't I come with you? Oh, you've changed to L.A.? I'm going there, I can go there too I'm gonna say what I need If it's the last thing I do I do I do I do I'm in that kind of mood I've thrown my hat in the ring I've got nothing to lose With you With you With you I'm in that kind of mood I'll go under your wing I'll slot right in between the Cracks between you and him I don't wanna go home Shall we drive from zone to zone? I wouldn't do this on my own But I'm not on my own tonight Oh, you're going to the brink? I'm going there Why don't I come with you? You don't care what they think I'm getting there I could get there too I'm gonna say what I need If it's the last thing I do I do I do I do I'm in that kind of mood I've thrown my hat in the ring I've got nothing to lose With you With you With you I'm in that kind of mood I'll go under your wing I'll slot right in between the Cracks between you and him I don't wanna go home Shall we drive from zone to zone? I wouldn't do this on my own But I'm not on my own tonight

FronteraD / Mis 5W (1) Why?

1. Why (Por Qué)

"La categoría moral e intelectual de una persona puede medirse por cuánta verdad es capaz de soportar" Santiago Beruete

Llevo mucho tiempo queriendo escribir la presentación de este espacio que generosamente me ha cedido FronteraD en sus entrañas cibernéticas para hacerme un huequito en su vasto y erudito universo cultural. Desde que primero Alfonso y luego Emilio me invitaron hace más de un año a formar parte de su proyecto nunca pude ofrecerles más que vagas explicaciones sobre lo que estaba preparando para comenzar mi cooperación con ellos. Iba a los actos y reuniones fronteradenses para ir conociendo a las personas detrás de los textos, sintiéndome feliz sólo con compartir con ellos y ellas un mismo techo, con ir conociendo y charlando con tanta gente multitalentosa, el clásico pegarse para que se te pegue. Pero a cabo de algunas reuniones me di cuenta de que el tiempo pasaba y seguía sin inaugurar mi blog y por tanto seguía sin pertenecer de pleno derecho a esta conspicua casa común. Así que decidí dejar de acudir a las reuniones hasta que no pudiera hacerlo como miembro de pleno derecho, con mi blog activado y produciendo valor añadido para la causa. 

¿Preferiría no hacerlo?

Nunca he publicado nada para otros la tarea de presentarme de forma digna en un escenario de la enorme dimensión cultural de FronteraD, para crear algo que fuera diferencial, algo representativo de lo que yo puedo aportar, se me convirtió en una cumbre himaláyica, pensando cómo escalarla pero sin decidirme a hacerlo, mirando sus alturas desafiantes, resoplando, deslumbrándome con el sol reflejado en sus formidables neveroscalculando el esfuerzo necesario para una escalada sin sherpas que me ayuden, chequeando cuerdas y piolets, acumulando mapas y suministros, bloqueado en campo base por la enorme carga de trabajo autoimpuesta, intimidado por el miedo escénico y la presión de mi vacilante autoestima.

Con la mente centrifugando pensando qué contenidos incluir y qué no, qué enfoque dar, cuánto de mí debería haber en lo que publicara y cómo debería presentarlo, pero sin decidirme a trabajar en ello realmente. Sin focalizar ni ordenar mi pensamiento, en ese improductivo cavilar iba dejando pasar los días, las semanas, los meses, las estaciones, procrastinando lamentablemente el trabajo que debería ser más fácil para mí, presentar lo que hago, lo que soy, ante unas personas inteligentes que me habían invitado a hacerlo.


Esta nueva y desafiante tarea introductora que he ido construyendo a través de mis propias 5W (los grandes interrogantes del periodismo aplicados para autodefinir mi trabajo y mis circunstancias existenciales), se encontró con una formidable acumulación de trabajo en mi propio blog (1017 entradas en elaboración y subiendo..), lo que me ocasionó un descomunal atasco mental y emocional que hizo descarrilar mi creatividad, conduciéndome a un estado de perplejidad e inacción que no sabía cómo superar. Mis jornadas laborales pasaban fugaces aunque fuera sólo manejando las informaciones del día, intentando escapar del dolor y cuidando a mi familia felina, mientras la desidia minaba mi capacidad de trabajo y una nube negra como un mal presagio se iba condensando encima mío.

Bloqueado psicológicamente, desmoralizado, no sólo no comenzaba mi bitácora en FronteraD sino que mi propio blog languidecía de inactividad y mi web, donde todo el contenido del blog es ordenado, lucía -aún luce- desactualizada, sin haber incluido en ella los posts publicados en los últimos meses. Inmerso en un prolongado estado carencial que me ha llevado seriamente a sopesar reconocer mi fracaso, mi incapacidad para crear nada más dirigido a otros y simplemente dejarlo, limitándome al goce concupiscente en la adquisición de mis dosis diarias de nuevo conocimiento o intentando afianzar el anteriormente aprendido, pero sin trabajarlo en la creación de nuevos contenidos para que alguien, en alguna otra parte, pueda participar de ello. Yo mismo me iba enredando en mis propias excusas, incumpliendo todas las fechas límite que me he iba marcando, enfangándome en una rasputitsa de autocompasión y de angustia producida por la sobrexposición a los desastres del mundo, emocionalmente exhausto, mirando mi desesperanzado reflejo en la pantalla del ordenador.

En uno de los documentales clásicos sobre el cambio climático antropogénico 'The Age Of Stupid' ('La era de la estupidez' - Franny Armstrong y John Battsek, 2009) el ya finado actor Pete Postlewaite (el padre de la película 'En el nombre del padre') interpretaba al único habitante de una inmensa plataforma flotante en el Mar del Norte, alejada de un arruinado mundo postapocalíptico en el año 2055. En sus enormes almacenes y potentes servidores electrónicos estaban guardados todas las artes y saberes de la Humanidad, junto a ejemplares disecados de cada especie animal que había habitado el planeta, una suerte de arca-reservorio natural e intelectual del Antropoceno, un gigantesco archivo documental con todos los acontecimientos climáticos y civilizatorios pretéritos provocados y desoídos por la raza humana que anunciaban, a comienzos del siglo XXI, el cercano colapso del planeta apenas unas décadas después.

Su melancólico personaje contemplaba imágenes catastróficas de un mundo a principios del siglo XXI en el que el cambio climático llevaba ya tiempo manifestándose virulentamente por todo el planeta y se planteaba la obvia cuestión de por qué no se hizo nada para evitarlo cuando aún se estaba a tiempo. Algo así me siento yo en este mi diario devenir compilador que dura ya algo más de una década, en la desolación que se me va filtrando en el espíritu mientras me hago más consciente no sólo de la de las cada vez más dañinas y ya irreversibles manifestaciones de la crisis climática global sobre los ecosistemas de todo el planeta, también de las otras inenarrables devastaciones diarias sobre las que están construidas las civilizaciones humanas y de que esta gran extinción, en la que estamos y hemos provocado, la sexta, la que acaba con 150 especies al día, la que puede hacer desaparecer un millón de especies de flora y fauna en las próximas décadas por causa de la codicia y la estupidez humanas, está en marcha y parece que eso a poca gente realmente le importa. Todo ello acabará con nosotros y nos maldecirá y condenará como especie, como la más inteligente y a la vez la más dañina y estúpida que ha pisado este planeta, lo puto peor de la evolución. La economía y los memes resistirán un tiempo, pero antes, sin darnos cuenta, habremos perdido el alma.

Mis cosas

Cuando siendo niño le decía a mi madre que a los cuarenta quería dejar de trabajar y dedicarme a mis cosas, en aquellos momentos ese difuso concepto se refería a tener una vida adulta cómoda, sin aprietos económicos ni lujos aparatosos, con una linda casa en la que hubiera animales, muchos libros y se escuchara alta la música, con el tiempo suficiente para seguir leyendo y releyendo, para seguir viendo cine y documentales, valiosísimo tiempo para seguir aprendiendo, exponiendo mi espíritu a ese conocimiento adquirido y por adquirir, una vida en la que amara y desamara a otras personas según fueran sucediéndose mis circunstancias sentimentales, eso ya se vería, pero el aprendizaje era innegociable y sobre esa premisa esperaba construir mi vida. 

Entonces no podía imaginar que en ese futuro no sólo tendría a mi disposición ese tiempo imaginado, sino también ordenadores y algo como Internet y sus buscadores, itunes, Spotify y sus infinitas posibilidades. Algunas décadas después este sueño se ha convertido en realidad, pero el precio que pago cada día por ello es otra cosa, ya se sabe lo que tienen las plegarias atendidas.

Frontera D / Intro


Introducción a un blog, a una persona

Segoviano que se vino a Madrid, autodidacta, diletante, anarcomadridista y abnegada mamágato. Proceso información, música y emociones. Creo en el conocimiento y la empatía como únicas formas de salvar el mundo. En una vida anterior, hace once años, trabajaba como consultor SAP hasta que en septiembre de 2008, con el corazón roto y el sistema financiero mundial colapsando, decidí dejar mi trabajo, comprar un cuadro fascinante, incorporar un gato a mi vida y empezar a trabajar en una obsesión, un proyecto vital inabarcable e irrenunciable que se ha ido sustanciando en un blog, Vida y Tiempos del Juez Roy Bean, del que ahora abrimos agradecida franquicia en este descomunal artefacto cultural que es FronteraD.

En este blog mostraremos las turbulencias de la política nacional y la internacional, las guerras, las putas guerras, los estupores y temblores de las sociedades humanas. A través de artículos y documentales intentaremos mostrar cómo está organizado el mundo, las disfunciones de la globalización y el capitalismo neoliberal, los incontables efectos mariposa que se generan cada día por todo el planeta conectando realidades muy distintas, los resortes de poder intrínsecamente perversos que se activan por todo el mundo para que las cosas sucedan de una forma u otra, para que el poderoso pueda ejercer su poder sobre el más débil, para que la codicia pueda a la solidaridad, para que el humano siga exprimiendo a sus congéneres y a la Naturaleza.


Pero también mostraremos la lucha de muchas personas para intentar cambiar las cosas a mejor por todo el planeta, un planeta que se recalienta más cada año y sigue quemando etapas hacia un colapso climático, ecológico y por ende civilizatorio, más o menos cercano, probablemente antes de 2040, muy probablemente antes de 2050. Me encantaría equivocarme pero me temo que no, en todo caso aquí queda escrito mi agorero pronóstico.

Por supuesto, este espacio se impregnará de mi ecologismo militante, de mi animalismo vital, de mi lucha particular como activista medioambiental según mi propios medios y capacidades, de mi alma rendida a los esplendores incomparables de la Naturaleza y quienes la habitan junto a nosotros, los animales, mis queridos animales, a los que siento tan dentro, sin los que no podría vivir, los que aún subsisten salvajes a pesar de nosotros, los afortunados que amamos en nuestras casas pero también los desdichados que malviven esclavizados para nuestro entretenimiento y aquellos que tienen vidas y muertes miserables con el objetivo de alimentar, con plus de sufrimiento, a la siempre voraz Humanidad. Todos ellos frecuentarán este blog en distintas ocasiones, con toda su belleza e inocencia. Y también habrá mucha música, la mejor música, que nos reconfortará el alma mientras transitamos nuestro camino hacia el fin.

Vocabulario Fundamental. Mujeres (22) El machismo mata, también en Argentina: la revuelta de las mujeres


Otro estupendo reportaje de la productora franco-alemana ARTE (dirigido por Karen Naundorf en 2019) nos lleva a Argentina, donde cada 32 horas es asesinada una mujer, casi siempre por su exmarido o su expareja. El movimiento “Ni una menos” hace que miles de personas salgan a la calle para reclamar igualdad y justicia. 

Vidas Conspicuas (17) 'Unmasking Jihadist John': Anatomía de un terrorista


En esta semana en la que fuerzas especiales estadounidenses han acabado con la vida del fundador del Estado Islámico (a.k.a. ISIS, aka Daesh), el iraquí Abu Bakr al-Baghdadi en la aldea siria de Barisha -dentro de la provincia de Idlib-, publicamos 'Unmasking Jihadi John: Anatomy of a terrorist', un estupendo documental dirigido por Anthony Wnke y producido por HBO que reconstruye la búsqueda global de Mohammed Emwazi, también conocido como 'Jihadi John', quien en 2014 saltó tristemente a la fama en 2014 por ser el torturador privado y verdugo público de algunos rehenes occidentales, entre ellos los periodistas estadounidenses James Foley y Steve Sotlof, quienes sólo serían los primeros en ser cruelmente ejecutados por Emwazi.


Sus escalofriantes discursos frente a las cámaras, justificando sus crímenes con perfecto acento británico, le pusieron en la mira de los servicios de inteligencia de todo el mundo buscando su identificación y posterior rastreo a lo largo del territorio conquistado por el Califato Islámico, hasta acabar con su vida en noviembre de 2015 con un misil lanzado por un dron estadounidense cerca de la ciudad de Al Raqqa, capital por entonces del autodenominado Estado Islámico. 

Este tenso documental nos muestra cómo pudo un tímido joven crecido y educado en Londres radicalizarse hasta adoptar la demente cosmovisión del proyecto yihadista y convertirse en un brutal terrorista en Siria y también la historia de su búsqueda por parte de los servicios de inteligencia occidentales hasta terminar con su eliminación física. Una historia de guerra y propaganda, de marginación y fanatismo, una historia humana al fin y al cabo. 


Desenmascarando A Jihadi John: Anatomía De Un Terrorista

¿Quién fue Mohammed Emwazi? El documental intentará responder esta compleja pregunta que pareciera arrastrar otras no menos intrigantes y quizás un tanto más difíciles de enfrentar y desentrañar. ¿Cómo llegó Mohammed Emwazi a convertirse en uno de los terroristas más buscados del mundo? ¿Cómo el niño que alguna vez fue se alzó como el jefe de los verdugos de ISIS? ¿Cómo el estudiante universitario que vivía en Londres terminó siendo el terrorista que acabó con las vidas de sus rehenes frente a una cámara?

Se dio a conocer en 2014 por una serie de videos donde él era el atroz protagonista. Para ese momento, sin embargo, no tenía nombre, sino que era una figura enmascarada y vestida de negro a la que apenas se le veían los ojos. En el primero de estos videos, subido a YoTube el 19 de agosto de aquel 2014, se mostraba la decapitación de un rehén de ISIS, el periodista norteamericano James Foley. Otro video del 2 de septiembre (menos de un mes después) mostraba un nuevo asesinato, el del también periodista Steve Sotloff. A estos seguirían otros videos igual de espantosos en los que se asesinaban a reporteros y trabajadores de ayuda humanitaria: David Haines, Alan Henning, Abdul-Rahman Kassig y el reportero japonés Kenji Goto.

En cada video, hablándole a la cámara, haciendo exigencias y lanzando diatribas contra occidente, asesinando o siendo parte del escenario de muerte, estaba este hombre, el portavoz y verdugo del Califato Islámico. Debido a que hablaba con un claro y educado acento británico, la prensa comenzó a llamarlo Yihadista John. John por Lennon, pues dentro de la célula terrorista donde se le identificaba había otros tres hombres con acento británico. A él, como se ha dicho, lo llamaron John, y a los cuatro en conjunto, Los Beatles.
El Yihadista John se convirtió en uno de los principales objetivos de las agencias internacionales de seguridad, pero era una presa elusiva. Usaba Internet, dejaba mensajes, era el comunicador del Estado Islámico, y aun así, tan expuesto como estaba, se les iba de las manos. Aquel terrorista era experto en no dejar rastros. Finalmente, arduas investigaciones y una cacería implacable dieron con él en 2015. Una misil lanzado desde un dron acabó con su vida en Raqqa, al norte de Siria.

Luego el mundo sabría que su nombre había sido Mohammed Emwazi, que a los seis años había llegado con sus padres desde Kuwait al noroeste de Londres. Que jugaba futbol en su barrio, que de adolescente fue callado y poco dado al trato social, que le gustaba usar gorras y ropa deportiva de moda, que acosaba a las chicas, que no fue buen estudiante en la escuela pero llegó a la Universidad de Westminster y se graduó en ciencias de la computación con una beca del Reino Unido. Que en 2009 estuvo en Kuwait, pero que en 2013, cuando intentó regresar, fue rechazado por las autoridades. Ese mismo año desapareció de su casa en Londres y no se supo más de él hasta que el gobierno británico les notificó a sus padres que había entrado en Siria de manera subrepticia.

El director Anthony Wonk y el productor y periodista de investigación Richard Kerbaj nos entregan Unmasking Jihadi John: Anatomy of a Terrorist, un detallado recorrido por la vida de Emwazi a través de los testimonios de sus maestros de escuela, rehenes sobrevivientes, familiares de los ejecutados por Emwazi e incluso agentes e investigadores de la agencia de seguridad que nunca habían hecho público los detalles más secretos del caso.

Desenmascarando a Jihadi John: Anatomía De Un Terrorista presenta material nunca visto de Emwazi cuando joven, en la escuela de Londres, y se va adentrando en sus años de adolescencia cuando, cargado por complejos y burlas, fue dejándose llevar por la influencia de ciertas pandillas extremistas. El documental usa también audios de Emwazi y material inédito grabado por el mismo Estado Islámico, junto con recreaciones de algunos momentos de la historia del terrorista y verdugo.

Se trata de un trabajo a fondo que nos hace cuestionarnos sobre el rol de nuestra civilización, sobre lo que estamos haciendo en occidente con los modos de relacionarnos con los otros —los que no son como nosotros—, con la soledad, el mercado, el consumo y las nuevas maneras de comunicarnos o alienarnos. Emwazi, sin pretender justificarlo, es el resultado más radical y espantoso de los males de nuestros tiempos.

Con todo, al final, siempre quedan las mismas preguntas: ¿Quién fue Mohammed Emwazi? Más aún, ¿cómo llegó a convertirse Mohammed Emwazi en un asesino fanatizado que detestaba la civilización occidental?



Vocabulario Fundamental. Droga (22) La locura del Tramadol en Togo


Este documental de la productora ARTE dirigido por Catherine Monfajon en 2019 nos muestra como el tramadol, un fármaco analgésico clasificado oficialmente como opioide débil, está causando estragos en Togo, al igual que en muchos países africanos. Se utiliza para superar la fatiga y resistir mejor el trabajo duro, pero debido a la falta de información y prevención, sus consumidores descubren demasiado tarde lo adictivo que es.




Desde Costa de Marfil hasta Libia y desde Egipto hasta Gabón, millones de africanos consumen este analgésico, pero no para paliar el dolor, sino como un estimulante capaz de vencer el cansancio. Paradójicamente, la epidemia de los opiáceos en Estados Unidos (y luego en muchos otros países) se originó con las intenciones médicas de prescribir medicamentos contra el dolor, algo que las farmacéuticas aprovecharon rápidamente para inundar el mercado con un analgésico que solía ser héroe y ahora es, para muchos, villano: el Tramadol.

Pocas regiones han escapado de la epidemia, en especial en la última década, y el norte de África no contó con esa suerte. Millones de habitantes están siendo víctimas de este enemigo silencioso, con poderosas propiedades, tan analgésicas como psicoactivas, y que la Organización Mundial de la Salud mantiene en la mira desde hace varios años. "En paralelo al rápido aumento de la utilización médica del Tramadol en todo el mundo, ha habido informes de dependencia y abuso", señaló la entidad.

Togo es uno de los países más pequeños de África. Y también uno de los más afectados por la crisis de los opioides. Zico, un motociclista que vive en la capital Lomé, acudió al Tramadol huyendo de la fatiga y de las intensas jornadas laborales, pero hace tres años no puede prescindir de él. "Desde que tomo Tramadol puedo trabajar mucho más. Me tomo dos al día. Me sienta bien, me da energía para rendir más". Su vida sexual también mejoró considerablemente.

En el mercado negro, la distribución del Tramadol y su potencia está fuera de control

No hay cifras exactas del número de consumidores de este analgésico en África, pero sí es evidente que la historia de Togo se repite en muchos países, en especial en la parte norte. Y aunque su distribución es controlada, no lo es con la misma intensidad en el mercado negro, en donde el Tramadol, a menudo conocido como Paracetamol, está presente con más de cien nombres comerciales distintos.

Uno de los riesgos asociados a su consumo, más allá de su autenticidad, es la dosis. El mercado negro proporciona una más elevada que, a su vez, genera una mayor adicción. Mientras que la dosis permitida en Togo son 50 miligramos, es común encontrar este fármaco en cantidades personales de hasta 250 miligramos.

Según el ministro de Seguridad, Damehame Yark, "esto nos afecta a toda la sociedad. No podemos excluir un grupo y decir que no está afectado porque mañana puede convertirse en un escándalo o en una catástrofe". Por eso, afirma, es necesario tomar medidas preventivas para abordar el problema de raíz: "con la ayuda de la Oficina de las Naciones Unidas para la Droga y el Delito y otras agencias, se debe establecer un sistema para disuadir a los fabricantes".

"Prohibirlo sería injusto y un crimen. El paracetamol es muy flojo y nos solemos quedar sin morfina"

El uso de fármacos sin prescripción médica se está convirtiendo en una gran amenaza para la salud pública mundial, según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC). En su más reciente informe publicado este año y con datos de 2017, la entidad aseguró que la escasa información que se dispone sobre la oferta de Tramadol con fines no médicos apunta a que este se fabrica ilícitamente en Asia meridional y desde allí se introduce en los países africanos y algunas zonas del Medio Oriente.

La cantidad de Tramadol incautada en el mundo alcanzó la cifra récord de 125 toneladas en 2017. "La respuesta a su uso indebido pone de manifiesto las dificultades que tienen los países para encontrar un punto de equilibrio entre permitir el necesario acceso a ese fármaco con fines médicos, atajar su uso indebido y al mismo tiempo combatir la delincuencia organizada y el tráfico".

Algunos países como Egipto han pedido la prohibición completa del Tramadol, pero se han encontrado con la oposición de los profesionales de la salud. En el hospital estatal de Lomé, la capital de Togo, este medicamento es indispensable para tratar a los niños con cáncer. "Prohibirlo sería injusto y un crimen. El paracetamol es muy flojo y nos solemos quedar sin morfina", dice uno de sus médicos.

Sin embargo, el Tramadol no deja de ser un derivado del opio, y aunque es clasificado como un opioide débil, una dosis normal puede generar adicción y a veces graves efectos secundarios como alucinaciones, crisis epilépticas y respiratorias, que pueden provocar el coma o la muerte. Esto sucede en especial cuando las dosis son de más de 400 miligramos al día y se complementan con otras sustancias como el alcohol.

La de los opiáceos, una crisis que no es nueva

Opioides u opiáceos son sustancias que actúan en el sistema nervioso para aliviar el dolor, pero que pueden resultar sumamente adictivas si se abusa de su consumo. No solo hacen referencia a drogas ilegales como la heroína, o sintéticas como el fentanilo, sino pastillas usadas en la medicina tradicional como la morfina.


Cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró en octubre de 2017 una "emergencia de salud pública", lo hizo motivado por las 64.000 muertes que, un año antes, habían sido causadas por sobredosis de droga, principalmente por el abuso de los opioides.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades calcularon que la llamada "crisis de opioides" mató a 400.000 personas entre 1999 y 2017 en ese país. Muchos se atreven a decir que su influencia es más grande que la de la heroína.

Vidas Conspicuas (16) Delibes, la X de Max






Delibes, la X de Max

Cuando Miguel Delibes conoció al amor de su vida, Ángeles de Castro, empezó a firmar sus primeras obras con el acrónimo MAX. En realidad, era una simple y romántica ecuación donde M era Miguel, A era Ángeles y X era la incógnita que el futuro podía deparar a la joven pareja. Décadas después la incógnita estaba totalmente despejada. Una exitosa y prolífica carrera literaria y una estirpe de 7 hijos, hasta que en 1974 la enfermedad se llevó a Ángeles y desequilibró para siempre la ecuación.

La "Señora de rojo sobre fondo gris" es una de las novelas más personales y descarnadas de Miguel Delibes donde, en un ejercicio de sinceridad, expuso toda la tristeza y vacío que le sumió la muerte de su esposa. La figura de Ángeles de Castro es el hilo conductor del documental que cuenta con el privilegio añadido de la participación del actor José Sacristán, amigo personal del escritor, y que pone en escena en estos momentos la adaptación teatral de la obra.

Estupor y Temblores (66) El psiquiatra de Alepo

En Portada entra en el psiquiátrico de Alepo, en el que viven los enfermos de la guerra. Bassam Haik, el director del centro, retrata el infierno del conflicto sirio a través de sus pacientes. Más allá de la destrucción física de las ciudades, más allá de los cientos de miles de refugiados y desplazados, las guerras dejan también un daño irreparable en muchos supervivientes. Hoy, más de un millón de sirios sufre algún tipo de enfermedad mental. Según la ONU, la reconstrucción de Siria podría rondar los 400 mil millones de dólares. Pero es imposible saber cuánto costará sanar los daños mentales que deja el conflicto.

El psiquiatra de Alepo 


23.10.2019 RTVE

Sonrisas perdidas, frases inconexas, recuerdos de batallas y verdades como puños. Todo eso contiene ‘El psiquiatra de Alepo’, un reportaje de ‘En Portada’ rodado en la ciudad mártir de la guerra de Siria.


“La guerra afecta a cualquier ser humano. Pero para los pacientes de enfermedades mentales, es algo diferente, porque esas personas no tienen quien les cuide. Y la guerra destruye todo su mundo, por dentro y por fuera”. Bassam Haik sabe bien de lo que habla. Es el psiquiatra de Alepo, el director del Hospital Ibn Kahldoun, en una ciudad devastada por la guerra.

Como psiquiatra ha visto lo peor de la condición humana en las paredes del hospital. Hombres, mujeres, adolescentes… distintas generaciones de sirios con las mentes quebradas por la guerra. Pacientes a los que el conflicto les quitó todo: su hogar y su familia. Enfermos que enfrentan, en soledad, el duro viaje de la razón al delirio.

Más allá de la destrucción física de las ciudades, más allá de los cientos de miles de refugiados y desplazados, las guerras dejan también un daño irreparable en muchos supervivientes. Hoy, más de un millón de sirios sufre algún tipo de enfermedad mental. Según la ONU, la reconstrucción de Siria podría rondar los 400 mil millones de dólares. Pero es imposible saber cuánto costará sanar los daños mentales que deja el conflicto.

Un reportaje de Luis Pérez; con realización de Ángel Barroso; Imagen y sonido de Marcelo Illán e Ignacio Villanueva; y montaje de Luis María Elgorriaga.


Vocabulario Fundamental. Revolución (5) 'The Uprising': el pueblo árabe gritó Libertad





6 países, 7 días, 1 revolución. Este documental publicado en 2013 por Peter Snowdon está compuesto por cerca de cien vídeos distintos subidos a Internet por tantos otros desconocidos ciudadanos de estos países árabes, que a finales de 2010 y lo largo de 2011 comenzaron los movimientos populares revolucionarios en Túnez, Egipto, Bahrein, Libia, Siria y Yemen, para intentar sacudirse sus respectivas dictaduras que llevaban décadas oprimiéndoles y reivindicando vidas dignas, libres de represión y humillaciones

Snowdon no busca articular una cronología exacta de los eventos o analizar las causas de las para mí mal llamadas llamadas "primaveras árabes", sino crear un imaginario desde las entrañas de las primeras protestas civiles pacíficas, de los primeros disparos de la policía, las primeras carreras, las primeras sangres. Y hacerlo saltando de una a otra, resaltando los elementos comunes de forma que pareciera una sola revolución que se hubiera extendido por todo Oriente Medio. 

Un relato rodado con multicámara y en primera persona, un retrato de la acción política y social en nuestra era que nos da buena cuenta del frágil e irremplazable momento en el que la vida deja de ser una prisión y todo vuelve a ser posible otra vez.

Vocabulario Fundamental. Cambio Climático (11) Mirando a los Andes: El cambio climático en Bolivia

El reproche indignado de Greta Thunberg a los líderes mundiales durante la Cumbre del Clima esta semana ha resonado en todo el planeta. A pesar de los datos cada vez más alarmantes, la reunión convocada por Naciones Unidas ha terminado con buenas palabras y pocas medidas. 

Los efectos del calentamiento global son ya una realidad en los Andes. ‘Informe Semanal’ ha estado en Bolivia. Las lluvias torrenciales y las largas sequías se alternan con cada vez más frecuencia. Los glaciares tropicales han disminuido un 40%. Unido a la deforestación y a la minería descontrolada, multiplica el deterioro medioambiental y el riesgo de conflictos.


 

Música para camaleones (120) Manel - Boy Band



Estic en una Boy Band. Estic en una Boy Band. Treballo en una Boy Band. Estic en una Boy Band. Em llevaven melodies que creuaven les parets, donya Elvira omplint la finca de sarsueles i cuplets. Van comprar-me una espanyola un diumenge als Encants, vaig aprendre a tocar Give A Little Bit, de Supertramp. I ara estic en una Boy Band. Estic en una Boy Band. Treballo en una Boy Band. Estic en una Boy Band. L’Àlex em va dur a La Boîte al concert d’un cantautor. Vaig pensar: seré com ell (no!), vaig pensar: seré millor. Un xaval de la placeta feia boogie amb el cosí. Li vaig dir “he sentit que toques, crec que un dia he de venir”. I el micròfon transformant-me veu en electricitat va tapar-me una mancança, un buit, una vanitat. I ara estic en una Boy Band. Estic en una Boy Band. Treballo en una Boy Band. Estic en una Boy Band. Ara escric a biblioteques plenes d’estudiants i vells, però em distreu un grup del Whatsapp o el misteri d’un clatell. Ara vago per les places, busco un adjectiu alat, però em despisten les terrasses o llum, tènue, en un terrat. Estic en una Boy Band. Estic en una Boy Band. Treballo en una Boy Band. Estic en una Boy Band.